Capítulo III: Dos Pares de Opuestos

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[Planeta Marte: Fortaleza Espacial Rakshasa]

Muy lejos del planeta principal de los mortales (Mundo Mortal), cerca de la órbita del planeta rojo, viajaba un colosal Barco Volador tan grande como un reino pequeño; se asemejaba hasta cierto punto a los barcos normales usados para navegar el océano, pero estaba hecho por completo de metal color obsidiana, su parte superior parecía tres templos de origen indio, y la parte baja había propulsores de fuego celeste que la hacían desplazarse por el vacío espacial.

Dentro de la fortaleza, en lo que era la cámara del capitán, había varios Rakshasas cerca de todo tipo de maquinarias, como pantallas con símbolos en sánscrito, que controlaban gran parte del Barco Volador. Había una enorme pantalla en la pared frontal donde se veía diferentes ángulos del Barco Volador, mientras que todas las paredes tenían faroles de metal con esferas luminosas blancas, que iluminaban todo el lugar.

Y en una parte alta en la que se podía subir de forma normal con escaleras, estaba una Rakshasa hembra de largo cabello negro, piel oscura, cuernos pequeños, largos colmillos inferiores sobresalientes, ojos negros con iris rojos y de cuerpo robusto. Además llevaba un elegante vestido indio rojo con falda violeta y portaba todo tipo de joyas brillantes.

Era Shurpanakha, la hermana del fallecido Rey Demonio del Panteón Hindú Ravana.

—¿Estás seguro de que ese dios extranjero, es en realidad el Ángel de la Creación? —preguntó Shurpanakha con un tono molesto e intrigado, mientras veía de reojo a alguien detrás de ella.

Arrodillado detrás de Shurpanakha, estaba el mismo Rakshasa que Israel y Naamah dejaron vivir antes.

—Sí señora. Muy seguro; concuerda con todas las descripciones que dio el rey —dijo el Rakshasa con un tono temeroso.

—¡Entonces es una gran noticia! —dijo Shurpanakha con tanto júbilo que sus ojos brillaron y empezó a liberar una perversa aura oscura—. ¡Esta es la oportunidad que tanto he estado esperando para volver a mi hogar!

—Pero señora, el rey dijo que si volvía a verla a usted en cualquier lugar del planeta, la mataría él mismo.

—Lo sé. La única razón por la que sigo viva, fue por los últimos deseos de mi hermano Ravana. Pero estoy segura de que mi querido sobrino le encantará saber que tiene la oportunidad de tener su venganza —decía Shurpanakha con una sonrisa maliciosa, y entonces miro a todos los Rakshasas encargados del sistema de navegación—. ¡Escuchen todos: preparen las Puertas Astrales! ¡Regresaremos al Planeta Lanka para informarle a mi sobrino, el Rey Ahiravana, que su enemigo ha vuelto!

[Territorio Hinduista]

Tras el aterrizaje forzoso que tuvieron Israel y Naamah, ambos empezaron a preparar lo que sería su residencia temporal.

Mientras la diablesa se aseguraba de que en el lugar no hubiese mortales como humanos y bestias, Israel construía la vivienda temporal a partir del enorme árbol que ellos mismos derribaron por accidente; hizo uso otra vez de su Tellus Divum: Universal Architect.

Primero creó un Círculo Mágico de color naranja frente a él, en el que visualizaba los planos de una cabaña igual a las que se encuentran en la Antigua Irlanda. Acto seguido el árbol derribado fue rodeado por la misma energía naranja, y entonces empezó a modificarse como si tuviera vida propia, hasta que poco a poco fue adoptando la apariencia de la cabaña que visualizaba el Círculo Mágico de Israel.

Immortalem: Duelo de DeidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora