Capítulo XXXVIII: Victoría y Caída

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[Milenios Atrás. Panteón Griego: Torneo Titanomaquia]

Milenios atrás se llevó a cabo el primer torneo exclusivo del Panteón Griego; uno que se llevó a cabo en lo que parecía un coliseo romano tan grande como una isla, ubicado en un espacio rodeado de planetas desconocidos, iluminado por nebulosas de hermosos colores.

En la Arena de Duelo del coliseo yacía en el suelo, inconsciente, una imponente criatura humanoide más grande que una casa, y de apariencia semejante a un hombre con piel de roca marina celeste, coral luminiscente verde a modo de coraza natural, anémona marina rosada como cabello, y largos picos en la frente con forma de cuernos.

La criatura tenía heridas graves; desde grietas hasta fracturas en su piel por la que salía sangre. Pero eso fue lo de menos, porque una luz verde envolvió a la criatura, e hizo que cambiara a una forma más humana: ahora parecía un hombre griego de 28 años, piel blanca, largo cabello rosa, constitución corpulenta y atlética, protuberancias con forma de cuernos en la frente, y aletas de pez en vez de pies humanos. Llevaba una armadura griega destrozada y una toga reducida a jirones, ensuciadas por su propia sangre.

Era el hijo de los titanes Urano y Gaia; el Titán del Mar, Okeanus.

—¡Se acabó! ¡El participante Okeanus está fuera de combate! ¡El ganador es Poseidón!

Grito el árbitro del torneo, un joven cíclope muy delgado y bajo para un miembro de su raza, señalando con la mano derecha al ganador de la ronda.

Allí estaba Poseidón en su verdadera forma, tan herido que apenas podía mantenerse de pie y tenía gran parte de sus escamas rotas y cubiertas de sangre. Su ropa y armadura también estaban reducidas a jirones y piezas rotas.

—Al fin... Lo conseguí...

Decía Poseidón esbozando una desquiciada sonrisa, orgulloso de haber alcanzado su primera meta en el camino hacia su reconocimiento.

Durante el torneo en el Panteón Griego, conocido por los mortales como la "Titanomaquia", Poseidón enfrentó al Titán del Mar, Okeanus. Y con su victoria, se ganó su atributo como nuevo "Rey del Mar" al ser proclamado por los demás inmortales griegos como tal. Pero a pesar de eso, seguía siendo rechazado por su apariencia monstruosa; incluso su hermana mayor, Hestia, sentía incomodidad al verlo.

Poseidón esperaba ganar más respeto convirtiéndose en el Rey del Monte Olimpo. Pero cuando él, Hades y Zeus se repartieron los terrenos en aquella "justa" apuesta, Poseidón quedo reducido a solo Tercer Rey. Y por lo tanto, era el tercero en la jerarquía de Doce Dioses Principales del Olimpo. Pero a pesar de eso, seguía siendo objeto de rechazo y burla por parte de los demás dioses griegos.

Llego a admirar y respetar a Hades, debido a que éste no le importaba ser temido ni repudiado. Sin embargo Poseidón no tenía el mismo temple que su hermano mayor. Y debido a que Hades pasaba la mayor parte del tiempo fuera del Monte Olimpo, él no pudo ayudar a Poseidón a tener más autoestima.

Esa falta de ayuda y apoyo psicológico, fue lo que provoco que Poseidón acabara escuchando más a la peor mala influencia de su familia: Zeus.

Poco a poco, Poseidón acabo recurriendo a la táctica de ganarse la veneración de los mortales, obsequiando instrumentos de guerra y que les harían la vida mucho más "fácil". El primero fue su hijo Atlas III, quien utilizó esos "regalos" de las herramientas y demás artefactos, obsequiados por su padre, para sobornar a los demás humanos, y así conseguir rápido un círculo de seguidores, que lo ayudarían a conquistar un reino, después la isla de Atlantis, y posterior a esto, construir una avanzada civilización.

Immortalem: Duelo de DeidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora