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Paré mi andar una vez estuve frente a la puerta de aquella casa. Observé la vivienda nuevamente y me fue imposible no pensar en una persona engreida, orgullosa y adinerada; probablemente a simple vista no lo parecía, pero la familia de _______ tenía bastante dinero.
Mi vista se detuvo nuevamente frente a la enorme puerta hecha de una madera bastante fina y dudé un momento de lo que estaba haciendo.
Creo que no hacía falta mencionarlo, pero _______ siempre era quien iba de imprevista a mi departamento, así que Infantilmente decidí que esta vez sería yo quien se apareciera sin previó aviso en su casa.
Fue un poco difícil saber en donde vivía con exactitud debido a la cantidad de bienes de esta familia, pero con la ayuda de Wakasa y Benkei –Takeomi se negó a decirme– descubrí donde vivía _______.
Y sí, sé que sonaba un poco acosador pero eso era lo de menos aquí.
Sin embargo, esto me parecía extraño. Ella una vez mencionó espontáneamente que vivía en un departamento al igual que yo, pero donde me encontraba en ese momento no era un departamento. Era una casa, una enorme casa.
Dudé nuevamente de si tocar o no el timbre del lugar, pero finalmente me decidí a hacerlo. El ruido de las campana inundó mis oídos por unos instantes antes de que todo quedara nuevamente en silencio, si descontamos el ruido de las personas y lo vehículos en la calle. No pasaron más de 10 minutos cuando la puerta finalmente se abrió, dejándome ver a una _______ muy bien vestida a como normalmente.
Sus ojos me observaron por un breve instante antes de abrirse ligeramente por el asombro, quizás en verdad no esperaba encontrarme allí. Sin embargo, yo tampoco esperé verla vestida tan elegantemente.
Parpadeé un par de veces antes de mirarla nuevamente, de arriba a abajo. Traía un conjunto hermoso junto con tacones de plataforma baja y accesorios que la resaltaban tanto a ella como al vestuario, también noté ligero maquillaje en su rostro, era muy poco por lo que se notaba como si fuera su piel natural, aunque a su vez, denotaba los delicados y finos rasgos de su rostro.
Nunca me había detenido a observarla y ahora que la veo bien... Ella realmente es-...
—¿Senju? —su voz salió ligeramente confusa, sacándome de mis pensamientos.
—_______.. Hola. —balbuceé volviendo a ver a sus ojos.
—¿Cómo es que tú...? ¿Cómo sabes que esta casa-..?
—Tuve ayuda. —la interrumpí. Ella me observó confusa— De Wakasa y Benkei.
La confusión en sus ojos se desvaneció al pronunciar esos nombres y sonrió ligero en mi dirección antes de recargarse contra el marco de la puerta de su casa.
—Ya veo.. ¿Y qué te trae por aquí?
—Bueno, yo.. Pensé en venir a verte... —carraspeé y me crucé de brazos antes de desviar la mirada— Y ya.
—Mhm.. —ella alzó una ceja en mi dirección, divertida con la estupidez que dije previamente.
Entonces, en ese momento de ligera tensión, una suave e infantil voz se hizo presente.
—¿Hermana? —bajé la mirada y ví como unos ojos redondos y brillantes se hacían presentes a un lado de las piernas de _______. Era un niño de al menos 5-6 años— ¿Quien es ella?
—Oh, enano. —su mano fue a parar en la cabeza del pequeño— Ella es Senju.
—¿Sin.. Ju?
—Sen-ju. —______ le corrigió en una sonrisa.
—Senju... —el niño levantó la vista para verme y por un momento juré ver a una _______ pequeña.
Le sonreí y me agaché un poco para quedar a su altura. —Hola pequeño. Soy Senju Akashi, ¿Cuál es tu nombre?
—A.. —él se escondió un poco más tras las piernas de su hermana y tan solo asomó sus ojitos y parte de su rostro— Akemi...
—Oh, que lindo nombre...
El pequeño Akemi guardó silencio y me observó por un tiempo, luego subió a ver a _______ que no había pronunciado palabra alguna en ese momento.
—¿Pareja?
Sentí mi respiración fallar al escuchar al niño preguntar aquello. Sin embargo, ella no parecía nerviosa e incluso rió un poco por esa pregunta.
—Sí cariño, Senju es mi pareja.
—.. ¿Papá saber?
—Nop. —_______ negó con la cabeza a esa pregunta. Luego subió su dedo índice, lo ubicó sobre sus labios y sonrió— Yo se lo diré en su momento, por ahora es un secreto, ¿Si?
—¡Es secreto! —Akemi le sonrió devuelta y paso sus dedos por sus labios como si se tratara de un cierre.
_______ sacudió su cabello una vez más y el niño rió un poco por ello.
—Ahora, Senju. —mi vista subió hasta mi contraria mientras me incorporaba— Akemi y yo pensábamos en ir a comer algo afuera.
—¡Helado! —el niño levantó sus brazos con entusiasmo tras escucharla. Ella rió y volvió a dirigirse a mí.
—Tal vez no es lo que esperabas pero, ¿Qué te parece si te unes a nosotros? Así pasaremos tiempo juntas.
La observé atenta antes de bajar la mirada al encantador niño que aún se escondía tras ella. Sonreí y asentí con la cabeza a su propuesta. Tal vez no tengamos tiempo a solas, pero me bastaba con pasar tiempo con ella.
Así que mientras nos dirigiamos a la cafetería, recordé algo importante...
—... ¡¿Qué es eso de que somos pareja?! —le pregunté en un susurro apenado. Ella giró a verme, detuvo su paso y sonrió.
—Reaccionaste un poco tarde, ¿No crees? —luego volteó a ver al frente y continuó caminando— ¡Akemi! ¡No corras que podrías caer!
Salió detrás del pequeño pelinegro y yo solo solté un suspiro.
