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¿Esto estaba pasando?
¿De verdad?
Levanté la mirada y mis ojos se encontraron con su rostro, ella observaba el menú del lugar atenta. Desvíe la mirada al menú entre mis manos, intentando concentrarme para pedir algo, pero era en vano, mi cabeza no se contraba por más que yo quisiera.
¿En verdad me había invitado a una cita? ¿Y yo... Acepté esa cita?
¡¿Por qué?! ¡¿Qué ocurría conmigo?! AAAAAAAAA
—Tranquila, niña. —su voz me trajo de vuelta, giré la cabeza a mi costado y la observé. Ella levantó ligeramente su mirada, observándome de soslayo sin levantar su cabeza por completo— ¿Por qué estas tan nerviosa? —una sonrisa ladina adornó su rostro— No muerdo, Senju.
Sentí un pequeño toque en mi muslo lo cual me sobresaltó, bajé la mirada solo para ver qué su mano acariciaba el interior de mi muslo, toqueteando juguetonamente de vez en cuando. Sentí mis mejillas arder y bajé la cabeza, intentando no mostrar mi sonrojo.
Me removí en mi lugar.
—Detente-.. —balbuceé y ella se detuvo, alejando su mano.
—Mhm.. Lo siento. —dijo, alejándose un poco de mí. Apoyó su mejilla en la palma de su mano y me observó, sonriendo un poco— Íbamos a conocernos, ¿No? Me dejé llevar.
—Ah...
¿"Se dejó llevar"?
Fruncí un poco el ceño, mirándola confusa. Pero ella permanecía ahí, sonriendo de una manera encantadora. Solté un hondo suspiro, arreglando un poco mi pantalón.
—Uhm... ¿Qué hay de tu novio?
—¿Así que vamos a empezar por ahí? —comentó, desvaneciendo un poco su sonrisa y sin dejar de mirarme.
—Eh.. —balbuceé nuevamente— El chico de la otra vez... ¿Era tu novio?
—Mhm.. Nop. —negó con la cabeza— No tengo novio, ¿Quién te metió esa idea en la cabeza?
—¿Eh? Pero Takeomi dijo-...
—Así que Takeomi... —ella sonrió nuevamente, cerrando sus ojos. Se notaba un poco molesta— Escucha, no tengo novio. Y ese chico... Digamos que era solo una "aventura"..
—Oh... —bajé un poco la cabeza, observando mis manos.
—Ahora me toca a mí preguntar. —mencionó— ¿Por qué me besaste esa vez?
Mis mejillas se sintieron todavía más calientes que anteriormente. Apreté mis labios con un poco de fuerza y mordisqueé mi labio inferior.
—Fue un impulso... —contesté— Estaba borracha y... No pensé con claridad..
—Ya veo... —murmuró— Sí, en verdad estabas muy borracha.
_______ soltó una pequeña carcajada, cerrando sus ojos. Levanté la mirada para verla y me fue imposible no pensar en lo atractiva que se veía al sonreír, su risa era hermosa...
—¿Qué más quieres saber de mí? —cuestionó, cesando su pequeña risa.
—¿Tienes hermanos?
—Mhm. —asintió— Un medio hermano menor, tiene 6 años.
—Ya veo...
—¿Qué tipo de música sueles escuchar? —preguntó ahora ella mirándome.
Llevo una de mis manos a mi mentón y pienso un poco.
—En realidad escucho música muy variada. —respondí— Puedo estar escuchando una balada romántica y al momento una canción de desamor, o incluso una canción que hable de lo perfecta que soy y subir mi ego hasta lo más alto..
Reí al recordar las múltiples veces que al salir de la ducha me creía cantante frente al espejo, tomando el cepillo de cabello como micrófono; mientras Takeomi y Haruchiyo se quejaban y gritaban que dejara de cantar. Ella también rió un poco junto a mí, antes de mirarme sonriente, esperando mi próxima pregunta.
—¿Postre o comida favorita?
—Uh... Esa sí es una pregunta complicada. —_______ rascó su mejilla, pensándolo muy seriamente— Si hablamos de comida mi favorita es el Katsudon, y de postre... ¿Los dangos?
—Pero no dudes. —solté una carcajada, mirándola divertida.
—Es me gusta toda la comida. —refutó, haciendo un pequeño puchero.
La tarde continuó con normalidad, entre preguntas divertidas que nos hacían reír de vez en cuando, llamando la atención de las personas a nuestro alrededor. La "cita" terminó una vez que ambas terminamos con lo que habíamos ordenado, así que actualmente, nos dirigiamos a casa.
—Senju, dime... —murmuró, deteniendo su paso. Por inercia me detuve también, y giré a verla curiosa— ¿Alguna vez lo has hecho con una chica?
A mi cerebro le costó asimilar aquella pregunta, pero una vez lo hizo mis ojos se agrandaron y mis mejillas ardieron fuertemente mientras desviaba mi mirada de ella con nerviosismo.
—No...
Si bien no era virgen, nunca antes había "experimentado" hacerlo con una chica ya que nunca cruzó por mi cabeza esa idea. Sentí sus pasos acercarse a mí y sin poder asimilarlo ya me encontraba contra una pared siendo aprisionada por _______. Sus manos se afirmaron en mi cintura e hizo ligera fuerza, obligándome a reprimir un pequeño jadeo.
Levanté la mirada y sus ojos observaron los míos con intensidad y un pequeño brillo en ellos. Su vista recorrió mi rostro antes de fijarse en mis labios y pasar su lengua por sus labios, todavía fija en mí.
