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Bajé la cabeza y observé el suelo que estaba relativamente lejos de mi debido a que me encontraba en el balcón del departamento de Senju, la brisa mañanera sacudía mi cabello. Ella estaba en el salón hablando con Haru y Takeomi y sinceramente prefería no interferir en aquella conversación entre hermanos así de decidí tomar aire fresco.
—Así que.. ¿Por qué? —le escuché no muy lejos de mí, lo cual me llevó a girar mi cabeza en su dirección.
Se apoyó en el marco de la puerta hacia el balcón y cruzó sus brazos mirándome con el ceño fruncido. Me giré en su dirección apoyé mi espalda baja en el barandal detrás mío, le observé ligeramente confusa aunque ya tenía una idea de a dónde iría esta conversación.
—¿Por que qué? Sé más conciso por favor.
—No me vengas con esas mierdas ahora, sabes perfectamente a qué me refiero. —escupió con enojo y yo suspiré.
—Te refieres a como terminé con Senju, ¿No? —pregunté y él asintió. Froté mi cabello un tanto acomplejada por qué decirle a continuación— En realidad es algo complicado..
—¿Ah? —su ceño sé frunció aún más y sé acercó a mí, luego sin previo aviso tomó el cuello de mi camisa y acercarme a su rostro— Escúchame _______.. Te dije que no quería que te acercaras a ella porque no quería que la lastimaras, no sé cuales son tus intenciones con Senju pero no quiero escuchar que ella llora o sufre por tu culpa porque te advierto que-...
—Espera, espera, no tienes porque estar enojado Takeomi. —sujeté la muñeca con la que agarraba mi camisa— Lo que sucedió entre nosotros pasó hace un buen tiempo y ambos estuvimos de acuerdo en quedar en buenos términos y solo como amigos. —su ceño se suavizó un poco y me observó atento. Yo sonreí sin despegar mis labios y acaricié su muñeca que aún agarraba mi mano— No sé qué es lo que piensas de mí, pero por favor, no soy un monstruo sin sentimientos y es algo que puedes confirmarlo tú mismo, ¿Verdad?
—Sí... —murmuró en respuesta y mi sonrisa se amplio un poco más.
Subí mi mano de su muñeca a su mejilla y la dejé en aquella zona. El lugar quedó en completo silencio por un par de minutos hasta que finalmente solté un suspiro.
—Nuestra relación, a pesar de los buenos momentos, no fue la mejor y ambos lo sabemos.. Pero aún así estoy feliz de que nuestra amistad no se perdiera por completo. —Takeomi asintió suavemente, inclinando un poco su cabeza hacia mi mano— Pero ahora mírame Takeomi, ¿En verdad crees que estaría con Senju para vengarme o algo así? —ambos guardamos silencio nuevamente y después de un par de segundos el negó con la cabeza. Solté una pequeña exhalación— Es cierto que estuve metida en una que otra aventura, pero en verdad quiero a Senju y no me atrevería a lastimarla.
—.. Entonces más te vale cumplir con eso. —finalmente soltó mi camisa y sin yo esperarlo Takeomi me abrazó.
Me quedé pasmada en mi lugar por un tiempo hasta que finalmente reaccioné y lentamente le devolví el abrazó. De cierta forma, después de todo el tiempo en que estuvimos sin contar tacto, era reconfortante volver a tenerlo cerca...
— — —
—¿_______? —sentí como me abrazaron por la espalda y unos cálidos brazos rodearon mi torso. Bajé la vista y sonreí al ver a Senju que me miraba con una tierna confusión.
—¿Qué sucede, cariño? Estoy preparando el desayuno para que vayamos a la Universidad para la segunda hora. —comenté y puse una de mis manos sobre las suyas que aún seguían abrazando mi torso mientras con la otra mano mezclaba los ingredientes en el bol— ¿Ya se fueron Haru y Takeomi? —ella asintió ligeramente y yo tarareé en respuesta— Oh.. Pensaba invitarlos a desayunar antes de que se fueran pero esta bien, supongo.
—_______... ¿De qué hablaron Takeomi y tú? —preguntó y yo solo acaricié el torso de su mano con mi pulgar antes de sonreírle.
—Ah.. Solo me advirtió que no te lastimara o de lo contrario se encargaría de mí, ya sabes como es. —respondí y aunque en parte era cierto, también omití un par de cosas. No era necesario que supiera lo que hubo entre nosotros, no todavía— Creo que al final terminó aceptando nuestra relación.
—Mhm.. —sentí como ocultó su rostro en mí espalda y sus manos se aferraron un poco más a mí— Me alegra que se llevaran bien..
—Por supuesto, era obvio que tus hermanos caerían ante mis encantos. —sonreí en su dirección y Senju no hizo más que rodar los ojos divertida.
—Iré a cambiarme. —avisó y deshizo el abrazo.
Asentí con la cabeza y la ví marcharse de la cocina. Casi parecía que vivíamos juntas...
