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Mientras pensaba de todo un poco tumbada boca arriba en mi cama, repentinamente un par de palabras llegaran a mi cabeza. Abrí los ojos en plano y llevé mis manos a mi boca. Acababa de recordarlo, recordaba sus palabras de la noche anterior..
“Sé mi novia”
¿En serio me había pedido eso? ¿No fue un sueño?
Me levanté bruscamente de mi cama y comencé a buscar mi móvil un tanto desesperada, ¿Dónde estaba? ¿Dónde dejé a ese condenado teléfono?
Busqué en la habitación y me golpeé mentalmente cuando lo visualicé en la mesita de noche a un lado de mi cama. Los nervios me estaban afectando, solo son los nervios, en serio.
Mis manos temblaron ligeramente cuando entré a su contacto, mi coraje flaqueó por unos instantes pero antes de que se fuera por completo decidí llamarla y esperar que estuviera despierta y contestara. Cada timbre se me hacía eterno y opaco, sentía mis latidos acelerados y mi corazón parecía que poco menos y se saldría de mi pecho.
—¿Aló? —su voz se escuchó un poco adormilada y sentí mi corazón detenerse por un microsegundo.
—_______...
—¿Senju? ¿Qué haces llamando a esta hora? —casi podía ver su ceño fruncido, si estuviera aquí seguramente hubiera golpeado mi frente— ¿Estás bien? ¿Necesitas algo?
—Yo... —mi voz se quedó en mi garganta y aunque la forzara no salía. Aún seguía un poco asombrada, confundida y conmocionada por lo que recordé hace breve. Tomé aire y sin pensarlo dije lo siguiente—: ¡Acepto!
—¿Eh?
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Restregó sus manos en su rostro y me observó incrédulamente y con holgazanería. Suspiró y luego soltó una pequeña y pausada risa que aumentó un poco con el pasó de los minutos.
—¿Me hiciste venir hasta tu casa a las 2:00 A.M. porque recordaste mi declaración? —me miró y yo asentí lentamente, sentada frente a ella. _______ soltó un suspiro suave y negó ligero con la cabeza, aún con una sonrisa plasmada en su rostro. Pasó su mano por su cabello y me miró de nuevo— Creí que había sucedido algo grave. Vas a matarme un día de estos, princesa..
—Lo siento, pero en serio sentí que debía decirte mi respuesta. —contesté acomodandome en mi lugar— Te.. Noté un poco triste en el desayuno y pensé que te decepcionó que no lo recordara.
—Mh.. Realmente no quería que lo recordaras, dije eso precisamente anoche porque estabas tan adormilada que creí que no lo recordarías.
—¿Eh? Pero... —parpadeé un par de veces— ¿Eh? ¿Entonces no querías una respuesta?
—Creo que temía que no me aceptaras después de todo... —rascó su nuca con ligera vergüenza y sonrió hermosamente en mi dirección. Sus ojos se encontraron con los míos y antes de procesarlo me encontraba boca arriba en el suelo con _______ sobre mí— Pero ahora, en verdad me alegra que hayas aceptado ser mi chica oficialmente.
Sonreí y tomé sus mejillas con mis manos antes de juntar nuestros labios en un fervoroso y apasionado beso, su lengua pidió permiso para entrar en mi cavidad y exploró todo lo que pudo mientras yo jugaba un poco con su cabello. Nos separamos después de un rato, cuando comenzó a faltar el aire y nos miramos mutuamente por un breve tiempo.
Ella se apoyó en uno de sus brazos en el suelo sobre mi cabeza para no dejar su peso completo sobre mí y soltó otro suspiro, negando un poco con la cabeza antes de verme.
—Por favor no vuelvas a llamar a esta hora, creeré que te sucedió algo.
Reí por sus palabras y asentí con la cabeza antes de acariciar su rostro suavemente.
