Capítulo 8

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-Bien, esto no estaría pasando si tan solo me hubiera tomado la molestia de separar mi libro con tiempo.- bufo.

Resignada a seguir buscando dicho libro de Química entre los miles y miles que hay en el estante, me bajo del pobre banco que me ha mantenido firme mientras buscaba la portada azul del mísero libro.

Se me hace un tanto tedioso saber que los aplicativos estudiantiles no cuenten con dicho servicio bibliotecario activo. Para ser una escuela de gran prestigio y ser una de las primeras al ser equipadas con lo último en tecnología, BASIS Independent Manhattan ha fracasado con su servicio bibliotecario y aplicativos estudiantiles.

Podría comunicarle aquello a mi madre, pero lo que menos necesito en estos momentos es que termine moviéndome a algún otro Instituto. He estudiado aquí los dos últimos años de secundaria, cambiar de Instituto cuando hace apenas un mes hemos comenzado sería algo que me dejaría con un gran mal sabor de boca. 

Enfadada por no encontrar lo necesario, pateo la banca hacia atrás sin percatarme que justo a mis espaldas alguien me espiaba. 

-¿Tan grande y haciendo pataletas?- pregunta burlona antes de acercarse a mí. 

Ruedo mis ojos antes de observarla de brazos cruzados. 

¿Qué hace ella aquí?


-Tengo Química contigo, lo olvidas.- contesta. 

Oh mi…

¡Espera! 

¿Es que acaso pensé en voz alta?

Sorprendida al oír su respuesta la escucho reír.

-Eres muy despistada.- sonríe, como si aquello se le hiciera el acto más tierno en todo el mundo.

-Lo sé.- bufo.- No sé que voy hacer.- rendida ante ello, expulso absolutamente todo el aire que tengo acumulado en mis pulmones. 

-Podemos compartir libro.- ofrece de la manera más amable, dejándome en claro que detrás de nuestros encuentros sexuales lo es y será siempre que pueda.

Pensando si aquello es o no una buena idea, muerdo mi labio con fuerza decidiendo mentalmente qué respuesta debería darle. No puedo creer que ella, siendo nueva, ya tenga el libro y yo no. A la espera de mi respuesta, de entre todos los libros que tiene entre sus brazos saca el libro de tapa azul que me ha hecho maldecir en más de una oportunidad cuando lo busqué tras de mí.

-De todas formas no tengo compañero para la clase de hoy y por lo que vi ayer, tú estás libre.- sonrío divertida al recordar la clase de ayer, a la cuál llegamos tarde debido a que habíamos seguido tocándonos en el edificio abandonado. Grandioso receso debería llamarlo, porque sin duda lo fue.

La garganta se me seca al recordar sus caricias sobre mis piernas y su ágil lengua sobre todo mi ser. Juro que podría morir al sentir su toque una vez ahi abajo, pero al ser buena guerrera solo dejaré que sus deliciosas torturas me alimenten hasta dejarme finalmente sin aliento. 

-Bien, hagamos equipo.- acepté arrebatándole el libro de sus manos.- Solo te pido que no vayas a colmar mi paciencia, ¿De acuerdo? Presta atención a clase y…

Da un paso al frente, lo suficiente como para dejar nuestros rostros a unos escasos centímetros. Trago al verla así de cerca, mi respiración se acelera y no es nada más por el deseo tremendo que tengo hacia ella.

Dios yo sé que prometí cambiar, pero ella es lo que me está haciendo pecar. 

No sé qué sea lo que tenga Lalisa Manoban, pero cada vez que la veo solo deseo arrinconarla contra la pared y besarla una y otra vez hasta que me deje sin una gota de aliento. 

In My Head (Lisa y tú) (G!p) (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora