-Inhala… Exhala…Cumplo al pie de la letra lo que Heeyeon me pide, moviendo mis brazos de arriba a abajo con cada respiración que doy.
Como costumbre de cada sábado, he decidido asistir esta vez por cuenta propia y no por obligación a la dichosa cita con mi psicóloga. Debo confesar que en cierta parte la señorita Ahn ha sido de ayuda, claro que no le doy todo el crédito, aún así reconozco que lo ha sido.
Por obvias razones aún no he podido hablar de absolutamente todo con ella, pero estoy haciendo un gran esfuerzo por llenarme de valor y finalmente hacerlo. No sabría cual sería su reacción o lo qué diría al culminar de contarle todos mis problemas. Tal vez ella hable con mi madre al respecto sobre todo ello, es por eso que temo hacerlo.
-Eso es.- me alienta en cuanto nota que ya me he relajado.- Puedes abrir tus ojos.
Cumpliendo sus instrucciones, abro poco a poco mis ojos hasta que la fuerte luz blanca que ingresa por los grandes ventanales pega con fuerza en mi vista.
La señorita Ahn me invita a tomar asiento frente a ella y en ningún momento me pierde de vista mientras lo hago. Del bolsillo de su bata blanca toma su pluma negra junto a su libreta, la cual abre para poder anotar quien sabe que cosa.
-Bueno, ¿Qué te parece si me cuentas qué tal te ha ido durante la semana?- pregunta con una gran sonrisa en sus labios.
Inconscientemente juego con mis dedos sobre mi regazo, preguntándome internamente si de verdad hoy debería hablar de Chaeyoung. Hace mucho vi un documental sobre personas con asistencia urgida a este tipo de terapia, pero la verdad nunca creí que en algún momento de mi vida yo me encontraría sentada justo enfrente de un experto en solucionar problemas de la vida.
Muerdo la piel de mi mejilla, la muerdo tantas veces hasta que esta sangra debido a la fuerza que ejerzo para poder arrancar cada trozo de piel de esta. Puedo sentir mi cuerpo muy sudado en estos momentos y no es más que debido a mis tontos nervios.
¿Por qué me da tanta vergüenza el querer hablar?
¿Por qué?
-A estado bien.- respondo, intentando convencerla con mi respuesta.
No miento, claro que no.
Tal vez la semana transcurrió algo lenta y un poco pesada, sin embargo hubo alguien muy cercana a mí que se encargó de hacerme reír durante todos los largos periodos de mis actividades.
Lisa.- responde mi conciencia al saber a quién me refiero.
Se que durante casi todo el día hablamos, lo cual es estupendo ya que durante todo ese tiempo no me siento triste, pero una vez llegada la noche es el momento en el que más sufro al no tener su presencia.
-Bien, ¿Qué tal las clases?- cuestiona no muy segura al verme nerviosa frente a ella.
-De maravilla.- sonrío.- Bueno tal vez no así de buenas, pero estuvieron bien.- Heeyeon sonríe al verme hacerlo, se acomoda mejor sobre el sillón y escribe con rapidez sobre su libreta.- Me he divertido un poco en cada clase.- confieso.
-Eso es estupendo.- celebra.- He de saber que todo esto es gracias a la señorita Manoban ¿No es así?- asiento en respuesta.- Me alegro mucho que ella y tú sean tan unidas.
-A mí igual. Aunque muy unidas no somos, apenas nos conocemos poco tiempo.- le recuerdo.
-Y cumple una función muy especial en tu día a día ¿Verdad?- cuestiona intrigada.
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In My Head (Lisa y tú) (G!p) (+21)
Fanfiction"Aquí está la cuestión: estás enamorada de la versión de una persona que has creado en tu cabeza, que estás tratando de arreglar pero no puedes. Uh... La única persona que puedes arreglar es a ti misma. Te quiero, esto ha durado demasiado. Ya es suf...