Capítulo Extra I

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-No puedo creer que estés aquí.- exhalo sonriente al posar mi mejilla sobre su hombro.

Su frágil y tan pequeño cuerpo se estremece al ver mi gesto, por lo que al notar su reacción decido sostenerle la mirada, notando como Jennie sonríe con nerviosismo al sostener la mía por breves segundos.

Añoraba mirar tan bellos ojos, en especial cuando estos me sonrían sin que yo siquiera se lo pidiera. Ha pasado muy poco tiempo desde la última vez que pude verlos, desde la última vez que me permití apreciarlos con tanta dedicación, que ahora en este preciso momento podía reconocer que su tierna y tan penetrante mirada, endulzaba aquellos recuerdos del ayer.

He de suponer que su reaccionar se debía a que ella aún se encontraba muy atemorizada por todo nuestro pasado, pero no la culparía por ello. Tengo que reconocer que a mí también me atemorizaba de cierto modo el siquiera recordar cómo se habían sentido mis días en ese entonces, puesto a que jamás logré encontrar algún otro amante con el cual pudiera compararla.

Era muy extraño para este entonces recordar hacia donde nos había redirigido la vida. Una vez más la tenía a ella para alegrar mis días.

Cuando menos espero me encuentro suspirando y no es más porque su cálida palma acuna mi mejilla con dulzura, brindándome de tal modo calor al seguro presentir que mis mejillas se encuentran muy entumecidas por el frío. 

La veo sonreír mientras sus dedos acarician mi piel, por lo que decidida me acomodo ahí entre sus brazos para poder disfrutar de tan delicado momento, sintiendo como en cuestión de segundos mi cuerpo logra entrar en calor, puesto a que el calor de su cuerpo logra transmitirse al mío mediante nuestro abrazo.

Sin duda todavía estaba muy absorta ante toda esta situación, puesto a que no creí que su visita se diera tan pronta. 

-No hagas eso.- pide con su voz apenas audible sin dejar de acariciar mi mejilla.

-¿Hacer qué?- pregunto confundida al acurrucarme más contra su cuello.

Su dulce aroma sin embargo me hace disfrutar aún más del momento, recordándome por un instante que mi Nini si se encontraba aquí conmigo y que todo esto no se trataba de otro loco sueño que antes ya había tenido.

Tenerla junto a mí me hacía tanta ilusión en estos momentos, ya que durante mucho tiempo no había visto ningún rostro familiar. Echaba de menos su presencia y su muy peculiar sentido del humor. Cada vez que cerraba mis ojos podía escuchar su risa, o la manera tan extraña en la que solía pronunciar mi nombre para que pudiera prestarle atención. 

Mi querida reina del drama por fin había vuelto.

-Eso.- señala, abrazándome con más fuerzas contra su pecho para seguido a ello reír como tonta al sentir mis labios posarse contra su mejilla.- Luces como un gatito.- musita, causando que mi pecho se sacuda por mi risa mientras mis ojos se niegan a dejar de observar los suyos.

-¿Olvidas que tú eres el gatito?- pregunto burlona al guiar mis dedos hacia las esquinas de sus ojos.

-Yo tengo la mirada, pero tú actúas como uno de ellos.- ríe divertida, buscando morder mis dedos mientras estos se mueven de un lado hacia otro en su rostro.- ¿Ahora te frotas contra la ropa de las personas para marcarlas?- rio al escucharla, negando en todo momento para poco después volver a mi antigua posición.- Lo haces.- ríe.

-No.- niego.- Es solo que… Me siento muy cómoda así, ya sabes… Hace mucho frío.

-Ya.- musita.

-Te eché de menos, Nini.- digo en un hilo de voz al aspirar su deliciosa fragancia de sándalo.- Me has hecho tanta falta en todo este tiempo, que si no te tuviera ahora justo así, pensaría que de un sueño fugaz se trata.

In My Head (Lisa y tú) (G!p) (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora