In My Head (Lisa y tú) (G!p) (+21)

Capítulo 20

-Mi hermana es una idiota.- bufa Minnie al ver ir cuesta abajo al auto de su hermana.

Lo cierto es que la pequeña tenía razón.

Lisa se estaba comportando como una completa idiota y eso solo me enfurecia. Su mal humor no había hecho más que generar el mío, el cual por obvias razones no deseaba que saliera flote, ya que después de haber compartido un buen inicio de mañana en su casa, solo deseaba que de ahí en más todo marchara de la misma manera.

Pero ella ya había arruinado absolutamente todo.

Lisa no tenía porque comportarte de esa manera, al menos no con Minnie.

-Sí.- musito al darle por completo la razón.- Pero no importa, seguro más tarde se le pasará.- resoplo, esperanzada porque así sea.

-Eres muy paciente.- ríe la pequeña.

No, no era paciente, pero no tenía otra opción.

Si me ponía en su misma posición ambas terminaríamos en una mala discusión, y no deseaba que aquello sucediera. Suficiente había tenido ya durante toda mi vida al ver a mis padres discutir por absolutamente todo, y por supuesto que sé que esto no es lo mismo, pero la verdad es que no quiero que mi relación con Lisa se desarrolle a base de peleas sin sentido.

No deseaba eso para nosotras.

-La clave del éxito en una relación, es la comunicación.- digo sonriente al recordar un artículo que leí en Vogue.

-¿Quién lo dice?- pregunta divertida al creer que no hablo en serio.

Lo más probable es que ella también tenga una perspectiva diferente en cuanto a las relaciones se trata, pero no la culpaba.

Hoy en día nada es para siempre.

-Sofia Richi.- me burlo.- Lo leí hace un tiempo en un artículo de Vogue, es… Muy tonto, ¿No crees?- la pequeña asiente divertida al escuchar mi cuestión.- Bueno, supongo que las cosas así funcionan, tal vez no para todos, pero se ha de intentar.- Minnie asiente nuevamente al oírme, ya que seguro también ha de creer lo mismo.- ¿Qué hay de ti? ¿Te has enamorado de alguien?- pregunto pícara, intentado crear aún más cercanía entre ambas.

-¡¿Qué?! ¡Claro que no!- responde a modo de burla, completamente asqueada por mi pregunta.

-¿A no?- pregunto confusa.

Creí que sí.

-¡No!- ríe.- Esas cosas no van conmigo, además todavía soy muy joven. Enamorarme solo me hará perder el tiempo.

-Yo decía lo mismo.- sonrío.- Ahora mírame, soy novia de tu hermana.- Minnie ríe frente a mí y con su tierna mirada me observa, como si se apiadara de mí por la decisión que he tomado.

Por supuesto que la idea me aterraba, después de todo solo habían pasado unas horas desde que acepté ser su novia.

Mi cabeza estaba siendo un completo desastre, porque para entonces no sabía siquiera lo que quería.

De lo que sí estaba segura, era del cariño que aquella pelinegra me brindaba, a pesar de que muy de vez en cuando también dudaba de este.

Sabía que no había marcha atrás, las cosas ya estaban hechas y de verdad deseaba continuar, a pesar de mi temor y de mis tormentosos pensamientos.

-Mejor sola que mal acompañada, ¿No?- pregunta la menor y yo solo asiento al saber que es cierto.

En más de una oportunidad había podido comprender lo que aquella frase significaba y no solo porque algo así haya sucedido en mi vida personal.