Capítulo 9

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-Su orden está lista. Dos helados de fresa, dos de caramelo y dos chocochips.

Los pequeños chillan al oír al androide mencionar cada sabor de helado. Sus grandes ojitos parecen salir de sus orbes al notar frente a ellos la deliciosa crema que les he prometido minutos atrás cuando mi mirada se vió perdida por breves segundos en la mirada de alguien más.

No me ha permitido pagar por ninguno de ellos, aún así estoy muy feliz de ver a esos pequeñines tan felices.

Esto es lo que necesitaba.

Es lo que necesitaba para sentirme mejor.

Minnie observa a cada uno de ellos con una enorme sonrisa en su rostro, dejándome saber lo mucho que quiere a cada uno de ellos. Todos ellos son muy adorables y lo que más me gusta es el poder oír sus bellas risitas, las cuales son a causa de los chistes malos que cuenta Lisa.

He de aceptar que fui muy ilusa tiempo atrás cuándo creí que aquella adolescente tenía alguna relación con la chica con la que me he estado liando durante los últimos días, pero grande fue mi sorpresa al enterarme de la verdad.

Minnie era la hermana menor de Lisa.

Debo reconocer que para su corta edad luce muy bien, a pesar de que tiene esa escayola puesta. Tal parece que meses atrás la jovencita sufrió una fractura severa al caerse de su bicicleta y ahora está a la espera de que su brazo se componga.

-¿Estás bien?- preguntan cerca a mi oído.

Sabiendo de quién se trata, la miro de reojo para hacerle saber que así es y que no miento. Su mirada se relaja por una mínima de tiempo, pero la preocupación vuelve a esta al ver lo hinchados que están mis ojos.

-No estás bien.- susurra.- No soy tan tonta como crees. Puedo darme cuenta de mucho sin la necesidad de saber absolutamente nada.

Trago grueso al oír lo firme que ha salido su voz, más aún sabiendo que justo aquella frase es la misma que dice mamá. Mi vista se escabulle en su mirada cuando ella trata de adivinar y sin siquiera pensar en los demás, toma mi mentón para que deje de evadirla.

-Has estado rara durante todo el día y no puedes negarlo. Hemos compartido cinco clases juntas y durante todo ese tiempo ha parecido como si tu alma no hubiera estado en ninguna de ellas.

Nerviosa porque los demás nos vean, observo de reojo a Minnie y a los niños quienes comen su helado sin percatarse de lo que sucede a su alrededor.

-Si bueno, hoy estoy algo perdida. Ya sabes, los trabajos y demás me tienen algo estresada.- miento.

Con lentitud me despego de su toque, sonriendo de inmediato al notar cómo Thiago me sonríe de oreja a oreja con sus mejillas repletas de crema de fresa.

Es adorable.

-¿No comelás con nosotlos?- pregunta entusiasmado. Niego sonriente al ver lo bello que es y este se sonroja a más no poder.

-Esto está delicioso.- saborea Minnie con su mirada perdida en su gran copa de helado de caramelo.

-No te sorprendas, ella pedirá otro.- se burla Lisa a mi costado.

-¡Oye! No es cierto.- bufa.

-¡Mentilosa!- chillan los pequeños entre risas.

-Pequeños traidores, ya no los sacaré a pasear.- sentencia con su mirada clavada en en el rostro de los cinco.

-Pliya puede sacarnos.- canturrea Henry.- ¿Veldad?- Lisa sonríe a mi costado, pero enseguida niega. 

-Mi tiempo es muy escaso, pequeño.- comenta entristecida.- Pero si no fuera el caso, estaría encantada de sacarlos todos los días a pasear.

In My Head (Lisa y tú) (G!p) (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora