¿Acaso Lisa y Jennie tendrían razón al compartir su opinión respecto a Yeri?Para ser sincera, no he podido dormir bien después de lo que sucedió ayer por la noche. Tal vez se deba a que disfruté a más no poder junto a esas dos pequeñinas, las cuales me habían sacado más de una sonrisa o quizás por la grata compañía de mi querida Lisa.
Lisa.
Mi querida amiga Lisa.
Suspirando al recordar el nombre de mi fiel compañía, cierro mis ojos para atraer hacia mí los momentos más especiales que compartimos durante toda la noche.
Sus abrazos, sus palabras, sus caricias.
-Joder.- musito a la nada al sentir como mis mejillas se ensanchan en una enorme sonrisa.
¿Debería llamarla?
¿Debería hacerlo ahora?
Son apenas las cuatro de la mañana, y lo más seguro es que ella ahora duerma en la comodidad de su cama. Despertarla solo para conversar de cualquier tema al azar, no me gustaría en lo absoluto, peor aún cuando ella se ha retirado a casa al asegurarse de que yo no necesitaba nada más para poder descansar.
Es imposible para mí no pensar en ella.
Hay algo que simplemente me atrae hacia su persona, algo extraño a decir verdad. Ella es tan buena conmigo, tan dulce, amable, incluso comprensiva, y son todos esos dulces detalles que me hacen dudar de una u otra forma.
Después de lo que sucedió en la biblioteca y que en el transcurso se enterara por mí que aquella espantosa verdad que había oído antes era cierta, sólo me tomó entre sus brazos y a pesar de ello, me besó y no me apartó.
Sé que para Lisa esta no es una tonta amistad, aún así se me hace imposible poder verla de la manera en que ella lo hace.
Tan dulce y relajada es su mirada cuando se encuentra con la mía. Sus grandes orbes cafés brillan como nunca antes había visto en alguna otra persona, admiran y detallan cada cosa sin la necesidad de juzgar o señalar cada imperfección en mí. Su sonrisa gomosa se ensancha en su rostro, lo suficientemente grande como para esconder tras sus mejillas sus hermosos ojos, y su voz, tan relajante y melódica cada vez que menciona mi nombre.
Puede que justo en este momento sueno como una persona demasiado cursi, pero lo cierto es que jamás negaría lo dulce y hermosa persona que fue Lalisa Manoban en cuánto entró a detallar cada día de mi vida.
-Si la cosas fueran diferentes, aceptaría a cualquier costa ser tu novia.- susurro a la nada.
Suspiro al imaginarme sujeta de su mano, caminando por los pasillos del Instituto sólo ella y yo. Estaría segura que aquello sería espectacular para todos, incluso para ambas, pero lastimosamente no me siento lista como para que aquellos escenarios se den algún día.
Perdida en mis pensamientos poso mis manos sobre mi abdomen, creyendo tal vez que así pararía todo el alboroto que causan dichas mariposas en mis entrañas.
El cosquilleo dentro de mi vientre nunca cesa y mis pensamientos por ella tampoco. Todo esto se siente tan extraño para mí, porque incluso ahora puedo sentir ese cosquilleo en la punta de mis dedos.
Pude sentirlo desde que la conocí y toqué por primera vez.
Todavía puedo recordar como las yemas de mis dedos acariciaban su piel y mientras esta se erizaba, ellos se encargaban de transmitirle paz para que borrara absolutamente todos sus nervios de su cabeza.
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In My Head (Lisa y tú) (G!p) (+21)
Fiksi Penggemar"Aquí está la cuestión: estás enamorada de la versión de una persona que has creado en tu cabeza, que estás tratando de arreglar pero no puedes. Uh... La única persona que puedes arreglar es a ti misma. Te quiero, esto ha durado demasiado. Ya es suf...