In My Head (Lisa y tú) (G!p) (+21)

Capítulo 23

(2/2)

-Hola.- saluda Minnie muy alegre al encontrarme en el vestíbulo de su edificio.

-Hola cariño.- sonrío, abrazando a la pequeña por sus hombros.

Tal parece que alguien se ha despertado con las sábanas pegadas al cuerpo. Rio al ver su desordenado cabello sujeto en dos coletas tras su nuca, notando como la pequeña acomoda los tirantes de su mochila y forma un puchero con sus labios al ver el auto plateado que espera por ella fuera del edificio.

-Es una pena que tenga que despedirme tan pronto, pero debo ir a clases.- musita apenada.- Y ya voy llegando tarde.

-Descuida, prometo visitarte otro día.- la tranquilizo.- Es más, este sábado podemos ir de compras, ¿Te gustaría?

-Por supuesto.- chilla de alegría.- Ahora ya debo marcharme, es muy tarde.

-Que tengas buen día.- me despido.

-Gracias.- dice mientras corre hacia el auto. La observo divertida desde mi posición, creyendo tal vez que su enorme mochila podría lastimar su espalda. Minnie sacude su mano en mi dirección al ya estar fuera del edificio y sin más ingresa al auto.

Ella es adorable.

Suspiro al ver el auto marcharse y sin más me giro hacia el elevador. Al llegar al piso de Lisa arreglo con prisa mi cabello y sin darle más vueltas al asunto, llamo a su puerta.

A los segundos esta se abre y sin percatarme, Lisa tira de mí para poder besarme. Sonrío al sentir sus labios contra los míos y la abrazo por su cintura para que esta no me soltara.

Esta mañana me desperté por el insistente sonido de mi celular, pero al saber de quién se trataba no pude enfadarme. Lisa había llamado para preguntar si deseaba desayunar con ella en su departamento, por lo que no pude negarme y acepté sin dudar su oferta.

Lo único que deseaba era estar junto a ella en estos momentos, a pesar de que hace un par de horas habíamos aterrizado en suelo neoyorquino.

-Me alegra verte de nuevo.- jadea.

-Solo han pasado dos horas.- le recuerdo divertida.

-Lo sé, es solo que estaba preocupada por ti.- musita apenada.

Minutos antes de abordar nuestro vuelo con retorno a Nueva York, había tomado una píldora para mis nervios y otra para poder conciliar el sueño, después de todo sabía que estas me harían dormir durante horas, justo lo que necesitaba ya que no tenía ánimos de querer hablar con mi madre.

-Ya me siento mejor.- miento, aún sintiendo lo adolorido que se encuentra mi corazón.

-Puedo notarlo.- dice al volver a besarme. Ambas ingresamos a su departamento, Lisa me guía hacia su cocina y me invita a tomar asiento mientras ella termina de picar algunas fresas.

-Creí que ibas a comprar nuestra comida.- digo, tendiendo mi mano para tomar la mitad de una fresa picada.

-Por un momento también creí lo mismo.- ríe.- Sin embargo por esta ocasión he decidido que seré yo la chef personal de mi hermosa novia.- cuenta pícara.

-Ay pero por supuesto.- rio.- Lili, no sabes cocinar.

-No me subestimes, mujer. Minnie se ha tomado el tiempo de enseñarme algunas recetas.- cuenta alegre dando pequeños saltitos en su lugar.

-¿Bien?- pregunto divertida.- Entonces sorpréndeme.- la aliento.

-Ya que nuestros días en París fueron muy agitados y no pudimos tener la cita que tanto habíamos esperado, he tomado la decisión de traer todo el ambiente parisino a mi humilde morada.- cuenta sonriente.