LA ESTRELLA || Kise Ryota x Tú ||

Capítulo 9

-_______cchi.

-Huh... Ah, hola Kise.

-Hola - sonríe -¿Cómo te sientes _______cchi?

-Pues... bien. Si es por lo del sábado... no te preocupes, tanto, ya pasó.

Le sonreí a la par que entrábamos a la clase juntos pero al mirar hacia mi lugar vi que estaba ocupado, abrí por ojos de par en par y Kise parece igual de sorprendido que yo.

-¿Eh? ¿Esa no es la del sábado?

-Sí... aparentemente...

Apreté mi agarre en la correa de mi mochila, caminé decidida hacia ella que estaba hablando con algunos compañeros.

-Am... oye.

-¿Hm? - ella voltea a verme y su sonrisa se ensancha -. Pero vaya sorpresa... Nos vemos de nuevo.

-Estás... en mi asiento.

-¿En serio? Oh, ya veo.

Ella me sonríe y me ignora después de eso, sigue hablando con la chica frente a ella.

-¿Puedes... moverte? - insistí tratando de no perder los estribos.

-¿Por qué? Es solo un lugar, y yo ya me senté. - su mirada se vuelve más retadora y altanera -¿Quieres otro partido por un lugar? Yo no tengo problemas en vencerte... de nuevo.

Todos los que escucharon aquello nos miran expectantes y sorprendidos. La mayoría me creía invencible en el basket, así que es por eso su asombro. Apreté el puño y di un paso al frente pero entonces siento un brazo sobre mis hombros.

-_______cchi, ven a sentarte conmigo, así me podrías ayudar con un par de materias.

Miré a Kise quien me sonreía, suspiré y asentí sin más. Miré a la chica pero Kise me hace dar media vuelta y dirigirnos a su lugar, aunque noté cuando miró por encima de su hombro a la chica. Se veía serio.

Nos sentamos a lado del otro, la maestra entra a la clase justo cuando suena la campana y comienza a dar la lección, pero antes presenta a la nueva.

-Di tu nombre, por favor.

-¡Sí! Me llamo Yua Watanabe. Es un placer estar con ustedes.

Ella vuelve a sentarse y la maestra continúa. Kise intentó distraerme de Yua todo el tiempo, hasta en los recesos y entrenamientos de deportes. Sinceramente, se lo agradecía... hasta que tuvimos que irnos a entrenar para demás partidos. Los chicos corrían por la cancha, era obvio que el equipo de Kise estaba ganando, yo los veía junto al entrenador.

-¿Cómo los ves? - pregunta él.

-La defensa del equipo dos es insegura, si en un partido real alguien como Kise se les coloca en frente ellos se acobardarán rápido.

El entrenador asiente y enseguida les grita, yo me cubrí los oídos por un segundo pero miré a los chicos y además de sonreírles para reconfortarlos, levanté los pulgares. Ellos me sonríen un poco mejor y tratan de concentrarse en la defensa, ahora sí se notaba un cambio en eso. Finalmente, el entrenador hace sonar el silbato para finalizar el juego, los chicos saludan y agarran sus cosas.

-¡Que cansado! - Kise se tira a mi lado en la banca -Ne, _______cchi, ¿cómo estuve?

Me mira esperanzado de que le dijera algún cumplido, pero quería ser un poco mala esta vez, suspiré y me hice la pensativa.

-Bueno... ¿por dónde empiezo? Bajas mucho el ritmo, o lo subes de más, te emocionas muy rápido o no te concentras bien.

-¡Hik! - su rostro se desfigura al no esperarse las correcciones -. ¿En serio?

Sonreí y reí ligeramente antes de suspirar.

-Sí, en serio... pero... lo estás haciendo bien.

Su rostro cambia drásticamente, ahora estaba contento y animado se levantó de un salto.

-¡Bien! Quiero seguir entrenando.

En ese instante su teléfono, que estaba junto a sus cosas, comienza a sonar. Él lo agarra y contesta.

-¿Eh? ¿Ahora? ¿Es en serio? - se hace el silencio mientras la otra persona habla -Está bien, está bien, entiendo. Voy enseguida.

Él cuelga y se gira con desanimos, explicando que ya tenía que irse porque le surgió una sesión de fotos importante. Se despide y se va corriendo, los demás igual guardan sus cosas para irse.

-¿Y tú? - pregunta el entrenador.

-Cerraré todo cuando termine, quiero entrenar un poco antes de irme.

Él asiente y me da las llaves antes de irse, Kasamatsu se me acerca apoyando su mano en mi hombro.

-No te sobre esfuerces.

-Claro, lo intentaré.

Ambos sonreímos como despedida y los vi marchar a todos, cuando dejaron el gimnasio yo finalmente suspiré con pesar. Agarré la canasta con todas las pelotas de basket que habían y lancé la primera. Abrí los ojos de par en par... fallé...

-Solo... es la primera, no importa.

Agarré otra y la lancé, pero de igual forma fallé... fruncí los labios y apreté los puños, me giré para agarrar otra pelota pero tenía el mismo resultado, y lo hice de nuevo, y de nuevo, y de nuevo. Mis manos comenzaron a temblar por la frustración, nunca me había pasado esto, era horrible.

-¿Tratando de salvar tu orgullo?

Me giré rápidamente al escuchar aquella voz tan molesta. Ella estaba entrando al gimnasio y me miraba con una sonrisa que me molestaba más que su presencia.

-¿Qué haces aquí?

-Supuse que te encontraría aquí... - Agarra una de las pelotas en el suelo -¿Juegas?

La miré confundida pero desconfiada.

-¿Por qué?

-Solo para demostrarte que ni practicando todas las noches después de los entrenamientos de los chicos... podrás vencerme.

Sentí una punzada en mi orgullo, no pude evitar apretar los puños de nuevo. La miré seria y entonces resoplé.

-¿Dos de cinco?

-Que sea uno de diez, terminemos de una. Y recordemos nuestro primer encuentro.

-Como quieras.

Ella me lanza la pelota pero yo la sujeté a tiempo, aunque dudé... mis manos estaban algo tensas y temblando, yo no era así. ¿Qué me pasó?