LA ESTRELLA || Kise Ryota x Tú ||

Capítulo 25

—Riko... sabes que ya te considero una amiga, ¿no?

—Sí, y yo a tí también.

Ambas sonreímos pero con un poquito de falsedad por la competitividad que ambas sentimos.

—Así que me veo en la obligación de disculparme de antemano... por esto...

Kise agarra la pelota, llama la atención de todos y hace un alley oop con mucha fuerza.

—¿Ah si... ? Bueno, entonces yo también tengo que disculparme... por eso.

Kagami le hace un pase a Kuroko para que este se lo devuelva y hagan un lane up con un alley oop.

—Que gane el mejor...

—Lo mismo...

Nos estrechamos las manos y sonreímos abiertamente pero pareciera que estábamos en llamas, los chicos nos miran y ambos equipos retroceden. Apretábamos nuestras manos con fuerza pero al mismo tiempo nos dimos vuelta hacia nuestros equipos.

—¡O ganan o los hago correr alrededor de todo el instituto!

Ambos equipos se tensan y Riko y yo volvimos a mirarnos, nos sonreímos y luego nos alejamos hacia nuestras bancas. Me relajé y miré como ellos terminaban de calentar, miré a Kise corriendo y jugando... me crucé de piernas y apoyé mi codo en mi rodilla para sostener mi brazo cómodamente para apoyar mi mano sobre mi boca y ocultar el hecho de que mordía mi labio inferior. Dios... ¿por qué está tan bueno?

A pesar de eso, me levanté de la banca y me acerqué a la cancha, hacia mis chicos.

—Kise...

—¿Huh?

Me mira antes de lanzar la pelota, le hice un gesto con la cabeza para que se acercara y así lo hizo.

—¿Qué pasa, ______cchi? — sonríe, pero yo lo miraba algo seria y eso lo hizo dudar.

—¿Cómo está tu pie?

Pareció sorprenderse por un segundo pero se puso algo tenso, quizás porque temía que por eso lo sacase del partido. Se esfuerza por ocultar los nervios y me sonríe.

—No te preocupes por eso, _______cchi. Está muy bien, ya me viste, ¿no? — salta un poco.

Me quedé en silencio un segundo pero resoplé y me di vuelta para regresar a la banca.

—Está bien, pero... si veo que comienza a afectarte, haré algo, y no creo que te agrade.

Regresé dejándolo parado allí, se me queda mirando pero regresa a la cancha y yo me senté. El partido iba a comenzar, Kise, Kagami y Kuroko hablan por un corto tiempo pero fue lo suficiente para motivar a los tres. Cuando esto da inicio, lo hacen tan intenso desde ya. Pero Kise no se queda atrás.

—Antes de empezar el partido, Kagamicchi dijo algo que no me gustó. ¿Quién se ha puesto blando aquí?

Sonreí de lado al igual que los otros, se reanuda el partido y nuevamente Kise demuestra ser el mejor. Era como tener a todos los integrantes de "La Generación Milagrosa" en un solo jugador. Miré a Riko quien me miró, sonreí y ella me fulmina pero ambas nos concentramos en el partido.

Los del Seirin no se rendirían aunque Kise fuese de temer, Kuroko intentó nuevamente hacer el tiro fantasma pero Kise lo detuvo, sorprendiendo a todos. Aún así, todos sabemos que el que Kise mantenga la "copia perfecta" depende del tiempo, y ahora solo le quedaban dos minutos. Los del Seirin cambian a uno de sus jugadores por otro que... realmente no parecía la gran cosa... No... aún así habría que cuidarse.

Lo miré atenta, aunque pareciera un gatito asustado... en realidad se movía bien, y era más precavido que los demás, se dió cuenta de todos los peligros que nuestro equipo les resultaba a ellos, y los protegió.

—Mierda, Riko... sí que conoces las habilidades de tus jugadores. — sonreí.

El primer tiempo finalmente termina y el equipo se acerca a la banca.

—Buen trabajo hasta ahora. — dije a los chicos quienes me sonríen.

El entrenador les habla, yo aporté un par de detalles que fueron de importancia para ellos.

—Bien, haremos eso. — indica el entrenador mirándome y yo asentí.

—Que gran idea, _______cchi.

—¡Huh!

Me sobresalté cuando Kise me agarra por la muñeca que me hace sentarme en su regazo, me sonrojé hasta las orejas y empujé su rostro.

—¡I..Idiota! Ahora no.

Me levanté maldiciendo y acariciando el puente de mi nariz.

—Mantente concentrado en ganar o te mandaré a hacer todos los ejercicios habidos y por haber hasta que tus músculos ardan y no puedan ni moverte.

Se endereza como un soldado mientras le baja una gota de sudor por la frente.

—¡Sí, señora!

—Bien. Ahora váyanse ya.

Todos se posicionan en la cancha y el partido se reanuda. Kagami y Kise se encuentran en un hombre a hombre retándose seriamente, pero Kagami consigue pasar a Kise y encestar.

Kise se veía decidido a devolvérsela a Kagami, quería hacerlo... se le notaba que no estaba en sus planes de hoy el perder. Pero hice una mueca cuando vi que su salto fue más bajo y que se movía menos.

—Entrenador... hay que cambiar a Kise.

Él asiente comprendiendo sin necesidad de más palabras, se levanta y va a por otro suplente y suena la bocina.

—¡Cambio de jugador, azules!

—Kise, voy a sustituirte.

—¡¿Por qué a mi?! ¡Aún puedo seguir... !

—Kise, obedece al entrenador. — le ordena Kasamatsu —. Es tu pie, ¿no?

—¿Me descubrieron... ? ¡Aún así, déjenme seguir, puedo hacer esto y más!

—Kise.

Lo llamé, él me mira frustrado. Me sentía mal, sabía que este partido era importante para él, y sabía lo mucho que quería participar... pero no me arriesgaré a que salga lesionado. Él aprieta los dientes y los puños.

—¡Mierda... !

Aún así viene hacia nosotros y cambia con Nakamura. Se sienta con la cabeza agachada, sin mirarme. Sabía que en realidad no quería estar molesto conmigo pero aún así le frustraba. Lo miré mientras el partido se reanudaba, suspiré y me levanté, me pasé al otro lado de la banca, agarré una toalla y agua para remojar la tela y se la puse sobre la cabeza a Kise.

—No dejaré que por uno de miles de partidos, te pongas en riesgo de no poder jugar ni uno más... Sabes que no te sacaríamos si no fuera algo grave.

—Lo sé. — habla por lo bajo y aún frustrado.

Miré su espalda, estaba tenso, resoplé y rodé los ojos por un momento. Apoyé mi mano en la banca para sostenerme y con la otra agarré su barbilla.

—Oye.

—¿Mhm... ?

Se sorprende cuando esta vez fui yo la que une nuestros labios, en este momento me contradecía todas las veces que lo regañé por hacer lo mismo.

—Cálmate — murmuré contra sus labios y me aparté —. Volverás, no te preocupes.

Me pasé al frente de nuevo y me senté a su lado, evitaba su mirada ya que estaba sonrojada, pero sabía que él y los demás que estaban en la banca me estaban mirando. Hice una mueca y bajé la cabeza queriendo esconderme.

—Me siguen mirando así y los hago hacer ejercicios.

Rápidamente apartan la vista, excepto Kise. Volví la vista al partido tratando de ignorarlo y finalmente, luego de unos segundos, suspira y deja de mirarme. Cuando lo vi de reojo, noté que traía una sonrisa nueva en el rostro y eso me hizo sonreír a mí.