LA ESTRELLA || Kise Ryota x Tú ||

Capítulo 16

Lo miré un momento y luego a la pelota. Suspiré y agarré la pelota comenzando a rebotarla un poco, el chico se coloca frente a mi sonriendo pero cuando estábamos a punto de comenzar, escuché voces molestas.

—Pero miren... apareció una rata por aquí.

—Creí que ya las habían espantado...

Apreté los labios bajando la cabeza para no mirar al chico y que él no viera mi expresión de estar por explotar.

—Oye, creí que había quedado claro que no podías regresar aquí.

Ellos me rodean, las chicas trataban de hacer que me dejaran en paz pero claro... no les harían casi a ellas.

—¡Ustedes cállense niñitas!

—Tú... — uno de ellos me agarra por la muñeca pero al instante otro lo agarra a él —¡¿Ah?!

—¿Quién eres tú? ¿Otro amiguito rata?

—Ja... que valiente eres al hablarme así. Imbécil.

La expresión que hizo el chico pareció intimidar a los otros, además de que al que estaba agarrando pareció comenzar a dolerle porque hizo una mueca.

—¿Quién eres... ? — pregunta este.

—Shogo Haizaki, recuérdenlo.

Haizaki suelta de golpe al chico y lo empuja un poco. Los otros lo ayudan y miran mal a Haizaki.

—Lárguense de aquí. Y no vuelvan a molestar.

Ellos se miran entre sí pero por primera vez son inteligentes y se van huyendo, miré a Haizaki quien me daba la espalda. Supongo que... no es tan malo... Pero entonces, ¿por qué Kise reaccionó de esa forma al verlo?

—Supongo que... debo agradecerte... y disculparme por ser grosera la otra vez.

Haizaki me mira sonriendo al escucharme.

—_______ _______... Así me llamo...

—Es un gusto, _______.

Ambos nos miramos por un momento, entonces yo suspiré y miré mi reloj abriendo los ojos de par en par.

—Tengo que irme. Am... nos vemos...

Asiente, me giré hacia las chicas y también me despedí antes de ir a por mis cosas y salir casi corriendo hasta mi casa. Saludé a mis padres al llegar y fui directo a mi habitación, dejé mis cosas en mi cama y miré por todos lados.

—¿Dónde está... ?

Miré de bajo de mi cama y encontré el balón. Sonreí ligeramente y lo agarré, busqué el aro, ya que lo había sacado luego de deprimirme, lo encontré y volví a colocarlo. Suspiré para concentrarme de nuevo y lancé el balón, sonreí cuando vi que entró, rebotando contra el tablero, pero entró.

Era un buen comienzo.

Miré mis manos, recordé todo lo que Kise me había dicho en nuestros encuentros para entrenarme, me sonrojé pero no dejé de sonreír y aceptar que todo esto era bueno y que debía de continuar. No debía de volver a deprimirme.

Mi teléfono vibra un segundo, lo agarré y vi que se trataba de un mensaje de Kise.

Kise: Mañana tendremos un partido, ¿irás, verdad?

Sujeté mejor el teléfono y escribí mi respuesta rápidamente.

Yo: Claro, estaré ahí.

Kise: ¿Para animarme a mí?

Me reí al leer aquello, rodé los ojos con diversión pero volví a escirbir mi respuesta.

Yo: Hm... no sé, quizás y prefiera animar a Kasamatsu, juega muy bien últimamente.

Kise: ¡Que mala! ¡¿Y a mí no?

Yo: Está bien, está bien.
A ti también.

Kise: ¡Bien!

No respondí más y dejé mi teléfono a un lado, suspiré y me tiré a mi cama sonriendo. Miré el techo, recordé cuando Kise me dijo que le gustaba y automáticamente me envolví entre mis mantas y ahogué un grito en ellas, mi cuerpo entero estaba rojo y yo no paraba de emocionarme.

—Pero... ¿Cómo es estar en una relación... ?

Mis miedos nuevamente atacaron mi mente, ya que nunca supe que es estar en una relacion ni como mantenerla. ¿Podría ser una buena novia para Kise?

Todos los momentos con Kise pasaron por mi mente, su sonrisa, sus halagos, sus chistes malos o sus ganas de atención de mi parte; volví a sonreír y ocultar mi rostro en mi cama.

—Bueno, da igual... que pase lo que tenga que pasar.

Me levanté y justo en ese momento escuché el llamado de mi madre para ir a cenar, le respondí antes de salir de mi habitación y acompañarlos.