Capítulo 23

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Sonreí al escuchar los pasos acercarse hasta donde estaba yo haciendo tiros libres.

—Comenzaba a creer que te habías acobardado.

—Acabemos con esto. Te demostraré que soy mejor.

Sonreí, hice un clavado de espaldas para verle el rostro y caí al suelo limpiamente. La miré y le lancé la pelota.

—Te dejaré empezar.

Chasquea la lengua y rebota la pelota, pero en ese momento entran todos los del equipo y se colocan en las gradas.

—Que bien, tenemos público. Me vinieron a verte vencer. Esto no durará mucho.

—¡Cállate y juega!

Ella pasa a mi lado, yo no me moví y solo la dejé encestar. Ella me mira sin comprender pero yo fui a por la pelota. Entonces pasé junto a ella con tanta velocidad que la sorpresa la hizo tropezar con sus propios pies y caer al suelo, llegué hasta su aro y encesté.

—No volveré a caer contigo. No permitiré que vuelvas a hacerme dudar de mí misma. Y no dejaré... que me lo quites todo.

La miré con seriedad, ella me miró de tal forma que pareciera como si supiera cual era mi nuevo nivel y que ella no estaba ni cerca de mis talones. Miré a Kise de reojo, él sonríe con orgullo, volví la vista a Yua cuando ella se levantó.

—Solo hablas porque sabes hacerlo...

—¿Yo? Tú dijiste que me robarías todo lo que tengo... nuevamente te pregunto ¿Qué sucedió en todo caso?

Aprieta los dientes y va a por la pelota. Corre hasta mi aro, la dejé llegar pero cuando saltó yo golpeé la pelota, tocamos suelo y al instante lancé desde donde estába y encesté. Yua nuevamente va por la pelota, y otra vez yo se la quité. Hice un par de jugadas, entonces retrocedí un paso, pasé la pelota por mi espalda y desde ahí la lancé por encima de mi cabeza. Yua se concentró en saltar para atraparla, pero yo pasé por un lado, la agarré y seguí adelante.

Y nuevamente cuando Yua tuvo la pelota, se la quité y encesté. Entonces, cuando el juego se estaba volviendo más emocionante ya que Yua estaba dándole todo... sentí que algo más pasaba conmigo, como si me concentrara tanto que mis movimientos se volvían automáticos y frenéticos.

Creo que sabía lo que era, había entrado en "La zona". Lo había conseguido sin querer y sin darme cuenta. Supongo que mis ansias de ganar y demostrarle a Yua que no volvería a derrotar me me hicieron conseguir este logro.

—¡Aún no termino! — dice Yua.

Pero no pudo hacer nada. Le quité la pelota, la mareé y girando sobre mi propio eje la esquivé y pasé por su lado. Quedé espalda con espalda con ella y lancé desde nuestras posiciones. Lo hice todas las veces, hasta llegar a los diez puntos.

Yua se apoya en sus rodillas temblorosas como sus brazos, y trata de recuperar el aliento. Yo me coloqué frente a ella mirándola con seriedad.

—Así fue como estuve yo, cansada y con el orgullo destrozado... No es lindo ¿verdad?

—¡Cállate!

Yua intenta golpearme pero solo tuve que retroceder mi cabeza hacia atrás para esquivarla, hice girar la pelota en un dedo mientras la veía.

—Jamás entenderé como es que te divierte el humillar a otros... Acabo de vencerte diez a uno, y no se siente divertido.

Dejé de girar la pelota y resoplé.

—No tiene caso, es una perdida de tiempo tratar de entenderlo. Como sea, he ganado, cumple con tu parte y vete de aquí.

Me di vuelta, lancé la pelota hacia la canasta con las demás y me acerqué a la banca, Kise estaba allí con mi toalla y botella en mano. Me las tendió sonriendo.

—Felicidades, ______cchi.

Bebí un poco de agua, me sequé el sudor rápido y dejé ambas cosas a un lado para luego estirar por la remera a Kise y unir nuestros labios.

—¡Mierda!

Escuché, después como Yua se iba pero nos separamos justo cuando el entrenador entró.

—¿Qué están haciendo todos? Comiencen a calentar.

—¡Sí!

Los chicos empiezan a trotar al rededor de la cancha y yo miré a Kise que se quedaba a mi lado.

—¿Qué haces aquí? — me crucé de brazos —No porque seamos más cercanos significa que tendrás algún privilegio.

—¿"Más cercanos"? _______cchi, prefiero que digas que somos novios.

Me sobresalté y sonrojé a la vez, miré a Kise sorprendida y avergonzada pero él sonreía con entusiasmo. Mi corazón se acelera hasta tal punto que creía que iba a explotar, pero me obligué a calmarme y aparté la mirada.

—N..No me lo pediste... ¿Por qué debería?

—¿Eh?

—Además. Harás cinco vueltas más que el resto.

—¡¿Eh?!

—Por andar de vago aquí y no trotando allá. Vamos.

Lo empujé a la par que Kasamatsu lo agarra por el cuello de la camisa y se lo lleva mientras lo regaña.

Los vi trotando hasta acabar, luego Kise quien se tiró al suelo dramatizando. Me aguanté la carcajada pero ayudé al entrenador con las pelotas, lancé una a cada jugador y mientras ellos hacían ejercicios, yo organizaba la planilla y los horarios del equipo.

—El siguiente es el Seirin... — murmuré sonriendo —. Nos volveremos a encontrar.

LA ESTRELLA || Kise Ryota x Tú ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora