~Tn Adams~
—Jin, basta, me voy a caer. —dije riendo mientras intentaba no caerme.
—Jamás te dejaría caer y lo sabes.
—Pero ni siquiera puedo pisar bien.
—¿Quién te manda a traer tacones?
—¿Quién te manda a sacarme del trabajo? —respondí del mismo modo.
Seguimos caminando con Jin detrás de mí mientras bloqueaba mi vista con sus manos, era un camino algo rocoso por lo que me costaba mucho trabajo pisar con los tacones, realmente no temía caerme, si no romperme un tobillo.
—¿Estamos en un río? —pregunté al escuchar el sonido del agua.
—No lo sé, tú dime.
—¿En la playa?
—No te voy a decir linda. —respondió riendo levemente para después dejar un sonoro beso en mi mejilla. —Casi llegamos.
Caminamos durante unos minutos más, podía sentir la brisa fresca pegar contra mi rostro y mover mis cabellos a su ritmo, el aire pasaba a través de la delgada blusa que tenía puesta pero el miedo a caerme era más que el frío, escuchaba el movimiento del agua como si de la orilla del mar se tratara así como el canto de los pájaros que por ahí pasaban, sentía el suelo rocoso en mis pies a pesar de traer zapatos y cuando menos lo esperé comencé a sentir pequeñas gotas de rocío rozando mi piel. Ya sabía en dónde estábamos.
—Llegamos.
Dejé de sentir sus manos sobre mis párpados y abrí mis ojos poco a poco acostumbrándome a la luz que desprendía el ambiente.
—Lo sospechaba. —dije sonriente.
—¿En serio?
—Sí.
—Aquí vinimos cuando cumplimos dos años de novios, poco antes de que, bueno, pasara todo lo que pasó y yo me fuera.
—Lo sé, lo recuerdo perfectamente. Y bueno, ¿Qué hacemos aquí?
—Quería hablar contigo.
—¿Debo preocuparme? —pregunté abte su expresión.
—No, no, para nada, no es algo malo, o al menos no creo que lo sea.
—Ok, suéltalo.
—No creas que lo que te voy a decir es por nuestros padres, no he dejado que influyan en esta decisión, ha sido completamente idea mía el decirte esto así que por favor tómalo con calma. —dijo y asentí. —Sé que hemos tocado muchas veces el tema y siempre terminamos en lo mismo, pero creo que siempre obtenemos el mismo resultado por miedo a la reacción del otro si el resultado llegará a ser diferente, siempre hemos dicho que ni tú ni yo queremos casarnos, y menos por la iglesia, pero pensé que tal vez, y no es que me sienta mucho, pero creo que podría funcionar, tú y yo tenemos una química tan linda, al menos yo la siento y estoy seguro de que tú también, podríamos casarnos Tn, estoy seguro de que con el amor que nos tenemos nada nos podrá salir mal nunca más, sería un completo éxito, para ti, para mí lograr estar unido con la mujer a la que tanto amo y adoro con toda mi alma, y por eso te pregunto Tn Adams. —se arrodilló frente a mi y sacó una cajita con forma de Mickey Mouse del bolsillo de su pantalón. —Tn Adams, ¿Me harías el honor de ser mi esposa?... No, más bien, ¿Me darías permiso de ser tu esposo por favor?
—¡Si!¡Por supuesto que sí!
Me lancé a sus brazos haciendo que me recibiera y comenzara a dar vueltas conmigo en el aire.
—¡Oh por Dios, gracias, gracias! —exclamó Jin.
Me besó una vez estuvo frente a mí, fue un beso largo y muy lindo, incluso algunas personas que pasaban por ahí se nos habían quedado viendo y murmuraban palabras lindas así como felicitaciones y daban uno que otro aplauso.
—Te juro que por un momento creí que dirías que no. —dijo una vez nos separamos.
—¿Cómo por qué diría que no?
—Porque sé que no querías casarte.
—Contigo haría lo que sea, hasta lo que una vez juré no hacer, te amo tanto que me iría contigo hasta el fin del mundo si fuera necesario.
—Creo que jamás me habías dicho algo tan bonito, excepto en mi casi boda. —dijo sobre mis labios.
—No hablemos de eso, ¿Quieres?
—Ok.
Volvió a juntar nuestros labios esta vez en un beso más lento y tranquilo.
—¿Te he dicho cuánto te amo?
—Deberías hacerlo más seguido sin duda alguna, pero sí.
—De verdad no sé qué haría sin ti.
—Llorar probablemente.
—Pero si fuiste tú la que lloró toda la noche porque me iba a casar.
—Hubieras hecho lo mismo estando en mi lugar.
—Para qué te digo que no si seguramente hubiera estado peor. Ahora, vámonos.
Me cargó al estilo princesa haciendo que riera por la impresión, las personas alrededor nos aplaudían levemente y agradecimos con algunas sonrisas, Jin se encargó de subirme a su auto y después subió él, condujo por una hora aproximadamente hasta que llegamos de nuevo a la ciudad.
Paramos frente a la torre CN.
—¿Qué hacemos aquí? —pregunté.
—¿No es obvio? Vamos a cenar.
Dejamos su auto con el valet parking y subimos hasta el restaurante giratorio.
—Buenas noches, tengo una reservación a nombre de Kim Seokjin. —le dijo al mesero que nos recibió.
—Oh, por supuesto, señor Kim síganme por favor.
Lo seguinos dentro del restaurante y me sorprendí al notar que no había nadie más aquí aparte de nosotros.
—¿Jin?¿Por qué no hay nadie?
—Reserve el restaurante entero, así las mesas no obstruyen nuestra vista de la ciudad.
—Eres todo un caso.
Por los altavoces del lugar comenzó a sonar Yellow de Coldplay, haciendo llegar infinidad de recuerdos a mi mente.
—Wow, tantas cosas pasan por mi cabeza ahora mismo, hemos sido muy felices, ¿No?
—Definitivamente, no podría pedir más felicidad que la que tu me das, es más que suficiente.
—Esa canción es tan bonita.
—Es para ti.
—¿Qué?
—Tn, quiero dedicarte esa canción, describe exactamente todo lo que siento y pienso de ti, no hay mejores palabras que esa canción para expresarte mi amor, o tal vez haya otra, pero la guardaré para más adelante.
Pasamos la velada entre platicas, coqueteos y caricias, contándonos lo que sentíamos el uno por el otro, casi como compitiendo por quién amaba más al otro, parecíamos unos niños, al igual que cuando estábamos en la universidad, y él tenía razón, toda la felicidad que alguna vez pude hacer tan sólo imaginado ahora estaba frente a mi, con la persona que más amaba en el universo y definitivamente no podía pedir más.
。๑✿♡✿๑。
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♡Fallin' All In You♡(Kim Seokjin & Tn)
FanfictionTn Adams y Kim Seokjin, dos jóvenes completamente diferentes con una cosa en común, ambos estudian administración de empresas en la universidad de Toronto, Canadá. Tn por un lado siempre ha vivido en dicho país, Jin, en cambio, era un simple estudia...