♡Fallin' All In You♡(Kim Seokjin & Tn)

♡29♡

~Tn White~

—¡¿Qué?! —preguntamos sorprendidos Jin y yo al unísono.

—Cierren la boca, se les va a meter una mosca. —dijo Sohee.

—¿Qué crees que haces? —preguntó Jin al ver todas sus cosas fuera de su oficina.

—¿No es obvio? Saco las cosas viejas para meter las nuevas a mí oficina.

—¿Tu oficina?

—La carta poder. Ahora trabajarás en administración, tu padre dijo que empezarás desde abajo y tal vez poco a poco puedas ir subiendo.

Terminó de decir eso y se metió a la que era la oficina de Jin azotando la puerta.

—No puede hacer eso, ¿O sí? —pregunté.

—Pues creo que ya lo hizo... Ahg, descuida, hablaré con mi padre tarde o temprano.

—¿No te ha contestado desde el viernes?

—No, lo peor es que seguro tendré que viajar hasta Corea para hablar con él, sabes cómo es.

—Vamos, te ayudo. —dije levantando algunas de sus cosas del suelo.

—Todo esto no va a caber en uno de los cubículos de abajo.

—¿En serio estás pensando en acomodarte en un cubículo de abajo? —pregunté.

—Pues, no sé qué más puedo hacer.

—Darle el gusto de verte allá no es una opción, sabes que no rebajo a ninguno de los que trabajan aquí porque sé que cado uno así sea el de la limpieza es una parte clave para que todo esto funcione, pero ella quiere verte abajo y no puedes permitir eso.

—Tú... Ahg, ¿Qué haría sin ti? —dijo envolviéndome en un abrazo y dejando un besito en mi frente.

—Hey, hey, aquí no. —dije despegándome de él.

—La verdad. ya no me importa que nos vean. —dijo.

—No es por eso, ella se puede aprovechar de esto y no quiero que eso pase.

—Bueno, en ese sentido tienes razón.

—Ahora ven, pongamos esto en mi oficina mientras. —dije y comencé a levantar más cosas para meterlas poco a poco.

Fuimos acomodando las cosas de modo que cupieran porque mi oficina a pesar de ser grande, era más pequeña que la de Jin.

—Wah, tu silla es tan cómoda. —dije dejándome caer en ella.

—Lo sé, podríamos hacer más que sentarnos en ella. —dijo con un tono algo seductor.

—¡Jin! —reproché y él río.

—Es broma pero si quieres no es broma.

—¡Yah!

En todo lo que restó del día Jin se quedó en mi oficina tratando de contactar a su padre por el medio que fuera, pero ni siquiera los correos electrónicos respondía.

—Esto es inútil, tendré que viajar a Corea, el único detalle es que mis cuentas están congeladas, así que no puedo ni comprar un boleto de avión.

—Yo los compro. —dije sin siquiera pensarlo.

—¿Qué? No, no tienes que hacer eso.

—Pero quiero ayudarte, tú siempre me ayudabas cuando de este tipo de cosas se trataban.

—Está bien, lo aceptaré, pero con la condición de que después me dejes pagarte todo.

—Jin... Sabes que no es necesario.