♡Fallin' All In You♡(Kim Seokjin & Tn)

♡14♡

·2 años después·

~Tn Adams~

–Licenciada. –escuché una voz masculina al mismo tiempo que unos golpes en la puerta de mi oficina.

–Pase. –dije y entró uno de los chicos del mi área. –Oh, hola James.

–Hola Tn, tengo unos permisos que debes firmar.

–Claro. –dije y extendí mi mano, me los entregó y les di un vistazo rápido.

–Son de la nueva tienda departamental que se abrirá en Vancouver.

–Es lo que veo, mmmm... Consulta la fachada de la tienda con los de diseño, no me convence, ve que pongan algunos colores más fríos o algo así.

–Ok.

–Me lo vuelves a traer para ver cómo quedarían y los firmo.

–Sí, gracias.

–A ti. –dije y se fue.

Continué trabajando alrededor de cuatro horas más en todas las estadísticas que tenía que revisar y algunos cálculos mal hechos que debía corregir.

Sonó la alarma en mi smartwatch indicando que ya era hora de la comida, cerré la laptop y tomé mi cartera de mi bolso, salí de mi oficina y me dirigí al octavo piso en donde era el departamento de textiles.

–Toc, toc. –dije tocando la pared de la oficina.

–Oh, Tn, ¿Ya es hora? –preguntó.

–Sip.

–Oh rayos, se me fue el tiempo con tanto trabajo que tengo.

–Lo entiendo, ¿Vamos?

–Sí.

Tomó su cartera y salió de su oficina.

–Tn. –dijo.

–¿Sí?

–¿Sabes algo del nuevo director? –preguntó.

–No realmente, dijeron que es alguien de muy arriba, algo así como la mano derecha del Señor Kim.

–Si eso es cierto sería algo extraño, ¿No?

–¿Por qué?

–Digo, si es la mano derecha del Señor Kim, ¿Por qué vendría hasta acá?

–Bueno, dijeron que veían un gran trabajo en esta sede y un gran potencial, así que querían ver el método de trabajo para aplicarlo en todas las sedes.

–Wow.

Entramos a la cafetería a la que siempre íbamos e hicimos nuestros pedidos.

–¿Sabes? Dicen que es un hombre extremadamente guapo. –dijo Sara.

–¿Enserio?

–Sí, dicen que está de locos, la verdad no puedo esperar para conocerlo.

–Puedo notarlo. –respondí riendo levemente.

–Bueno, y aunque lo conociera, realmente no podría pasar tiempo con él, es decir, soy una simple empleada, aquí serías tú quien vendría teniendo oportunidad alguna con él.

–Ay por favor, sabes que no.

–Tu oficina está a un lado de la suya.

–¿Y eso qué? Además, no olvides que soy papa casada.

–Y ahí vas de nuevo, ¡Ni siquiera vives con él!

–Pero es una relación seria.

–Ahg, que aburrida, no olvides que ese tipo nunca me gustó para ti.