CAPITULO 21

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¡Me había roto una uña!
Por culpa de aquella salvaje mal vestida había perdido una uña, y aparte de sangrar por la nariz había logrado marcar mi cara dejandome la mejilla algo rojiza con algún que otro rasguño.
¿Qué clase de salvajes iba a seguir encontrandome?
Dejé de mirarme en el espejo de aquel baño y caminé fuera cuando los vitoreos y los aplausos sonaron  dandome a entender que Thomas y su rival habían entrado en el ring.
Me deslicé entre la gente buscando con la mirada a Thomas, pero mis ojos lograron ver antes a Jacob que fumando un puro y bebiendo de un vaso reía acompañado de otro chico.
Con agilidad me escondí entre la multitud intentando pasar desapercibida ante sus ojos.
¿Y si me veía y me delataba contandole todo a Liam?
Tragué saliva.
Thomas me había dicho que no saliera del baño, que me quedara allí hasta que él pasara a recogerme.
¿Por qué me costaba tanto hacer caso? ¿Por qué en el fondo me molestaba permanecer alejada de él?
La pelea comenzó llamando mi atención mientras asustada me llevé una mano al pecho por miedo a que pasara algo grave.
Thomas tumbó de un puñetazo a su contrincante que parecía estar perdido en aquel ring. ¿Le debería también dinero a Jacob?
Volví a buscar con la mirada a Jacob, pero me sorprendí cuando vi su silla vacía. Con rapidez miré a mi alrededor y mi corazón se congeló dejandome sin aliento cuando cerca de unas escaleras Jacob reía estrechando la mano de Liam.
¡¿Qué hacía Liam en aquel lugar?!
Los dos subieron las escaleras sin dejar de hablar y reír mientras yo detrás de ellos intentaba seguirles y escuchar su conversación.
Subí los peldaños en completo silencio escuchando esta vez la voz de una chica que llamó aún más mi atención.
-Irina es la mejor que encontrarás- dijo Jacob mientras una chica de largo cabello castaño y ojos azules como el mar estrechaba la mano de mi novio.
-Lo siento- Liam sonrió comiendose con la mirada a esa tal Irina- las prefiero rubias.
Jacob soltó una carcajada y abrió una puerta donde los tres entraron cerrandola de golpe.
Con rapidez eché a correr hacia esa puerta y pegué mi oreja intentando escuchar.
-Irina tiene miles de pelucas- la voz de Jacob sonaba con claridad- en cuanto la pelea acabe te la podrás llevar.
Abrí los ojos como platos sintiendome decepcionada completamente. ¿Liam me era infiel con prostitutas?
-Ya he visto al chico- esta vez la voz de Liam me hizo pegar más la oreja a la puerta- ¿vas a tenerle por más tiempo así?
-Ese tio es una mina de oro.
¿Hablaban de Thomas?
-Le tendré peleando para mi hasta los noventa años - Jacob soltó otra carcajada- sabe que tendra que acatar todo lo que digo si no quiere que mate a su familia.
Liam se rió a carcajada limpia mientras yo no salía del asombro. Tantos años con él  y jamás había conocido aquella faceta.
Unos pasos me sobresaltaron haciendome correr hacia otro cuarto para ver con la puerta entreabierta como Jacob salía encendiendose otro puro, dejando a Liam con aquella prostituta asolas.
Aún no podia creerlo, ¿Liam me era infiel? ¿Por qué jamás lo había sospechado?
Era mi prometido, la pareja con la que llevaba años, y  aún así había cosas de su vida que desconocía.
Puse los ojos en blanco. ¿No estaba haciendo yo lo mismo?
Hace unos minutos había besado a Thomas dejandome llevar por la atracción que sentía hacia él, olvidandome de que en poco más de un año me casaría con otro hombre. ¿Cuantas cosas no sabia de mi vida Liam? ¿Por qué seguiamos juntos si los dos cuando nos girabamos haciamos cosas de las que no hablabamos?
Salí del cuarto tras asegurarme que no había nadie y bajé las escaleras algo desganada. Miré hacia el ring donde aún seguían matandose entre ellos y caminé esta vez hacia la salida.
Ya no tenía ganas de nada, después de que toda mi realidad se desmoronara ¿Qué quedaba?
Sabía que tarde o temprano tenía que acabar casándome con Liam...pero ¿como iba a hacerlo después de lo que habia visto? ¿Como decirle todo y quitarle la mascara si yo también le ocultaba cosas?
Caminé por la calle ya desierta olvidandome por un segundo del miedo, sin sacarme de la cabeza como Liam se comía con la mirada a aquella chica que iba a ofrecerle sus servicios a cambio de unas monedas.
De repende las luces de un coche me cegaron cuando frenó justo a mi lado.
-¿Qué haces tú aquí?- Jake bajó la ventanilla de su coche y me observó frunciendo el ceño.
Sin contestar rodeé el coche y abriendo la puerta me senté en el asiento del copiloto.
-Llevame al bar-dije incapaz de mirarle.
Jake sin hacerme más preguntas arrancó el coche y aceleró subiendo de nuevo la ventanilla.
-Ya veo que ha sido una mala noche..-susurró mirandome desde el rabillo del ojo.
-Me han pegado, robado, mentido, engañado y decepcionado- dije cruzandome de brazos cuando él frenó en frente del callejón que conducía al bar.
-Entra al bar y no salgas hasta que venga- esta vez sus ojos al fin coincidieron con los míos- aquí no puedo aparcar el coche.
Asentí bajando y mirando aquel callejón de nuevo. ¿Había hecho bien en venir sin Thomas?
Cerré la puerta del coche y caminé decidida hacia el bar.
Nada más abrir la puerta clavé la mirada en el hermano mayor de Thomas ¿Sabría él donde se encontraba su hermano?
Puse los ojos en blanco y caminé hacia la barra ignorando las miradas curiosas que siempre me acompañaban en aquel lugar.
-¿Qué es lo más fuerte que tienes?-pregunté mirando a aquel camarero que tenía bagamente la mirada parecida a la de Thomas.
-Wiskhy- me sonrió sirviendomelo sin dejar de sonreír- el mejor de la zona sin duda.
Me lo bebí de un trago asqueada por el fuerte sabor, y clavé la mirada en él.
-Otro-dije.
-James- la voz de Jake detrás de mi me hizo girar la cabeza-sirveme otro a mi.
Se sentó a mi lado y me sonrió desviando la vista hacia mi vaso.
-¿Qué celebramos?-preguntó.
Puse los ojos en blanco y en cuanto James me sirvió más Wiskhy me lo bebí de otro trago bajo la atenta mirada de los dos.
-No estoy celebrando nada..-susurré haciendole otro gesto para que llenara de nuevo el vaso- o sí, no lo sé.
Cuando James volvió a sacar la botella se la arrebaté y le di un largo trago hasta que Jake me la quitó frunciendo el ceño sin entender nada.
-Te encuentro a horas donde las chicas de bien como tú no deberían estar en la calle y mucho menos en ese lugar- le devolvió la botella a James sin dejar de mirarme- y ahora te pones a beber como si fueras una alcohólica ¿se puede saber que está pasando?
-Thomas le ha roto el corazón- James limpió la barra mirando esta vez a Jake- sabes que todas vienen después despechadas a instentar romperle algo en la cabeza.
James soltó una sonora carcajada y se alejó negando con la cabeza.
-¿Estás así por Thomas?-preguntó Jake viendo como me bebía esta vez también su vaso- ¿te ha dicho o hecho algo?
-Estoy harta de que los tios os creáis superiores a nosotras-le apunté con el dedo con gesto enfadado- ¿Por qué tu puedes irte de putas y yo no?
-¿Perdón?
Me puse de pie algo mareada. ¿Qué diablos llevaba aquel wiskhy?
-Ada ten cuidado- Jake me agarró del brazo y me obligó a mirarle- te voy a llevar a casa.
Negué con la cabeza y le propiné un empujón.
-¡No pienso volver a esa cárcel!
Mis ojos se hinundaron de lagrimas y volví a golpear su pecho con mis puños llamando la atención de todo el bar.
-Ven..-susurró Jake cogiendome en brazos y caminando conmigo hacia las escaleras mientras yo ya derumbada lloraba hundiendo mi cabeza en su cuello.
Subió los peldaños con rapidez y llamó con fuerza a la puerta que se encontraba al final.
La puerta se abrió y Jake no tardó en entrar mientras escuchaba otros pasos detrás de nosotros.
-¿Pasa algo?
Reconocí la voz de inmediato mientras levantaba la cabeza para ver a Emily en pijama con rostro lleno de preocupación.
-Ada no se encuentra bien-con delicadeza me dejó encima de una cama y miró a Emily - traeme un vaso de agua.
Ella sin perder tiempo corrió alejandose de nosotros en busca de aquel vaso de agua que realmente necesitaba. Sentía la garganta seca después de beber ese wiskhy que parecía sacado del infierno. ¿Era legal vender alcohol con tantos grados?
-Pasa la noche aqui- Jake llamó de nuevo mi atención pasando su mano por mi pelo- mañana será un nuevo día.
-¿Donde estoy?-pregunté intentando ver con claridad  la habitación.
-Es mi cuarto- Emily entró por la puerta ofreciendome el vaso de agua- se que no estás acostumbrada a una habitación tan pequeña, pero es preferible quedarte aqui y no volver en tu estado a casa.
Se sentó al lado de Jake y esbozó una sonrisa.
-Mi padre me cortaria el cuello si llegara borracha a casa- pasó su mano por mi rodilla bajo mi atenta mirada- así que puedes quedarte.
Jake se puso de pie mientras yo bebia de mi vaso. ¿Como había podido pensar que eran una panda de delincuentes?
-Gracias..-susurré.








LA FINA LÍNEA QUE NOS SEPARADonde viven las historias. Descúbrelo ahora