CAPITULO 29

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Me cubrí con la almohada intentando controlar mi llanto que me ahogaba y consumía en aquella grande y vacía habitación.
Había dejado la ventana de mi cuarto abierta con la esperanza de que Thomas subiera para consolarme, pero.. ¿Como iba a explicar la reacción que habia tenido en su casa? 
Me hice un ovillo en la cama sintiendome más pequeña y sola que nunca. ¿Con quien iba a poder desahogarme si nadie me lograba entender?
Las lagrimas saladas rozaron mis labios y mi llanto ahogado aumentó al recordar la risa de Thomas mientras me alborotaba el cabello en su cocina. Cuando con unos ojos repletos de sinceridad me confesó que aquello iba más enserio de lo que yo me imaginaba, o de lo que yo realmente quería.
Me levanté de la cama y caminé arrastrando los pies hacia la ventana, dejando que la suave brisa veraniega me acariara el rostro mientras mis ojos buscaban con desespero a Thomas.
¿Qué me estaba pasando?
Me senté en la repisa abrazsndo mis rodillas desnudas y miré con la vista algo borrosa como caían las lagrimas encima de mis brazos miemtras no dejaba de darle vueltas al mismo tema.
Si mi padre no esperara tanto de mi...si fuera una chica de clase media normal podria estar con con quien quisiera y no tener que casarme mientras sentia como me arrancaban las alas impidiendome volar fuera para buscar mi propio camino.
Liam era un chico guapo, de eso no cabia duda, pero jamás habia conseguido llegar a interesarme o fascinarme. No sabia si por poco interes por mi parte o porque realmente no habia nada en el interioe de Liam que despertara una chispa en mi.
Al fin de cuentas, no todo el mundo vale, no todo el mundo te hace tocar el cielo con los dedos con un simple beso, no todo el mundo te hace mirar el universo entero en una simple mirada y mucho menos no todo el mundo acelera los latidos hasta temer por la integridad de uno mismo. ¿Y si moría por un paro cardiaco con solo el roce de su mano en mi cintura?
Tragué saliva recordando como Thomas besó mi mano mientras me presentaba orgulloso ante aquella chica con la que habia tenido dios sabe qué. ¿Acaso no es eso lo que busca cualquier persona?
No quiero un Liam que me muestre como un trofeo, quiero un Thomas que besé mi mano orgulloso de tenerme al lado.
Unos golpecitos en la puerta me sacaron de mis pensamientos llamando mi atención.
Bajandome de la repisa caminé hacia la puerta y la abrí secandome las lagrimas con las manos al ver a Erick.
-He escrito otra carta para Megan- me miró frunxiendo el ceño - ¿Por qué lloras?
-Nada...-susurré en un hilo de voz.
-Venia a traerte la carta que me prometiste meter en el bolso de Megan y...-bajó el tono de voz acercandose a mi- el chico del otro dia está en mi cuarto.
Abrí los ojos como platos y apartandole con mi mano salí disparada de mi cuarto.
¿Qué hacia Jake aqui?
Bajé las escaleras a toda prisa y dirigiendome hacia la cocina abrí la puerta que llevaba al cuarto de Erick.
-Hola- Jake sentado en la cama con los dedos de las manos entrelazados me miró con semblante serio.
Bajé las escaleras lentamente sin apartar la mirada de él, olvidandome por un instante que solo una camiseta algo corta cubria mi cuerpo.
-Solo venía a ver como estabas- se explicó poniendose de pie- te fuiste tan rapido que...
- ¿Has traido el coche?- le interrumpí.
Jake asintió.
-Necesito que me lleves a Canning town-dije terminando de bajar los ultimos escalones- necesito ver a Jacob y hablar...
-¿Hablar con Jacob?- Jake negó con la cabeza acercandose a mi.
-Me da igual que sea peligroso- me subí de nuevo al escalón para quedar de su altura- no voy a permitir que creyendose mas poderoso abuse de los demás.
-Ya te dije una vez que Thomas sabe defenderse solo - se cruzó de brazos- además no le gusta que nadie se meta en sus asuntos.
-Thomas no tiene por que saber nada- junté las manos a modo de suplica- dejame solucionar vuestro problema.
-Ada yo...- Jake se alejó de mi pasandose una mano por su pelo- no creo que sea buena idea que...
-Jake- le interrumpí- puedes elegir venir conmigo y ayudarme en el caso de que pasara algo o irte y dejarme hacerlo sola.
-Pero..¿Has visto la vida que tienes?- Jake abrió los brazos asombrado- vives en una puta mansión rodeada de lujos y comodidades y...- se quedó en silencio desviando esta vez su vista hacia mi corta camiseta que cubría lo justo- y además puedes tener al hombre que quieras rendido a tus pies.
Me quedé en silencio escuchando algo avergonzada sus palabras.
-Por eso me cuesta entender por qué esa obsesión con Thomas- se humedeció los labios dando de nuevo un paso hacia mi- por qué esa obsesión con un hombre que hace contigo lo mismo que hace con todas las demás.
Sus pasos cesaron cuando su cuerpo quedó casi pegado al mio.
-Thomas es como mi hermano y sé que no deberia meterme en medio, pero..- desvió la vista hacia mis labios apartandome el pelo del rostro- conmigo te juro que las cosas serían diferentes.
Frunciendo el ceño me aparté de él.
-¡¿Se puede saber de que hablas?!- me llevé las manos a la cabeza sin creeeme lo que acababa de decieme Jake.
-Hablaré con Thomas  y si el no quiere nada..
-No hablarás con nadie- me acerqué de nuevo a él y señalé con enfado la puerta- y vete de aqui antes de que llame a seguridad.
Sin decir nada más subí las escaleras con enfado y me giré antes de abrir la puerta.
-Y da gracias que no le diga nada de esto a Thomas-le miré fulminandole con la mirada- porque por mucho que yo sea solo un pasatiempo para él no creo que le guste que su mejor amigo le intente quitar a la chica.
Y sin decir nada más salí de aquella habitación sintiendome más decepcionada que nunca.

LA FINA LÍNEA QUE NOS SEPARADonde viven las historias. Descúbrelo ahora