El despacho de Jake olía a humedad, abandono y alcohol.
Con sus piernas apoyadas en la mesa mientras se encendía un puro, me miród con semblante serio, mostrando su verdadero yo ahora que Liam no estaba cerca.
-¿Y a que debo tu visita?- se llevó el puro a la boca haciendome un gesto con la mano para que me sentara- ¿Vienes a hablar de Liam?
-Vengo a hablar de Thomas- caminé hacia su escritorio sacando el cheque que llevaba guardando todo el camino- de Thomas Roth.
Jacob se incorporó apartando los pies del escritorio mientras soltaba el humo que nubló el ambiente.
-¿Y para que quiere una chica como tú hablarme de Thomas Roth?-preguntó clavando sus oscuros ojos en mi.
-Quiero- deslicé el cheque por la mesa hasta dejarselo en frente intentando no titubear- quiero que con este dineeo te olvides de..
Me quedé en silencio cuando la puerta se abrió de golpe haciendome girar asombrada al ver a Jake con semblante preocupado y algo agobiado.
-Olvidate de Thomas- apunté con el dedo a Jacob dando marcha atrás- su deuda ya está saldada.
Jacob asombrado y frunciendo el ceño agarró el chque mientras yo me acercaba a Jake.
-¿Vienes a pagar su deuda tu?- se puso de pie apoyando las dos manos en el escritorio aún con la mirada clavada en el cheque.
-Ya no te debe nada- Jake se puso delante de mi- asi que buscate a otro con el que entretengas a esta panda de gilipollas.
-¿Sabe Liam lo que andas haciendo cuando no estás en tu mansión?- levantó la cabeza para clavar sus ojos en mi- ¿Sabe que no eres más que una puta cualquiera?
Jake dio un paso hacia adelante, pero le frené antes de que aquello llegara a mayores.
Con el corazón acelerado CD a que Jacob soltara por su sucia boca todo lo que yo habia callado empujé a Jake fuera de la oficina.
-Solo he venido a eso- señalé desde la lejania el cheque de más de cincuenta mil.... - deja a Thomas Roth en paz.
Sin decir nada más tiré de la mano de Jake y corrimos bajando las escaleras a grandes zancadas.
El corazón amenazaba con salir disparado por mi boca y la adrenalina recorria mi cuerpo como si me hubiesen dado una descarga electrica. Me sentía viva, no recordaba si alguna vez me habia sentido de aquella manera, pero la sensación me parecía más agradable de lo que imaginaba.
-Te juro que estás completamente loca- Jake me abrió la puerta del coche y esbozó una sonrisa- ese hombre no es alguien al que se le pueda desafiar.
-No le he desafiado- me senté abrochabdome el cinturón- solo he pagado una deuda.
-Por cierto- arrancó el coche mirandome con atención -¿Quién es ese Liam del que hablaba?
Tragué saliva.
-Es mi padre- mentí.
-¿Tú padre conoce a Jacob?- preguntó Jake sacando el coche de la esquina dispuesto a llevarme a casa de vuelta.
-Es una larga historia...-no sabia que decir, como seguir aquella mentira, ni siquiera si sonaria algo creible, así que opte por cambiar de tema- no quiero ir a casa a estas horas.
-¿Y a donde te llevo?
Con timidez agaché la cabeza.
-A casa de Thomas-respondí.
-¿Ha estas horas?- preguntó aumentando la velocidad de nuevo- estarán todos dormidos ya.
-Llamale- le arrebaté el movil del bolsillo y saqué el mio- es más, yo le llamaré.
Busqué en el movil de Jake el telefono de Thomas y sonreí victoriosa al encontrarlo. Con rapidez lo copié al mio ansiosa de escuchar como sonaba su voz a esas horas de la madrugada.
-No le llames..-susurró Jake mirandome de reojo- yo tengo la llave de su casa.
Abrí los ojos como platos viendo como esta vez aparcaba en el callejón que daba al bar.
-Prefiero eso a que me llame de todo por despertarle-sacó las llaves del coche y se giró para mirarme- recuerda no decirle nada sobre lo de Jacob.
Asentí ilusionada cuando sacó de su bolsillo unas llaves que le arrebaté antes de que se diera cuenta.
Miré el bar que aún seguía abierto y dandole un rapido beso en la mejilla a Jake salí disparada del coche.
Me habia ido antes de la peor manera y no iba a dejar que Thomas se enfadara conmigo por ello.
Abrí la puerta del bar y antes de dar un paso más mis ojos se posaron en James que atendiendo en la barra me saludó con la cabeza.
Le sonreí escuchando los pasos de Jake detrás de mi y sin darme la vuelta caminé hacia las escaleras mirando atentamente las llaves.
-Es la del centro- Jake me giñó un ojo cuando levanté la vista y girandose caminó hacia la barra algo cabizbajo.
Suspirando con algo de nerviosismo introduje la llave en la cerradura y abrí la puerta lentamente intentando hacer el menor ruido posible. Sabia que eso era ayanamiento de morada, que conllevaba pena de carcel, pero solo imaginarme a Thomas dormido en su cuarto a oscuras sin saber lo que yo estaba apunto de hacer me entusiasmaba.
Cerré la puerta y quitandome las deportivas caminé en silencio cruzando los dedos para no entrar en el cuarto de sus padres o para que nadie me pillara en el pasillo como una delincuente.
Esta vez en frente de una de las puertas la abrí dejando que el suave aroma de Thomas me invadiera. Más tranquila sabiendo que aquella habitación era suya me desice de la camiseta y me bajé los pantalones escuchando de fondo su respiración algo pesada.
Me solté el pelo y solo con la ropa interior me deslicé dentro de su cama individual estando más cerca de él que nunca.
Con delicadeza pasé mis manos por su torso desnudo y apoyandome en la almohada cerré los ojos.
-Lo siento..-susurré hundiendo mi cabeza en su cuello sintiendo como esta vez su mano acariciaba mi pelo.
-Habiamos quedado en dormir con almohadas que nos separaran..-susurró sacandome una sonrisa- al final voy a acabar pensado que es cierto que te quieres aprovechar de mi.
Levanté la cabeza y clavé la mirada en sus preciosos y oscuros ojos, a milimetros de sus labios.
-Las almohadas solo estorbarian..-susurré sintiendo como sus manos se paseaban libremente por mi cintura hasta llegar al final de mi cadera.
-¿Te has metido en la cama solo con ropa interior?-preguntó besando la punta de mi nariz- ¿Es algun tipo de provocación o me estás castigando por reirme del desastre que montaste en la cocina?
Reí sin poder evitarlo.
-Es más bien un perdoname por haberme ido sin darte explicaciones..-susurré.
Thomas esbozó una sonrisa y antes de que volviera a hablar le besé con deseo, necesitaba de él y por la manera en la que sus manos me tocaban era evidente que el sentía lo mismo.
Recorrió mi espalda sin apartar su boca de la mia en un beso exigente, firme y elegante.Y con una facilidad asombrosa me desabrochó el sujetador.
-Si quieres que pare solo tienes que...
Separó sus labios de los mios, pero no le dejé terminar la frase. Mis labios volvieron a buscar los suyos con desesperación.
Esta vez se tumbó encima de mi y dejando atrás mis labios comenzó a besar mi cuello hasta llegar a mis pechos que no tardó en acariciar con una delicadeza que no hacia más que subirme la temperatura.
Sus besos poco a poco fueron alejandose de mis pechos para llegar a mi abdomen y solo entonces levantó la mirada para clavarla en mi.
-Eres preciosa..-susurró.
Y se mordió el labio comenzando a deslizar mis bragas por mis piernas desnudas.
En cuanto se deshizo de ellas, me abrió las piernas bajo mi atenta mirada que no se perdía detalle, y dirigió su boca a mi intimidad.
De golpe apoyé la cabeza en la almohada y soltando un gemido me agarré con fuerza a la cama.
Aquel placer que me provocaba que su lengua se paseara libremente por mi sexo no hacia más que aumentar. Jamás habia sentido un placer que se asemejara a ese momento. Jamás un hombre me habia tocado de aquella manera ni me habia hecho sentir que flotaba en una nuve.
¿Qué estaba pasando?
Thomas apartó su boca de entre mis piernas y haciendo el mismo recorrido de antes volvió a posar sus labios encima de los mios, para recorrer la curva de mi trasero empujandome suavemente hacia su cadera dejandome sentir así con total claridad su erección.
Vuelví a gemir sin apartar los labios de su boca. Apenas podía disimular las sensaciones que recorrían mi cuerpo. Lo deseaba con todas mis fuerzas.
Pasé mis manos por sus brazos y sientí sus viceps marcados, aún me sorprendía lo fuerte y musculoso que era, y escuchar su respiración tan agitada como la mia no hacia más que mejorar las cosas.
-¿Quieres que pare?-preguntó.
Cerré los ojos aún con la respiración agitada y los volví a abrir negando con la cabeza.
-Quiero seguir..-susurré.
Thomas besó mis labios esbozando una sonrisa y estirando la mano abrió el primer cajón de su mesilla sacando un preservativo que no tardó en llevarse a la boca para rasgar el envoltorio.
Apartandose ligeramente de mi se deshizo de su ropa interior y con la misma rapidez que me desabrochó el sujetador se colocó el preservativo.
-¿Me va a doler?-pregunté apoyando mi mano en su torso.
Thomas esbozó una sonrisa y se tumbó de nuevo encima de mi introduciendo sus dedos entre mi pelo.
-No tienes que tener miedo..-contestó acariciando mi pelo, pero sin apartar la mirada de mi- no te puedo asegurar que no te dolerá nada, pero solo durante unos segundos eso seguro.
Me humedecí los labios algo asustada.
-Relajate Ada-susurró besando la comisura de mis labios- disfruta.
Me besó con delicadeza apoyando sus dos manos a ambos lados de mi cabeza, de modo que su cuerpo quedaba ligeramente suspendido encima de mi y sin apartar sus labios de los mios comencé a sentir como entraba dentro de mi.
Gemí de dolor cuando sentí con claridad como desgarraba mi virginidad, como si me pellizcaran por dentro y solo entonces Thomas se quedó inmovil apartando sus labios de los mios.
-¿Estás bien?
Asentí con las mejillas entumecidas y la respiración agitada.
Él besó de nuevo mis labios y empezó a moverse lentamente mientra yo intentaba acostumbrarme a la extraña sensación de sentirle dentro de mi.
Sus labios se diriguieron hacia mi cuello y mi cuerpo lentamente empezó a acomapañr sus movimiwntos cuando estos aumentan de intensidad.
Me sujetó la cabeza con las manos y me besó bruscamente mordiendo ligeramente esta vez mi labio inferior.
Me empecé a poner tensa a medida que me penetraba una y otra vez. No sabia que hacer el amor fuera asi, que la sensación fuera tan agradable. Eramos solo él y yo, los dos unidos en cuerpo y alma dejandonos llevar libremente.
Mi cuerpo se puso rigido, y dd golpe llegué al climax estallando en una ola de placer bajo su cuerpo. Él no tardó en darme la última embestida y quedandose inmovil se vació dentro de mi mientras me susurraba mi nombre al oido.
Aún jadeando intenté volver a respirar con normalidad.
-Ha sido increible...-susurré.
Thomas apoya su frente en la mia con los ojos cerrados y lentamentr empezó a salir de mi cuerpo.
-¿Te he hecho daño?-preguntó tumbandose a mi lado.
Apoyé mi cabeza en su pecho y cerré los ojos exausta.
-Ha sido increible..-repetí.
Y mientras sus manos se perdían de nuevo entre mis cabellos me quedé profundamente dormida.
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LA FINA LÍNEA QUE NOS SEPARA
عاطفيةAda es una chica nacida en una de las familias más ricas y poderosas de Londres. En un accidente que ocurre en una noche donde todo parecía ser diversión conoce al que será el verdadero amor de su vida, ese amor que tanto soñaba encontrar cuando tan...