𝐋𝐎 𝐐𝐔𝐄 𝐎𝐂𝐔𝐑𝐑𝐈𝐎 𝐄𝐍 𝐇𝐀𝐖𝐊𝐈𝐍𝐒 | 𝐅𝐀𝐍𝐅𝐈𝐂 𝐒𝐓

𝐋𝐚 𝐥𝐥𝐚𝐦𝐚𝐝𝐚.

Salimos de la casa de manera apresurada, Hopper salió de su camioneta con la bicicleta de Will en sus manos, mis ojos se llenaron de lágrimas, no quería pensar en nada. ¿Dónde está nuestro pequeño Will?

Los policías entraron a nuestra casa y Joyce empezó a hacerles preguntas de manera desesperada.

Joyce: ¿Y estaba ahí tirada?

Hopper: Si. ¿Cal? -le hizo una seña a su compañero para empezar a revisar nuestro hogar-

Joyce: ¿Tenía sangre o-

Hopper: No, no, no... Phil. -Hopper le hablaba a sus compañeros como si hubieran planeado que hacer desde antes que llegaran con la bicicleta de mi primo-

Jonathan: Si encontraron la bicicleta, ¿qué hacen aquí?

Hopper: Bueno. Tenía llave de la casa, ¿no?

Elizabeth: Si. -Hopper no dejaba de caminar por toda la casa y eso comenzaba a molestarme-

Hopper: Así que... tal vez volvió.

Joyce: ¿Qué les pasa? ¿Creen que no lo he buscado en mi casa? -Definitivamente los tres estábamos enfadados con la actitud de Hopper-

Hopper: No dije eso. -Esta vez empezó a mirar la pared con curiosidad, me pregunto a qué quiere llegar con todo esto- ¿Esto siempre estuvo aquí? -Tocó un hoyo que yo nunca había notado hasta hoy-

Joyce: ¿Qué? No lo sé. Tengo tres hijos. Mira este lugar.

Hopper: -Abrió la puerta, note esta vez que ese hoyo se hizo por abrir con demasiada fuerza. Una fuerza que Will no tiene- ¿No estás segura?

Joyce y yo suspiramos al mismo tiempo, nuestro perro no dejaba de ladrar y el policía salió a ver que estaba sucediendo, caminamos detrás de él.

Hopper: Oye. Hola -saludo a nuestra mascota- ¿Qué le pasa al perro?

Joyce: No te preocupes. Debe tener hambre. Ven. -se llevó al perro para darle un poco de alimento-

Jonathan: Ven Eli, vamos a seguir con los carteles se hará tarde... -asentí mientras daba una ultima mirada para ver si lograba entender que estaba haciendo Hopper y sus compañeros-

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La tarde se nos fue calcando letras una y otra vez en papel... mi tía se sentó junto a nosotros para poder elegir la fotografía que pondremos en los carteles.

Joyce: Jon, guau. ¿Tomaste estas? Están increíbles. La verdad que sí. -Sé quedo pensativa por un momento- Sé que no he estado mucho para ustedes. He estado... trabajando demasiado y... me siento mal. Siento que ni siquiera sé lo que están haciendo. Lo siento mucho, mis niños.

Estaba realmente agradecida con mi tía por todo, por absolutamente todo y eso provocó que empezará a derramar unas lágrimas y Jonathan, que estaba a mi lado empezó a reprimir su llanto...

Elizabeth: ¿Qué pasa? -le dije mientras tomaba su hombro-

Joyce: ¿Qué pasa, mi amor?

Jonathan: Nada. -en verdad se estaba conteniendo-

Elizabeth: Dinos. Dime. ¿Qué pasa? -estaba empezando a sentirme mal por mi primo, el era como mi hermano mayor y verlo así me partía el corazón-

Jonathan: No. Debí... pienso que debimos estar aquí para él. Yo debí estar aquí para el.

Elizabeth: ...Es cierto. Fue mi culpa que llegáramos tarde, el no está aquí ahora y es mi culpa.

Joyce: No, no se hagan eso. Esto no fue su culpa. ¿Me escuchan? Está... cerca. Lo sé. Yo lo... lo siento en mi corazón. Solo... tienen que confiar en mí. -Nos tomo de la mano a los dos mientras ambos llorábamos-

Mi tía miró la mesa, y escogió una de las fotos de nuestro pequeño Will.

Joyce: Ah, miren esta. Miren esta. Miren. -río con dulzura y tristeza igual que yo y Jonathan- Es... es la elegida, ¿cierto? -mi primo y yo asentimos entre sollozos- Me... me encanta.

Empezó a sonar el timbre del teléfono e inmediatamente Joyce corrió hacía el.

Joyce: ¿Hola? ¿Hola? ¿Lonnie? ¿Hopper?

Mire a Jonathan con la cara llena de dudas.

Jonathan: ¿Quién es? -me preguntó cómo si me estuviera leyendo el pensamiento-

Nos acercamos al teléfono para poder escuchar mejor que era lo que estaba escuchando Joyce.

Joyce: ¿Quién es? ¿¡Will!? ¿¡Will!?

Elizabeth: ¿Es Will?

Jonathan: ¿Madre?

Joyce empezaba a alterarse demasiado, eso estaba asustándonos.

Joyce: ¿Will? ¿Quién es? -Mi tía está desesperada y mi corazón estaba empezando a latir cada vez más fuerte- ¿¡Qué le hicieron a mi hijo!? ¡Devuélvanme a mi hijo! ¡AHH! -el teléfono había explotado como si algo lo hubiera quemado por completo y eso lastimo a Joyce-

Enseguida fui con mi tía para ver si se encontraba bien y ella entre llantos solo pudo abrazarme con miedo y desesperación. Vi que mi primo tomaba el teléfono.

Jonathan: ¿Hola? ¿Quién es?... ¡Hola! ¿¡Quién es!? -al no recibir ninguna respuesta colgó el teléfono devuelta a su sitio- ¡Madre! ¿Quién era? Madre, ¡mírame!

Joyce: ¡Mi hijo! ¡Era él!

Elizabeth: Tía, ¿era Will? ¿Qué dijo? -le pregunté aún más desesperada de lo que ya me encontraba- ¿Qué te dijo?

Joyce: ¡Sí, sí! ¡Solo respiraba! Solo respiraba...

Jonathan: ¿Había alguien más? Madre... -empezó a llorar y se unió a nosotras para abrazarnos- Madre ¿Quién era?

Joyce: Yo sé que era él. De verdad, era él.

Los tres estábamos conflictuados con la situación, Will...