𝐄𝐥 𝐢𝐧𝐢𝐜𝐢𝐨 𝐝𝐞 𝐝𝐨𝐬 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚𝐬.

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Era de mañana, mi primo de nuevo está preparando el desayuno. No he podido dormir estos días y hoy dormí en la sala por si volvía a sonar el teléfono, salí de mi habitación después de tomar un baño y prepararme para repartir los carteles.

Jonathan: Listo, madre. Ya está el desayuno.

Mientras me sentaba en la mesa y Jonathan repartía los platos pude darme cuenta de que mi tía estaba más ensimismada que de costumbre.

Joyce: ¿Qué? -alejaba el cartel del centro de la mesa- N-no, cuidado con el cartel. No puedo comer.

Jonathan: Sí, está bien. De acuerdo. Pero necesito que comas.

Joyce: Mi amor. -me miró a mí y después miro mi patineta cerca de la puerta- O-oye, la fotocopiadora abre en 30 minutos. -asentí con la cabeza- Y-y no quiero que vayas sola. Así que le pediré a Karen que te lleve, yo me quedaré.

Elizabeth: No, n-no tía Jonathan puede venir conmigo. Tía yo te dije que lo haría...

Joyce: ¿Cuántas necesitamos? Unas 200 o 300 copias. -sonaba mal- ¿Cuánto cuestan? ¿Diez centavos? Y si... necesitamos diez centavos -abrió su monedero buscando dinero desesperada-

Elizabeth: S-Si, tía -le trate de hablar para que saliera de sus pensamientos- tía...

Jonathan: Mamá... Mamá. Madre. ¡Madre! -esta vez le tocó su hombro con angustia- no te puedes poner así, ¿de acuerdo?

Joyce nos miró.

Joyce: Lo siento. De verdad. Y-yo...

Elizabeth: N-no. Tranquila. ¿Sí?

Alguien toco nuestra puerta y Joyce se dirigió apresurada a abrir, y enseguida pude ver a Hopper entrar.

Joyce: Llevo seis horas esperando. -nunca soltó el tono de preocupación desde que me senté en la mesa- ¡Seis horas!

Hopper: Sí, lo sé. Vine en cuanto pude. Confía un poco en mí, ¿sí? Lo buscamos toda la noche. Llegamos hasta Cartersville.

Joyce: ¿Y? -pregunto esperanzada-

Hopper: Nada... -desde mi asiento pude escuchar el grito ahogado de mi tía- Flo me dijo que alguien te llamó.

Joyce: Sí. -me levante de mi asiento para colocarme a lado de Jonathan y note que ambos caminaban hacia el teléfono-

Hopper levanto el teléfono y miro que parte de él estaba quemada.

Hopper: ¡Ah! La tormenta lo hizo pomada.

¿De qué tormenta estaba hablando?, mire confundida a mi tía y después a Hopper. Cuando interactuó con los adultos siempre termino frustrada, y las cosas por las que yo y mi familia estábamos pasando estaban pudiendo con mi poco umbral de tolerancia.

Joyce: ¿La tormenta? -preguntó incrédula-

Hopper: ¿Qué más?

Joyce: -señalaba el teléfono quemado- ¿Eso no te parece algo raro?

Hopper: Sí, es raro. -suspire frotándome la cara, no puedo quedarme callada, tengo demasiadas preguntas y la búsqueda de Will en el bosque no dio ningún resultado-

Elizabeth: ¿Podemos rastrear la llamada? Contactar... -Hopper me interrumpió-

Hopper: Eh, no funciona así. Uh, ¿segura que era Will? Flo dijo que escuchaste una respiración.

Jonathan y yo volteamos a ver a nuestra tía al mismo tiempo, cierto era que nosotros no estábamos tan cerca de la bocina.

Joyce: S-sí, era él. Era Will. -contestó con seguridad pero no dejaba de mirarse con esa aura triste- Y estaba asustado. Y luego, solamente...

𝐋𝐎 𝐐𝐔𝐄 𝐎𝐂𝐔𝐑𝐑𝐈𝐎 𝐄𝐍 𝐇𝐀𝐖𝐊𝐈𝐍𝐒 | 𝐅𝐀𝐍𝐅𝐈𝐂 𝐒𝐓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora