Harry desconocía cuánto tiempo había pasado exactamente, pero él sentía que había pasado mucho. Seguía en ese lugar donde todo era oscuro y no había nada a su alrededor. Se encontraba solo, porque la muerte lo había dejado ahí, para que pensara las cosas antes de darle toda la información.
Después de lo que parecían haber pasado dos horas, la figura encapuchada de antes volvió a manifestarse. Harry esperaba que esta vez le dijera algo interesante. No obstante, no dijo nada. Si no que el sitio oscuro en el que se encontraba, comenzó a transfigurarse en una habitación con paredes de color gris, en la que en una esquina había un sofá grande en color negro y un estante con un cuaderno, pluma y tinta. Además de una mesa pequeña con un cojín al lado, el sitio estaba iluminado, pero no lograba encontrar alguna fuente de luz, también había una ventana por la cual podías observar un pastizal completamente verde. Y antes de que él pudiera preguntar algo, "la muerte" empezó a explicar.
—El tiempo que pasas aquí no es el mismo que el que pasan con los vivos, si bien no estás muerto, tampoco estás 100% vivo.
»Como no quiero que te sientas desesperado por tu estadía aquí, estarás en esta habitación, no tienes cama porque no necesitarás dormir. Y cada que te dé información quiero que en ese cuaderno —dijo señalando el cuaderno sobre el estante— anotes las ideas que tengas o preguntas que desees hacer para próximas visitas.»
—Entonces ¿Qué será lo que me vas a decir en esta ocasión? —preguntó Harry algo ansioso por lo que pudiera decirle.
—Oh, pues eso depende de ti, ¿Qué quieres escuchar primero?
—Pues en realidad, ¿Por qué Voldemort va detrás de mí?
—Comenzaste con la pregunta correcta.
—¿De verdad?
—De verdad, esperaba contarte de eso primero, pero necesitaba que tú lo pidieras, así que para no dar tantas vueltas al asunto, vamos siéntate en el sofá, que será una charla algo larga y no queremos que te canses de estar parado ¿Verdad?
—Si, claro —contestó Harry obedeciendo la orden que se le dio.
—Cuando la primera guerra Mágica estaba en todo su apogeo y el bando de la luz estaba teniendo grandes perdidas al mismo tiempo que perdían la esperanza de salir vencedores. Albus Dumbledore tuvo una entrevista de trabajo con Sybill Trelawney en un bar. Al parecer no le daría el trabajo, pero algo sucedió antes de que se retiraran del bar.
»La mujer entro en un trance y comenzó a expulsar palabras que si no estabas poniendo atención serian sin sentido. Pero contrario a eso, Albus Dumbledore si sabía lo que decía, la mujer finalmente estaba diciendo una profecía real, pero no cualquier profecía, no, era una que marcaría el final de esa guerra.
»Cuando la mujer regreso de dicho trance, Albus le dio el trabajo sabiendo que esa información debía mantenerse confidencial. Pero para infortunio del hombre, había un mortifago en ese bar que escuchó la mitad de la profecía, sin pensarlo dos veces corrió a su señor y le relató lo recién escuchado.»
—Pero, ¿eso qué tiene que ver conmigo?
—A eso voy, espera un poco —reprendió la muerte a Harry por interrumpir— bueno, la profecía te la diré más adelante, por el momento te daré los datos generales.
»Esa profecía decía que el hijo nacido al morir el séptimo mes de quienes habían enfrentado tres veces al señor oscuro, tendría un poder que este señor no conoce. Además de que ese niño sería marcado por el señor oscuro, como su igual, y prácticamente no pueden existir los dos en el mismo plano terrenal, ya que uno debería morir a más del otro.
»Curiosamente, había dos niños que cumplían con dichas características, Neville Longbottom y tú. Sin embargo, Tom Riddle decidió ir tras de ti, cuando Albus Dumbledore se dio cuenta de eso, les dio aviso a ambas familias, por eso es que tus padres se escondieron y pues el resto de la historia tú ya la sabes.»
—Si, pero no entiendo por qué fue por mí, no es por desearle eso a Neville, pero es que no entiendo.
—Piensa, Harry, sería un niño al que Tom Riddle considerará su igual, Neville Longbottom es sangre pura, en cambio, tú eres mestizo, al igual que él.
Cuando Harry comprendió eso, solo pudo abrir los ojos de la impresión, ahora estaba cobrando sentido toda la situación con Voldemort. Pero ahora que la comprendía no quería haberlo hecho, porque eso lo hacía más real y ponía más carga sobre sus hombros.
—Eso quiere decir que realmente debo ser yo quien lo mate o morir en el intento ¿No es así?
—Todo parece indicar que si, pero ¿En serio crees que si decides volver te dejaré ir así sin más? No, te aseguro que te daré armas para que puedas matarlo.
—¿Por qué lo haces?
—Para responder esa pregunta debo otorgarte más información importante y considero que te he dicho demasiado por el momento —Harry hizo una mueca al entender que no le dirá más—. Dejaré que órdenes tus pensamientos y volveré después para seguir con nuestra plática.
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Mientras tanto, en el mundo mágico, ya era el segundo día después de lo sucedido. Al mismo tiempo que Sirius estaba con Harry esperando a que este despierte, Remus y la señora Weasley se encontraban en la oficina de madame Pomfrey, la enfermera les estaba diciendo lo que iban a hacer con Harry.
—Por el momento el director ha pedido que se mantenga a Harry aquí en Hogwarts, porque a palabras de el "está más seguro aquí", así que me he comunicado con un sanador de San Mungo el cual me ha dado instrucciones para su cuidado.
»Como no ha mostrado algún cambio en su salud, aún no es necesario que sea trasladado. El día de ayer hice un diagnóstico más detallado en el cual muestra que ha pasado por principios de anemia no tratadas, por lo que se le introducirán pociones nutrimentales cada 8 horas.
»Además de eso, se les recomienda a ustedes que le hagan mover sus piernas, ya que, de no hacerlo, cuando despierte tendrá esas partes del cuerpo entumecidas y tendrá que tomar rehabilitación. Aunque el hacerlo tampoco evita que las tenga que tomar al despertar.»
—Está bien, eso podemos hacerlo cuando tengamos las visitas —contestó la señora Weasley.
Aunque Remus parecía algo consternado, asintió a lo antes dicho por la mujer a su lado.
—Bien, además de eso, aún debe tener el respirador artificial porque su respiración sigue manteniéndose débil, al igual que con su pulso cardíaco, realmente apenas y sigue con vida el chico.
—De verdad, ¿aún no mejora esa parte? —preguntó Remus a Madame Pomfrey, que solo lo miro con simpatía.
—Aún no, pero esperemos que eso mejore pronto, esto ya es nada más cuestión de tiempo y esperar que el chico luche por despertar pronto.
Y es que era algo que no entendían. Su ritmo cardíaco debió haber estado estable desde el día anterior y la enfermará aún con todo su conocimiento no lograba entender eso. Claramente, sin saber que era una consecuencia de que Harry aún no se decidiera entre despertar o morir y el ritmo únicamente lo mantendría con vida hasta que Harry tomara la decisión definitiva.
Eso era algo que se agregaba a la lista de preocupaciones de Harry, ya que, aunque no pareciera, él sabía que tanto Sirius como Remus la estaban pasando mal. Y aunque no quisiera, le estaba llegando la culpa y el peso de sus acciones. Pero sabía que no era momento de arrepentirse, sino, que ahora debía estar bien informado antes de decidir qué iba a hacer y si eso implicaba estar en coma un año, pues que así sea.
Aquí dejo otro capítulo más, sé que por el momento parece no tener sentido nada, pero juro que más adelante lo tendrá.
¿Qué les está pareciendo la historia? Si les gusta, agradecería que votarán, es gratis. También agradecería que comentaran si les está gustando o no, o que creen que va a pasar con Harry.
Bueno, por el momento, no tengo avisos, por lo que sin tener nada más que decir, me despido.
Gema 💙

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Decisiones (Harry Potter)
FanfictionUna decisión es tomar una solución a un problema o situación. Generalmente las decisiones suponen un comienzo o un fin a una situación, pues las decisiones imponen un cambio. Hay situaciones dónde debes tomar una decisión, debes pensar mucho la situ...