⟨Cap. 26⟩

256 24 7
                                    

Harry había notado que Sirius estaba de un humor extraño, él quería preguntarle sobre eso, pero simplemente decidió que no quería entrometerse en asuntos que no eran suyos. No solo eso, sino que había notado como Remus parecía estar tratando de calmar al hombre, Harry no mentiria, la curiosidad le estaba ganando.

Pronto descubrió que probablemente él estaba involucrado en el cambio de humor de su padrino, porque a los dos dis de que comenzó con su humor extraño, Sirius llamó a Harry porque nesecitaban hablar con él.

Fue a la habitación en la que había estado teniendo sus citas con su sanador mental y ahí lo estaban esperando Sirius y Remus con una taza de té cada uno. Harry no sabía por qué pero los nervios comenzaron a invadirlo. No tenía un buen presentimiento, su corazón estaba comenzando a acelerarse.

Harry se sentó en un pequeño sofá que estaba enfrente de ambos hombres lo único que los separaba era una pequeña mesa de centro. En cuanto Harry se sentó su pierna comenzó a rebotar levemente, Harry intentó disimular, aunque el movimiento no pasó desapercibido para los adultos.

Remus le ofreció una taza de té que aceptó enseguida con tal de hacer algo. Harry se quedó con la taza entre las monos observando el líquido que se remolinaba por el leve temblor que había en sus manos. No tenía intención de levantar la mirada, pero claramente Sirius no pensaba los mismo, porque lo llamó pidiendo que volteara a verlo.

Harry pudo observar que su padrino estaba igual de nervioso que él, aunque eso, claro, no lo dejo más tranquilo. Trago saliva ante la mirada tormentosa que Sirius le estaba dando. Podía ver que había muchas dudas atormentandolo y Harry no sabía que tenía que ver con él.

—Harry —comenzó Sirius—, antes de que comiences a crear un montón de escenarios desagradable en esa cabecita tuya, déjame explicarte por qué estás aquí —Sirius intentó darle una sonrisa para trabquilizarlo, pero para Harry era más tensa que otra cosa.

—Esta bien, te escucho —dijo Harry mientras dejaba la taza de té en la mesita, ya que sus manos estaban temblando y temía derramar el líquido.

—Harry, tu sabes que puedes confiar en nosotros ¿Verdad? —Ante el asentimiento de chico continuó—. Te hemos notado extraño, queríamos darte tu espacio y no te cuestionamos. Pero debes entendernos, nos preocupamos por tí, así que ¿Sucede algo?

Harry quería decir que no, que todo estaba bien, no podía contarles sobre lo que estaba haciendo ni siquiera sus planes. Muerte no le había dado restricciones sobre contarle su posición, le había dado la confianza, pero Harry en el fondo quería simplemente contarle todo a Sirius y Remus, no lo hacía por el bien de los hombres.

—No, no sucede nada, todo está bien.

—Harry debes entender que quiero ser un buen tutor para tí, quiero demostrarte que puedo cuidar de ti, pero para eso tienes que confiar en mí para poder ayudarte.

—Lo sé Sirius y lo entiendo, pero realmente no hay nada que te este ocultado —Eso era una mentira descarada, Harry lo sabía, pero era lo mejor, no podía decirles y correr el riesgo.

—Harry y yo te creería, creeme que lo haría, había intentado darte tu espacio con la esperanza de que vinieras a mi o a Remus para contarnos. Pero te escuché hablando con Kreacher el otro día y me preocupa que te estés metiendo en cosas que probablemente estén más allá de tu alcance.

—Yo no- —Harry ahora estaba más nervioso si es que eso era posible— no sé de qué estás hablando.

—Harry —esta vez fue Remus quien decidió hablar, con su voz tranquila, poniendo una mano sobre el hombro de Sirius para que el hombre a su lado también se calmara—, te has puesto más pálido y tu pierna está inquieta, estás ocultando algo. Solo queremos ayudarte, no debes lidiar, con lo que sea que estés haciendo, tu solo.

Decisiones (Harry Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora