Decisiones (Harry Potter)

⟨Cap. 14⟩

Harry no sabía exactamente cuánto tiempo había pasado, parecían siglos, la preparación que muerte le había dado a Harry realmente era pesada. Sin embargo, eso no significaba que ahora era bueno en todo, solo le habían enseñado, principalmente lo necesario para su papel.

Es decir, la muerte le había enseñado a hacer un mejor manejo de su magia, al no tener un cuerpo físico no resultaba sencillo, pero le dio las bases para que una vez que despertara pusiera en práctica sus conocimientos. También le había explicado que habría tareas que tendría que aprender a realizarlas más adelante, pero que sería después de que despertara, Harry simplemente aceptó.

Le había mostrado el efecto de algunos hechizos y maldiciones, así como también le había enseñado los movimientos para que pudiera hacer uso de esos.

Harry era poderoso hablando de poder mágico, eso era algo que la muerte le había dicho, ese poder no estaba cien porciento desarrollado porque aún era joven, además le recordaba que se le sumaba el poder que la muerte le otorgaría. Por lo que se le advirtió estuviera preparado, pues una parte de ese poder se desbloquearía y podía resultar en un descontrol de su magia.

También le pidió que practicará la meditación, pues tendría que aprender las bases de la oclumancia, una vez suponlo básico, tuvo que comenzar con la elaboración de los escudos, pues debido a todo lo que ahora sabía corría peligro de que alguien más lo supiera. Sabía que era ilegal que alguien entrara en su mente sin permiso, pero más valía prevenir.

Cuando le dijeron que aprendería oclumancia quiso protestar. Las lecciones con Snape no le habían dejado un buen sabor de boca, pero una vez le dijeron las razones tuvo que aceptar. Descubrió que no era tan malo, entonces aceptó que la oclumancia le gustaba, pues la meditación era importante y hacía que sus pensamientos estuvieran en orden.

Llegó a la conclusión de que no era que la oclumancia era difícil, aunque un poco si lo era, sino que Snape no le estaba enseñando correctamente y se notaba que solo lo hacía por compromiso, ni siquiera trato de ocultar el odio que sentía hacía él.

La legeremancia era otro tema que se le enseñó, aunque no era difícil, tampoco era sencilla, debido a que no tenía una varita en ese momento, le enseñaron en que consistía. Sabía que también podía realizarlo sin la necesidad de una varita, pero con la varita sería más fácil para alguien que recién está empezando a aprender, por lo que tampoco le llevó mucho tiempo aprender lo básico.

Él realmente no sabía cuánto tiempo había pasado en el mundo físico, pero esperaba que no fuera demasiado. La muerte también le había dicho todo lo de los Horrocruxes que creía necesario, le dijo como podía destruirlos y le dijo que pronto podría ponerse en marcha para hacerlo.

Le dijo que ya estaba listo para despertar; sin embargo, antes debía decirle lo último que consideraba importante.

—Antes de dejarte regresar debes tener en cuenta, que aunque ya hayas aceptado ser mi maestro, aún debes recolectar las reliquias.

—Está bien, pero ¿Cómo voy a hacerlo?

—Yo te voy a ayudar, pero no será fácil desde ahora te lo digo.

—Sí, debí haberlo imaginado —dijo Harry con resignación.

—Una cosa más —interrumpió la muerte a Harry, quien ya se estaba preparando para regresar.

—¿Qué es lo que tienes que agregar? —preguntó Harry confundido, se supone, ya sabía todo.

—¿Recuerdas que te dije que Voldemort creó seis Horrocruxes o eso era lo que él creía? —ante el asentimiento de Harry continúo—. Bueno, en realidad realizó siete.