Todos los niños mágicos habían crecido con historias maravillosas acerca del salvador del mundo mágico, del niño-que-vivío. Algunos niños aventureros soñaban con, algún día, poder ser amigo de dicho niño.
Por eso Ron no imaginaba que, aquel primero de septiembre de su primer año, al entrar a aquel vagón y conocer al famoso Harry Potter se convertiría en su amigo. Nunca hubiera imaginado que el hecho de convertirse en su amigo traería consigo un sin fin de aventuras.
Para el resto de los estudiantes de Hogwarts, la amistad entre el famoso trío de oro era perfecta. Los tres eran Gryffindor, eran amigos desde primer año, eran inseparables y siempre tenían aventuras de las que todo el castillo se enteraba.
¿Qué más podían pedir?
Ellos no sabían nada.
Cada que Ron escuchaba a alguien hablar sobre su amistad cuando que pasaban juntos, solo queria reirse en sus caras por ilusos.
Pero ¿Ellos que iban a saber?
Ellos no estuvieron cuando Harry y él discutieron, o cuando Hermione y él tenían discusiones que terminaban en gritos.
Ellos no estuvieron cuando Ron despertaba a mitad de la noche porque Harry tuvo una pesadilla y necesitaba consuelo.
Ellos no estuvieron cuando Harry les gritó a Hermione y él porque le ocultaron cosas.
Ellos no estuvieron cuando Ron encontró a Harry en el baño desangrándose. Ellos no saben el terror que Ron sintió al casi perder a su mejor amigo.
Ellos no saben las noches que Ron y Hermione estuvieron hasta tarde en la sala común dándose consuelo el uno al otro porque no podían hacer nada por su mejor amigo que estaba inconsciente en aquella camilla de hospital.
Desde que conoció a Harry no habían pasado ningun verano sin verse, este verano había sido la excepción, y no lo malinterpreten, Ron estaba feliz de que su amigo finalmente haya podido reunirse con su verdadera familia y que por fin haya dejado a los Dursley. Pero había estado preocupado después de todos los eventos del año anterior.
Cuando Ron y Hermione se encontraron con Harry en el tren se sintieron aliviados al ver el cambio que había en Harry. El chico se veía mucho más saludable y también mucho más feliz. Sin embargo, Ron había notado que Harry ocultaba algo, había estado actuando extraño durante los últimos días y Ron estaba un poco preocupado por eso.
Le había comentado a Hermione creyendo que tal vez era el único paranoico, pero no, la chica de pelo castaño también había notado ese comportamiento en su amigo. Decidiendo que no era el momento de preguntar llegaron al acuerdo de que lo vigilarían de cerca, en caso de que hubiera vuelto, por alguna razón que ellos desconocían, a sus antiguos hábitos.
Pero sus dudas se vieron respuestas cuando Harry les había pedido hablar en privado sobre un asunto, que si el rostro de su amigo decía algo, parecía ser serio. Ron no lo admitiría en voz alta, pero estaba preocupado. Últimamente parecía que no conocía a su amigo ya que no podía estar seguro de poder saber, siquiera una pista, sobre lo que el pelinegro les diría a continuación.
Ron y Hermione estaban en la sala común, la chica estaba estudiando algo en uno de sus libros y Ron estaba intentando hacer una tarea. Harry había desaparecido una hora antes y se había llevado el mapa con él así que ni Hermione ni él sabían dónde podría estar. Ya se estaba haciendo tarde y el toque de queda sería en unos minutos cuando el agujero del retrato se abrió rebelando la figura de su amigo.
Ron rápidamente levantó la mirada esperando que fuera Harry y casi sonrió aliviado cuando lo vió, rápidamente miro a Hermione y pudo notar que ella pensaba igual que él. De nuevo fijó su vista en la figura de su amigo mientras el chico entraba y se dirigía a ellos con un rostro serio pero decidido si es que eso era posible.

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Decisiones (Harry Potter)
FanfictionUna decisión es tomar una solución a un problema o situación. Generalmente las decisiones suponen un comienzo o un fin a una situación, pues las decisiones imponen un cambio. Hay situaciones dónde debes tomar una decisión, debes pensar mucho la situ...