Decisiones (Harry Potter)

⟨Cap. 7⟩

Albus Dumbledore era conocido por ser un hombre el cual siempre trataba de ver lo bueno de las situaciones o de mantener todo bajo control, el hombre era idolatrado por todos sus logros y por transmitir confianza de que todo estaría bien.

Sin embargo, esto se había salido de sus manos y se había descontrolado, y ahora había una culpa que emanaba todo su interior. Pues a pesar de que él creía estar haciendo lo correcto, no se puso a pensar en lo que podía provocar.

Dumbledore juraba que si Harry tenía problemas, él se lo diría a él o a alguno de sus maestros o adulto de confianza. Nunca contó con que el chico perdiera la poca confianza que tenía en el hombre los últimos meses o tampoco contaba con que, Harry, muy difícilmente confiaba en los adultos, y es que, ni siquiera, le contó a sus amigos sus problemas.

El hecho de que Harry la haya pasado mal durante mucho tiempo y no se lo haya dicho a nadie, lo tenía muy descontento consigo mismo, estaba enojado porque nunca se dio cuenta antes. No fue hasta que Ron y Hermione le dijeron que a Harry no le gustaba preocupar a los demás, y que ese año el pobre chico se sentía una carga hacia los demás.

¿Cómo es que nunca se había puesto a pensar en la salud mental de ese chico? ¿Cómo es que nunca se detuvo a reflexionar en el trauma que el niño recibió después de cada uno de los acontecimientos de cada fin de año?

Dumbledore estaba muy decepcionado de sí mismo, decepcionado por no darse cuenta de la situación. Dándose cuenta de que nunca se tomaba el tiempo de analizar a sus alumnos para saber cómo se encontraban. Después de la reunión que tuvo la noche anterior con los maestros, todos llegaron a la conclusión de que, probablemente, muchos pasaban la misma situación que Harry y no sabían quiénes con exactitud. El hombre solo esperaba que esto lo ayudará a él y al resto a no cometer el mismo error y esperaba lograr cambiar las cosas antes de que un alumno muriera la próxima vez.

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Severus Snape es un hombre que es caracterizado por siempre mantener su rostro con una expresión impasible cuando está en un lugar público, nunca nadie lo había visto mostrar otra expresión o emoción.

Sin embargo, aquellos que habían convivido con el hombre por mucho tiempo se dieron cuenta de la expresión en su rostro mostraba culpabilidad. Y aunque era de conocimiento común que el hombre odiaba al chico, Snape sentía culpa, pena no, culpa por no haber podido cumplir con la promesa que le hizo al cuerpo sin vida de la mujer que siempre amó.

Creyó que Potter siempre fue un niño mimado al que siempre fue criado en cuna de oro. Sin embargo, después de leer aquella carta... No, se negaba a considerar que eso era cierto. Si bien una parte de su ser le decía que estaba siendo idiota al juzgar que Harry Potter siempre fue un malcriado. Había otra parte a la que prefería hacerle caso, que pensaba que simplemente era un niño estúpido por no pensar en las consecuencias de sus acciones y se negaba a considerar que, en realidad, Potter tenía motivos para hacer lo que hizo.

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A Draco Malfoy le estaba cansando la actitud de todos a su alrededor. Un día había pasado, un día desde que les dieron la noticia acerca de Potter y todos se estaban comportando como unos idiotas hipócritas.

Todos estaban con un ambiente de culpabilidad que realmente lo asqueaba, y es que, cómo tenían siquiera el descaro de andar con sus caras tristes por lo que pasó con Potter después de como todos lo trataron. Él sabía que tampoco es como que él lo hubiera tratado bien, pero por lo menos no andaba de hipócrita lamentándose por lo que había hecho. Lo que pasó, paso, así de sencillo y no lo podría cambiar y tampoco quería, porque, él como iba a saber todo por lo que pasaba el chico dorado.

Draco ni siquiera quería pensar en esa situación, a fin de cuentas no era asunto suyo lo que pasará o dejara de pasar con aquel trío de Gryffindors. Pero el ambiente que dejaban las otras casas realmente lo abrumaba, por lo que prefirió no salir de la sala común de Slytherin. Y si esperaban que Draco se sintiera mal por Harry Potter, estaban totalmente equivocados. Él jamás se arrepentiría de sus acciones pasadas.

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Sirius Black no había podido dormir las últimas dos noches, y aunque Remus lo entendía, le advirtió que otra noche sin dormir y le daría una poción. Pero Sirius realmente no podía, saber que casi pierde a Harry lo tenía muy mal y más el hecho de que aún no despertara.

Sirius no podía creer lo que Harry había hecho, no, si podía, solo no quería creerlo. Realmente se sentía culpable por no haber visto las señales antes. Se reprendía mentalmente por no haberse cuestionado la salud mental de su ahijado después de lo que sucedió a finales de su cuarto año.

Sentía la necesidad de pasar todo el día al lado de la camilla de Harry, si no fuera porque lo obligaban a regresar a Grimmauld Place, nunca se iba. A Sirius le estaba costando mucho trabajo, estarse quieto y no hacer nada al respecto. Y es que en realidad él quería ir a la casa de esos malditos bastardos que se atrevieron a hacerle la infancia un asco a su ahijado. Oh, y no únicamente eso, él realmente esperaba que Harry despertara pronto, porque pensaba sacarlo de Hogwarts y no dejar que regrese con tal de mantenerlo a salvo. Desafortunadamente, para Sirius eso sería realmente imposible, no solamente por el hecho de que aún era un prófugo. No, sino que Harry no lo dejaría cometer tales acciones tan impulsivas contra sus estudios.

Si no fuera porque Umbridge está bajo arresto esperando un juicio, él mismo la hubiera descuartizado por atreverse a torturar a su cachorro.

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Por otro lado, Remus Lupin, se sentía muy mal, estaba cansado porque no había dormido bien las últimas dos noches. También debía estar al pendiente de que Sirius no cometiera alguna locura al mismo tiempo que trataba de detener sus propios impulsos asesinos.

Aún con sus impulsos asesinos, Remus intentaba mantenerse estable por el bien de Harry, pues se sentía mal por no haber notado las señales

¡Y había sido su maestro por un año!

¡¿Cómo es que no se dio cuenta de eso mientras Harry estuvo en Grimmauld Place?!

Eran cosas que lo hacían sentir culpable por no notar las señales y eran cosas que lo atormentarían. Remus no podía imaginar cómo estaban sus amigos que lo habían encontrado en un estado horrible.

Bueno, aquí dejo otro capítulo, es corto, pero bueno.

Aquí podemos ver las perspectivas de varios de los personajes. Y, aunque probablemente no aparezcan seguido, voy a tratar de ponerlas lo más que pueda.

Al principio me pareció un poco difícil poner las perspectivas porque tuve que analizar la personalidad de los personajes para hacerlo. Según yo hice mi mejor esfuerzo.

¿Ustedes qué opinan?

Sin más que decir, me despido.

Gema 💙