Ademas de mi

Capítulo 39

Mia:no encontré el momento, no te podía contar, aparte sabía que ibas a reaccionar así, como un boludo.
Tiago:¿A yo soy el boludo? Vos perdonas al gil que te clavo los cuernos con tu mejor amiga y el boludo soy yo.
Mia:cállate, una cosa no tiene nada que ver con la otra.
Tiago:¡Tiene todo que ver! Me mentiste, andate a la mierda Mia.
Mia:andate a la mierda vos.
Al final terminamos gritandonos orrible.
Mia:esta noche me voy de el apartamento.
Tiago:no, me voy yo vos qudate.
Y sin decirme más nada se fue
Yo empecé a llorar desconsoladamente.
Después de un rato salí y me fui al apartamento.
Ahí estuve llorando toda la noche.
Pasó una semana en la que no vi a Tiago.
En esa semana bajé muchísimo de peso porque prácticamente no comía nada, me pasaba todo el día acostada y no comía, la verdad es que no tenía hambre.
Estaba sentada en el sillón con mí computadora hasta que escuché la puerta abrirse, era Tiago.
Apenas entró se paró y me quedó mirando.
Mia:hola
Tiago:hola
Nos miramos por unos segundos en un silencio muy incómodo.
Tiago:vine a buscar mis cosas.
Mia:Tiago tenemos que hablar.
Al principio se negó pero al final lo convencí.
Nos pusimos a hablar y le pedí perdón por no contarle lo de Cristopher y acepté que estuve mal. El también aceptó que estuvo mal por gritarme de esa manera.
Al final terminamos perdonandonos.
Obviamente no hay lo que un buen helado no solucione así que compramos uno y nos pusimos a comer.
La semana después de eso pasó tranquila, casi no salimos de el apartamento y pasamos mucho tiempo juntos.
Se nos ocurrió escribir una canción juntos así que nos pusimos a componer. Nos cagamos de la risa con las ocurrencias de cada uno y la pasamos re bien.
Mientras estábamos escribiendo y comiendo helado Tiago me empezo a meter la mano congelada en la espalda, yo me empecé a reír y me le tiré arriba, todo esto llevo a los besos y después... Bueno ya se imaginarán lo que pasó.
Al otro día detarde me encontraba en la página de EEUU, estaba por rechazar la oferta porque ya casi se cerraba pero Tiago me interrumpió.
Tiago:¿Podemos hablar?
Mia:si obvio.
Cerré la computadora y lo escuché.
Tiago:bueno, te voy a contar esto porque habíamos acordado que no queríamos más secretos y quiero que así sea.
Mia:Si, ¿que pasó?
Tiago:la semana que estuvimos peleados pasó algo.
Mia:¿Que pasó?
El bajó la cabeza y estuvo unos cuantos segundos en silencio.
Sabía que no iba a ser algo bueno, en ese momento me empecé a poner nerviosa.
Lo miré esperando una respuesta y al ver qué demoraba me puse peor.
Tiago:me acosté con Pilar
Esas palabras me dejaron sorda.
Quería retroceder el tiempo para estar segura de no haber escuchado mal pero sabía que no era así.
Mia:¿Que?
Lo miré con un terror exagerado en mí cara.
Tiago:me emborraché y ella apareció y... Perdón.
En ese momento lo único que se me ocurrió fue pararme y salir corriendo.
El me llamó unas cuantas veces pero obviamente no le di bola.
Lo primero que se me vino a la mente fue mí mamá, mí familia, mí mejor amiga.
Así que a la hora ya estaba en un ómnibus de viaje a mí casa.
Nisiquiera me molesté en avisarle a mí madre que iba para ahí.
Así que cuando toqué su puerta y la abrió se sorprendió.
Mamá:Mí amor hola
Me dio un abrazo fuerte que me hizo sentir segura.
Cuando se separó de mí supo que algo andaba mal y creo que fue porque vio lágrimas en mis ojos, o por mí cara de espanto, no se pero el caso es que se dio cuenta enseguida.
Por suerte no había nadie en casa así que le pude contar todo a mí mamá tranquila.
Mamá:hay mí amor que feo, ¿Que te puedo decir? El amor es bravo.
Después de hablar un rato con mí mamá me fui a mí cuarto.
Llamé a mí amiga para contarle que estaba en mí casa y a los diez minutos ya estaba ahí.
Obviamente le conté todo y después lloré apoyada en su hombro como media hora.
Cuando llegaron mí papá y mí hermano los saludé, a ellos solo les dije que me había peleado con Tiago y nada más, no quería que se enojaran con el.
Esa noche cenamos juntos y me di cuenta de lo mucho que los extrañaba
Luana se quedó a dormir en mí casa y pasamos toda la noche hablando.
Estuve tres días en la casa de mis padre y en esos tres días había tomado muchas desiciones. Mientras estaba pintandome las uñas con  Luana me dieron ganas de vomitar.
Cuando terminé de vomitar levanté la cabeza y vi que Luana me miraba con una cara que no me gustó.
Mia:¿Que?
Ella no dijo nada pero entendí todo.
Mia:hay no seas estúpida.
Luana:hacerte una prueba
Mia:¿Para que? No digas boludeces.
Luana:nunca es malo prevenirse.
Después de que me insistió un montón me convenció pero el colectivo que me tenía que tomar ya salía así que no me dio tiempo de ver el resultado.