RARO CLICHÉ [+18] ©✔️

28. Mi mejor regalo.

Laurie:

—¡Tómala!—protesto, aún tengo el vaso de agua y el medicamento en las manos.

Asher se niega a tomarlo.

—Asher...—suspiro con mucha paciencia.

—No.

—Asher por favor.—suplico con el fin de que se la tome.

—Eso me da sueño, no me la tomaré.—frunce su ceño.

—Es por tu bien, mi amor.

—Mañana me toca jugar, si me la tomo hoy estaré cansado mañana.—sigue negándose, este medicamento es el que debe tomarse dos veces por semana, es muy fuerte y le produce demasiado sueño y cansancio, cuando suele tomarlo los efectos suelen duran algunos días, la psicóloga dijo que se terminará la tableta y luego fuera para cambiarla. Pero el es demasiado testarudo y no quiere tomarla.

No le ha dado ninguna crisis desde la última, en unos días tiene cita con el médico que lo atendió hace meses para tener repuestas de que puede estarle pasando cuando le dan esas crisis.

También mañana es el último partido que jugará... ya que le dijo a su entrenador que entregaría todo y le daría su lugar a otra persona, porque su carrera le está exigiendo demasiado y a el le recomendaron no estresarse demasiado.

No me gusta la idea de que abandone el equipo porque cuando lo hace le gusta mucho, pero si es por su salud estoy completamente de acuerdo.

—Sabes que debes tomar este medicamento cariño, porque aunque tú creas que tus emociones están estables, sabes que los medicamentos te ayudan.

Tengo que tener demasiada paciencia, porque es como un niño pequeño que se niega a tomar sus medicamentos.

Pero lo entiendo ya que es un medicamento que le trae efectos secundarios, como cansancio, sueño... cuando el es una persona muy inquieta.

—No la tomare.—niega con su cabeza.

—¿Cuándo vuelvas del partido?—propongo, así lo veo asentir con la cabeza.

Tiene día sin tomarlas y aún así sigue negándose, cambiando de tema Asher ha hablado con sus padres sobre lo que está sucediendo con la llegada del que me hizo tanto daño.

Quieren ayudarme... pero aún así yo no quiero porque es demasiado, pero no niego el miedo que siento... estoy aterrada con la idea de que ellos puedan hacerme una emboscada o algo parecido, pero más me aterra que puedan lastimar a Asher.

Coloco en la mesita el vaso con agua y la pastilla para mirar fijamente a Asher.

—Faltan pocos días para tu cumpleaños número veinte.—me siento sobre su regazo y agarro sus mejillas como si fuera un niño pequeño, a el no me gusta que haga eso, porque el no es un bebé. —¿Qué quieres de regalo?—pregunto mientras sonrió, su mirada solo está puesta en mi.

—Ya lo tengo.—sonríe y sus manos viajan por mi cintura hasta llegar a mi trasero.

—¿Cuál es?—pregunto.

—Tu.—dice y su miraba baja hacia mis labios.—La vida me dio el mejor regalo de todos... tu cómo mi novia.—vuelve hablar pero está vez besa la comisura de mis labios.—Te amo como no tienes una jodida idea, Ma blonde aux taches de rousseur.—dice en cuanto se separa un poco de mi, ese acento francés tan perfecto me encanta demasiado.

Es tan romántico.

—¿Soy tu mejor regalo?—pregunto en cuanto coloco mis manos sobre sus hombros para atraerlo más a mi.