Tarta de bodas

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El sol de la mañana se filtraba por mi ventana. Hacía fresco pero sentía el calor de su cuerpo pegado al mío. Me desperecé en mi cama notando sus brazos, los cuales me rodeaban abranzándome por detrás. Sentí como me daba un beso en el cuello cerca de la nuca, estaba despierto.

-Logan -susurré su voz con una sonrisa.

-Shh -me mandó callar por lo bajo-. Tú sigue durmiendo.

Me obligué a mi mí misma a obedecerle. Mientras el sueño volvía a inundarme sus dedos acariciaban mi torso desnudo suavemente. Debía ser muy temprano pues estaba ameneciéndo.

-¿Por qué estáis desnudos? -dijo una vocecita desde de la puerta.

Oh, mierda. Era mi hermanastra, Mollie.

Abrí los ojos de golpe llevándome la manta hacia los hombros.

-¡Mollie!

Logan parecía tan sorprendido como yo.

-Verás sé lo que estas pensando -mi maridito y yo intercambiamos miradas mientras yo le decía telepáticamente: ayúdame.

-Giselle y yo teníamos mucho calor esta noche.

-¡Así es! El verano esta a la vuelta de la esquina.

Gracias a la inocencia de Mollie esta se creyó enseguida nuestra estúpida mentira.

-Yo le conozco, él es chico del ordenador -reconoció a Logan de inmediato.

Aún recuerdo la vez en la que vimos a Logan y a la leona jugando a cosas de adultos desde la cama del portátil que se dejó encendida la depositada de mi madre. Menos mal que corté la mejor parte de la fiesta, Mollie se habría traumatizado.

-Mollie, cielo. ¿Por qué no me esperas a bajo viendo los dibujos y ahora voy a hacerte el desayuno?

-Vale.

En cuanto se fue solté un suspiro de alivio. Me puse las manos en la cabeza y dejé que Logan me comiera a besos.

-Es muy mona -me dijo-, aunque no se parece a ti.

Solté una carcajada.

-Eso es por que es mi hermanastra, idiota.

-Sigue insultándome y te juro que no bajaras a hacerle el desayuno -me amenazó.

-Imbécil.

-Tú lo has querido.

Cogió mis muñecas para que no pudiera pararle y se subió encima mío.

Poco a poco fue bajando sus labios desde mi escote hasta mi ombligo. Me entró la risa floja y comencé a reírme por las cosquillas que me estaba provocando.

-¡Logan! Para.. Jajajajaj pa...

Le di un rodillazo y soltó un quejido de dolor. Me levanté de la cama y me puse mi ropa interior diciendo:

-Tú te lo has buscado.

Mientras me abrochaba el sujetador blanco me cogió de la cintura y besó mi clavícula con dulzura.

-Anda vístete -me obligué a decir-. Mollie se estará muriendo de hambre y yo también.

-Yo ya estoy servido -dijo dándome la vuelta para morderme el labio inferior.

-Mmm, eres una maldita distracción Logan Weels.

Cogí la camisa blanca del esmoquin y me la puse dejándome unos botones desabrochados. Logan se puso sólo los boxers y los pantalones. Tenerle por mi casa sin camiseta era una verdadera manera de provocarme.

-A ver, enana, ¿qué quieres para desayunar? -le pregunté apoyando mis codos en la mesa de la cocina.

-Quiero algo dulce.

-¿Por qué no hacemos una tarta? -propuso Logan con tono emprendedor.

-¿Una tarta? -inquirí yo alzando una ceja.

-¿Por qué no? Que sea nuestra tarta de bodas.

-¡Yo quiero hacer una tarta! -saltó Mollie-. De chocolate y fresa.

-Marchando una de chocolate y fresa -dijo Logan como un auténtico cocinero de restaurante.

Se puso un delantal azul a cuadros que dejaba ver algunos de sus músculos. Yo ayudé a Mollie a abrocharse su babero rosa. Luego la enana de ni hermanastra ayudó a Logan a encontrar los recipientes e ingredientes para hacer la tarta. Yo me puse a cortar fresas y les dejé el trabajo duro a los dos.

-Umm, este chocolate esta tremendo -añadió Logan chupándose un dedo.

-Es nutella -le dijo ella rompiendo los huevos para hacer la masa.

-¿Dónde esta la harina? -preguntó Logan.

Yo la cogí sin que se diera cuenta y atrapé un puñado con la mano.

-Mollie, ¿has visto la hari...

Le lancé la harina en toda la cara pillándole desprevenido. Venganza, ven a mí. No se me ha olvidado cuando llamó a sus amigos para que me tiraran al fondo de su piscina. Logan empezó a toser mientras se retiraba la harina del rostro.

-Serás... -comenzó a decir.

Le lancé mas harina.

-¡Cuando te coja te vas a enterar!

Mollie empezó a reírse cuando vio como salía corriendo hacia el salón con un Logan lleno de harina enfadado detrás mío.

-Te pillé -me dijo agarrándome de la cintura con sus fuertes brazos y tirando de mí hacia atrás.

-¡Suéltame! -le grité entre risas.

Cogió la bolsa de harina y hundió la mano. Luego me restregó toda la harina por la cara haciéndome toser.

Cuando dejamos nuestro juego de niños nos pusimos a terminar la tarta. Y mientras esta se preparaba en el horno Logan y Mollie se lanzaron harina dejando la cocina como si hubiese nevado. Me uní a su guerra de nieve. Minutos después todos nos detuvimos para coger aire, fue entonces cuando olimos a quemado.

Giramos la cabeza hacia el horno.

Oh, mierda, mierda, mierda.

¡Estaba ardiendo! ¡Nuestra tarta estaba ardiendo!

Quiero daros las gracias por las 40k visitas que ya tiene esta novela! Sois las mejores lectoras, ya queda poco para terminar esta novela.

Os quiero

Yo Os Declaro EnemigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora