En inglés: Friendzone.
En español: Zona de amigos.
En mi idioma: Mi mejor amigo me mira como a su hermanita y jamás de los jamases me verá como algo más.
Muy largo, lo sé.
Autumn siempre ha ocultado sus sentimientos, el miedo de ser rechazada po...
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Arreglé el cuello de mi camisa, asegurándome de mantener mi atuendo impecable y sin ninguna arruga o mancha. Segundos después salí del ascensor, recibiendo sonrisas de parte de todos los trabajadores. No pasé desapercibido las insinuaciones de ciertas mujeres, pero en este momento mi mente estaba puesta únicamente en la próxima reunión que estaba por comenzar.
Por supuesto que no era la primera a la que asistía, pero esta tarde no estaría acompañando a mi padre ni tratando de superar a mi media hermana. Hoy, después de lograr graduarme, obtendría el puesto que por mucho tiempo rechacé, y ahora me hacía sentir nervioso y eufórico.
Tendría mi primera reunión como jefe.
Caminé hacia el salón de reuniones, con una sonrisa en el rostro y destilando confianza en mí mismo. Recibía felicitaciones en el camino y un par de aplausos de mis próximos subordinados. La mayoría eran buenos trabajadores y solo un grupo pequeño entraba en la categoría de mis amigos.
Este sería un día sensacional. Tenía un presentimiento.
Detuve mi andar cuando mi tímida secretaria, Chanel, captó mi atención. Mis ojos recorrieron su arreglado atuendo, deteniéndome brevemente en los lugares que resaltaban sus curvas. La falda en tubo le llegaba hasta la mitad de los muslos, dejando a la vista sus tonificadas piernas y el escote en forma de corazón realzaba sus pechos.
Lástima que lo nuestro no hubiese funcionado.
Cuando la conocí no dudé en invitarla a salir. Su dulce y atractivo rostro me cautivó de inmediato, agrega una personalidad cohibida y palabras sinceras. Salimos, bebimos, reímos y nos fuimos a mi apartamento para terminar la noche en mi cama, desnudos. Salvo que lo último no sucedió exactamente de esa manera. Ambos terminamos bebiendo vino mientras veíamos una tonta comedia romántica.
Chanel era preciosa y divertida, sin embargo, no existía esa conexión pasional entre nosotros.
Pese a ello, su compañía me resultaba embriagadora e interesante, así que decidí no coquetear más con ella, y mantener nuestra relación profesional en el trabajo y fuera de este ser buenos amigos.
