En inglés: Friendzone.
En español: Zona de amigos.
En mi idioma: Mi mejor amigo me mira como a su hermanita y jamás de los jamases me verá como algo más.
Muy largo, lo sé.
Autumn siempre ha ocultado sus sentimientos, el miedo de ser rechazada po...
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Le pagué al taxista sin importarme el cambio y salí del vehículo a toda prisa. Mis pies dentro de los tacones cerrados dolían al correr hacia el interior, pero mi necesidad por saber sobre el estado de mi mejor amigo y escuchar alguna noticia alentadora eran mucho más fuertes que el dolor físico.
Kyle...
La imagen de su madre llorando afligida sentada en medio de la mía y Melanie me dio la bienvenida, seguido de ella se encontraba Madison observando su celular con el rostro lleno de aflicción y sin parar de mover inquietamente el pie. Mi sorpresa no fue causada por la presencia del padre de mi mejor amigo, sino por la persona que lo acompañaba y no soltaba su brazo para nada. Su esposa. Aquella mujer observaba a su alrededor con altanería y no pasó desapercibida la pequeña sonrisa de suficiencia que apareció en su rostro cuando clavó sus ojos en Valerie.
¿Qué hacía ella aquí? ¿Qué tenía en la cabeza el padre de Kyle para traerla? ¿No se daba cuenta de que esa mujer odiaba a su hijo y disfrutaba del mal momento que estaba viviendo Valerie?
Mis manos se cerraron en puños, conteniendo el impulso de caminar hacia ella y pedirle que se fuera. Estaba aquí por Kyle, él ocupaba mis pensamientos y en estos momentos también acaparaba todos mis sentimientos. Pensar en nuestra última conversación y lo mal que le había hablado o el no perdonarlo me hacía detestarme.
Madison se acercó a mí con el mismo rostro de fastidio que yo, pero sin superar la intranquilidad de no saber nada al respecto. Una ligera sonrisa fue nuestro saludo antes de abrazarnos y esperar que todo esté bien.
Si imaginar a mi mejor amigo siendo golpeado me generaba dolor e impotencia, pensar en él pidiendo ayuda o tirado en el suelo lleno de golpes me lastimaba desgarradoramente.
—No lo he visto desde que llegué, nadie lo ha hecho —comentó Madison, haciéndome sentar a su lado no sin antes saludar a la madre de Kyle y decirle un par de palabras reconfortantes que quise creer que serían ciertas. Melanie y mi madre formularon un intento de sonrisa cuando nos vieron sentadas hablando—, pero según las personas que lo trajeron no se veía nada bien, incluso los que lo ayudaron y alejaron a los ladrones dijeron que su ropa estaba completamente manchada de sangre.
