En inglés: Friendzone.
En español: Zona de amigos.
En mi idioma: Mi mejor amigo me mira como a su hermanita y jamás de los jamases me verá como algo más.
Muy largo, lo sé.
Autumn siempre ha ocultado sus sentimientos, el miedo de ser rechazada po...
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17 de septiembre del 2018
Sentí mi celular vibrar debajo de la almohada, esta vez le había quitado el sonido y solo le había dejado la vibración. Aunque recordaba haber cancelado mi alarma ayer por la noche, seguro era una llamada. La ignoré, tenía mucho sueño.
Pero el molesto sonido del claxon de un auto comenzó a escucharse repetidas veces. ¿Quién provocaba tal sonido? Entendía que mis vecinos tuvieran que ir a trabajar, pero vamos, hay personas —como yo— que necesitamos dormir más tiempo. El ruido no cesaba y eso me irritaba.
Luego de muchos segundos, el sonido cesó. Volví a cubrirme completamente con mi sábana y a reposar mi cabeza sobre las nuevas almohadas que mi madre me había comprado para sentirme más cómoda.
No obstante, mi comodidad duró poco.
Alguien tocaba constantemente el timbre de mi casa, esperaba que mi madre fuera a abrir la puerta y atienda a la molesta persona que interrumpía mi sueño. Pero nadie se acercó a recibir a la persona, pues comenzó a tocar la puerta.
¿Acaso no había nadie en la casa?
Al darme cuenta de que nadie abriría, con todo el cansancio que cargaba me levanté de mi cama y caminé hacia la puerta. Ni siquiera me fijé en mi apariencia, solo iría a deshacerme de aquella persona y regresaría a mi cama.
Que tonta fui.
—Kyle... —dije conmocionada cuando lo vi parado fuera de mi casa. Estaba con su habitual chaqueta del equipo y luciendo muy guapo, como siempre. Mientras que yo estaba toda espantosa, con mi pijama y cabello desordenado, ni siquiera me había lavado el rostro ni cepillado los dientes. Maldición—. ¿Qué haces aquí?
En su rostro comenzó a dibujarse una sonrisa. ¿Por qué me hacía esto? Estaba completamente segura que mi rostro lucía como un tomate.
—Supongo que olvidaste que quedamos en que pasaría por ti para ir a la escuela —me miró de arriba hacia abajo, examinando mi vergonzosa pijama—. Hablamos ayer Autumn, me dijiste que el doctor te había permitido volver a la escuela hoy y yo me ofrecí a llevarte.
