Capítulo 25 | Lastimado

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3 de noviembre de 2018

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3 de noviembre de 2018

Con delicadeza y mucha lentitud cogí el largo cabello castaño de Legna y comencé a peinarlo. Fue complicado al principio e intentando no lastimarla ni desenredarlo con rudeza, fui echándole gotas de agua de un pequeño frasco que Madeleine me había entregado. Me relajaba cepillar su cabello y colocarle cremas para el cuidado de este. No era una experta peinando a niñas, pero me gustaba experimentar y Legna no se había negado a que le hiciera un par de trenzas, así que eso haría.

Ella jugueteaba con sus dedos sin decir palabra alguna o alejarse de mí. Madeleine me había contado que a Legna no le agradaba que tocaran su cabello o intentaran peinarlo, pues era algo que su madre solía realizar y el que quisieran hacerlo le traía recuerdos. Sin embargo, conmigo había accedido sin objetar y eso me hacía saber que era de su entera confianza, lo cual me generaba mucha felicidad.

Era mi segundo día en este lugar y ya me sentía familiarizada con todos, especialmente con Chase y Legna. Esos niños se habían ganado un lugar especial en mi corazón y tan solo llevaba conociéndolos dos días. Fue sencillo descubrir que el niño era quien le daba ese empujón a Legna para ser más confiada y habladora, aunque él era quien nunca dejaba de parlotear.

— ¿Cómo se llama tu mamá? —cuestionó Chase, entregándome un par de ligas para atar la primera trenza en el cabello de Legna. Observé a la niña guardar silencio y mantenerse cabizbaja.

—Hanna —le respondí, sonriente.

—Hanna —repitió, adoptando una pose pensativa—. ¿Cómo es?

Reí al recordar a mi progenitora.

—Ella es... la mejor, aunque nunca se lo diga —confesé, sintiendo mi sonrisa temblar—. Mi madre suele ser muy controladora, pero no porque quiera decirme que hacer con mi vida sino porque se preocupa por mí y mi bienestar. Hace casi dos meses tuve un accidente y...

— ¡¿Un accidente?! —gritó Chase, sorprendido.

—Sí, un accidente —repetí, divertida por su reacción—. Ella sufrió mucho, le atormentaba pensar que algo malo podría sucederme, pero afortunadamente desperté. Me culpé por el accidente y por haberla hecho pasar horas despierta preocupada por mí, pero a ella no lo importó nada de eso porque yo estaba viva. Quizás a veces me enoje con Hanna o reciba castigos desagradables, sé que sus acciones siempre serán por mi bien. Mi madre es sensacional, entretenida, protectora y a veces mandona, pero así la amo.

Fuera de la Friendzone (Mejores Amigos libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora