En inglés: Friendzone.
En español: Zona de amigos.
En mi idioma: Mi mejor amigo me mira como a su hermanita y jamás de los jamases me verá como algo más.
Muy largo, lo sé.
Autumn siempre ha ocultado sus sentimientos, el miedo de ser rechazada po...
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12 Horas antes de Navidad
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Mis manos temblaron al colocarlas sobre el volante mientras movía mis piernas con intranquilidad esperando reunir el valor suficiente para sostener la llave y encender el auto. Sentí el nerviosismo apoderarse de mí al ver hacia el frente y recordar el lugar al que tenía que ir. Mi corazón latía desesperado, llegándome a causar un dolor en el pecho por la rapidez de los latidos. Mis ojos llenos de pánico recorrían una y otra vez los objetos que tenía que sostener para comenzar a conducir.
En mi mente estaba grabado lo que debía hacer, lo había repasado más de una decena de veces, no obstante, el temor de cometer el mismo error me atormentaba. Mis manos estaban frías cuando las llevé a mis mejillas y me obligué a respirar hondo, buscando calma.
Era momento de superar totalmente el accidente y volver a manejar un auto. No podía continuar esperando más tiempo y alargando este día. Había despertado preparada para vencer el miedo y no me detendría hasta lograrlo.
— ¿Cuánto más esperaremos para que empieces a conducir? Ya han pasado más de treinta minutos y seguimos estacionados fuera de casa. Por si fuera poco, nuestra madre no para de mirar por la ventana para asegurarse de que te sientas preparada —ladró mi hermano, harto de estar sentado en el asiento de copiloto a la espera de que conduzca.
—No la apresures, Aaron, ella necesita tiempo para hacerlo y nosotros se lo daremos —Madison me apoyó, colocando una mano sobre mi hombro y apretándolo con suavidad—. Esto es muy importante para ti y yo estaré desde aquí atrás alentándote. Tú puedes, Autun.
—Tú puedes, Autumn —Cameron alzó su puño en señal de aliento y me sonrió animado.
¿Y si lastimaba a mis amigos y hermano?
—Tienes esa mirada —apuntó Aaron, removiéndose en el asiento para estar más cómodo—. Una mirada llena de terror y ansiedad. Te conozco tan bien que puedo jurar que te asusta causar otro accidente y herirnos.
— ¿Quieres que cambiemos de lugar? Yo puedo conducir —se ofreció Cameron, mirándome cauteloso.
—Ella lo hará —afirmó Madison, lanzándome un sonrisa y mirada confiada.
