Capítulo 17 | Sentimientos

8K 488 148
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sentí suaves caricias sobre mi hombro, produciendo una especie de hormigueo en mí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sentí suaves caricias sobre mi hombro, produciendo una especie de hormigueo en mí. Con exactitud, un par de dedos tocaban con lentitud y cautela la cicatriz en mi hombro, era consciente de aquello. Sin embargo, se sentía tan relajante que no quería que se detuviera.

Me removí incomoda por la forma en la que me encontraba recostada y eso causó que las alarmas en mi cabeza comenzaran a sonar. Mis piernas se sentían cansadas y mi cabeza parecía estar siendo golpeada contra una superficie metálica cientos de veces. Abrí los ojos lentamente, adaptándome a la luz que entraba por mi ventana e intentando recordar cómo había llegado hasta aquí.

De pronto, las caricias se detuvieron.

Asustada intenté levantarme de la cama, pero mi celular comenzó a sonar con su habitual tono de llamada, ocasionándome fuertes dolores de cabeza.

—Apaga ese molesto sonido —gruñó una voz muy familiar a mis espaldas.

Me quedé estática en mi posición, sin atreverme a girar el rostro o pronunciar alguna palabra, mientras que mi cabeza no paraba de crear teorías acerca de cómo había acabado en una situación como esta. De un momento a otro, mi espalda chocó con algo duro y mi cintura fue rodeada por los fuertes brazos de aquella persona. Jadeé en cuanto sentí su torso desnudo y su mano deslizarse por mi brazo.

—Sigamos durmiendo, Summer —murmuró Ryan muy cerca de mi oreja, sin ninguna clase de escrúpulo.

Salté de la cama a penas me recompuse del shock que me había causado oír la voz del individuo. Suspiré aliviada cuando me observé con el mismo vestido de anoche, mi rostro no estaba tan horripilante como creí que se vería y cada parte de mi cuerpo estaba en su lugar.

Eso era bueno, ¿no?

Definitivamente no.

Ryan se quitó la sábana de encima y salió de la cama, vistiendo únicamente un bóxer negro.

¡Mierda!

El perfecto y tonificado abdomen de Ryan fue lo primero que acaparó mi campo de visión, sus musculosos brazos se movieron, generando cierta tensión en ellos. Estaba por bajar la mirada, pero recordé que no estaba siendo nada discreta y que el individuo me había descubierto admirándolo.

Fuera de la Friendzone (Mejores Amigos libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora