Marcheur de L'espace

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Alissa se enteró de lo que Lexa había decidido, ¿Se lo esperaba? Si, pero aún así le dolía.

—No hay por qué hacerlo —Alissa entro a la carpa.

—Yo solo pido una vida, el mato a 18 personas —explicó la comandante.

—No puede pasar por eso, no lo hagas —dijo Alissa aguantando las lágrimas.

—Lo tengo que hacer, Alissa —Lexa vio de manera triste a su amiga casi hermana.

Muy pocas veces Lexa había visto a Alissa llorar desde que llegó a su lado.

—Mamá, es Finn, no puedes dejar que pase eso —Alissa vio como su madre llegaba.

—Créeme que si pudiera hacer algo lo haría, el es como un hijo para mí —Camille vio con tristeza a su pequeña hija.

—Si fuera Costia quién estuviera ahí, no lo harías —Alissa dijo enojada.

—No metas a Costia en esto —dijo Lexa un poco enojada.

—¿Lo harías o no lo harías? —dijo Alissa llorando, Lexa no contesto así que supuso su respuesta y decisión.

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—Dejenla entrar —hablo Bellamy hacia los guardias viendo a Alissa frente al campamento —¿Que haces aquí, nena? —se separaron del abrazo.

—Te necesito, necesito al chico del que me enamoré —le dio un beso y el chico la guío a su habitación para tener más privacidad.

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—Te extrañe demasiado —hablo Alissa trazando círculos en el pecho de su novio.

—No sabes cuánto esperé para verte nuevamente. Me he perdido demasiado, Skaiheda —al oír como la nombró el chico, ella se sentó rápidamente en la cama con la sábana cubriendo su cuerpo y empezó a reír.

—No lo puedo creer —su risa contagió a Bellamy, los dos extrañaban estos momentos espontáneos.

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Al anochecer, Alissa salió de la carpa ya que Clarke había llegado a hablar.

—No puedes parar esto —dijo Alissa.

—Tu si, es tu amigo Alissa —habló Clarke.

—Respeto para Skaiheda —gruñó Gustus hacia Clarke.

—Basta, Gustus.


Un grupo llevaba a Finn para amarrarlo a un árbol, dónde iba a empezar todo.

—Muestrenle a mi pueblo lo poderosas que son —Clarke vio a las dos comandantes.

—No necesito demostrarle nada a nadie, Clarke de la gente del cielo —gruñó Alissa.

—Enseñales que eres compasiva —la rubia ignoró a la castaña y enfocó su atención en Lexa.


—Somos lo que somos —dijo Lexa viendo a Clarke, la rubia volteó su mirada hacia Finn.

—Yo mate a tu gente, queme a 300 de tus hombres, le corté el cuello a otro y lo vi morir. Estoy cubierta en sangre terrestre.

Le Vengeur Du Ciel - B. BDonde viven las historias. Descúbrelo ahora