Regardez les trônes

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—Embajadores de la coalición —habló Lexa —hoy honramos nuestro convenio.

—Quien vaya contra uno de nosotros irá contra todos —habló Alissa.

Traigan a la acusada —habló Titus.

Los guardias llevaron a la Reina Nia.

—La reina Nia ha confesado la destrucción de Monte Weather con la muerte de 49 miembros de la gente cielo. Wanheda, ¿Que dices? —habló Titus.

—La gente cielo demanda justicia —habló Clarke viendo a la reina.

—La nación hielo no responde a esta chica.

Silencio —ordenó Alissa —El castigo por tu crimen es la muerte.

—¿Tienes algo que decir en tu defensa? —pregunta Titus.

—No necesito defensa, ella si —vio a Lexa —Hoy es el día del juicio, por eso pido un voto de desconfianza —habló la reina Nia.

—Lleven a esta criminal a su destino —ordenó Titus.

No tan rápido. Ya no comandante —habló un embajador.

Ya no comandantes —se paro otro embajador ahora señalando a las dos.

—Tambien a ellos —ordenó nuevamente Titus.

Esperen —ordenó Lexa.

—Heda, ejecute a los traidores —pidió Titus a Alissa.

—Quiero ver qué trama —detuvo Lexa.

Más de los embajadores se levantaron repitiendo las mismas palabras.

—Comandante, ¿Que es esto? —preguntó Clarke desde su lugar.

—Esto es un golpe —contestó Lexa.

—Esto es una ley, su ley —Nia vio a las comandantes —Un voto unánime de los embajadores o muerte. Todos quieren quitar a la comandante del poder —nombró solo a Lexa.

—No es unánime —habló Clarke.

—Nadie reconoce la legitimidad de la gente cielo —Nia encaró a la rubia.

—Lo hicimos, ayer la gente cielo tomo la marca —se acercó Titus a la reina —Son el clan trece, el voto de no confianza ha fallado. Todos estos traidores sufriran el mismo castigo que la reina.

—No les cortará la cabeza porque nuestros ejércitos se vengaran. Ninguno aquí quiere la guerra.

—Ambas sabemos lo que quieres, Nia —habló Alissa.

—Si no me crees apta para comandar deberías desafiar y acabar con esto —le dijo Lexa a Nia de frente.

—Muy bien, entonces yo te reto —murmuró la reina.

—Y yo acepto el reto —murmuró Lexa.

—Que así sea. Combate individual. Guerrero contra guerrero, a muerte —informó Titus —Reina Nia de Azgeda, ¿A quien eliges como tú campeón? —preguntó.

—A mi hijo, Roan, príncipe de Azgeda —el nombrado vio a su madre.

—Heda, ¿Quién peleará por ti? —susurró Titus hacia la comandante.

—Tengo que hacerlo yo —miró a su amiga.

—No puedes poner en peligro la vida del bebé, esto es de vida o muerte —susurró solo para que Alissa y ella escucharan y se sentó en su trono —Yo soy la comandante, nadie lucha por mi.

Alissa asintió, sabía lo que Lexa le pedía y estaba conforme con eso.

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Le Vengeur Du Ciel - B. BDonde viven las historias. Descúbrelo ahora