Mis Alfas (YoonMin/HopeMin)

6.

Al otro día me levanté para ir al instituto y llegando encontré a Taehyung en la puerta; Jungkook no venía conmigo pues había salido más temprano por unas tareas, menos mal, porque no quería escuchar sus peleas.

-¡Hola!-me saludo mi amigo con su gran sonrisa cuadrada.

-¡Hola!-sonreí, achicando los ojos.

-¿Ya sabes la nueva, nueva?-intriga con entusiasmo mi amigo, mientras caminamos dentro del edificio.

-¿Qué ahora? ¿Un nuevo alumno?-inquiero cansino.

Al girar la cabeza en un pasillo pude ver al pálido flacucho hablando con Suran, o más bien ella coqueteandole porque él solo la miraba con aburrimiento.

Sus ojos chocaron con los míos por un breve segundo y después la pared corto nuestro contacto.

-No en realidad es...

-¡Chicos!-gritaron por detrás de nosotros y no solo volteamos Tae y yo, sino los demás estudiantes a nuestro alrededor.

Jungkook venía corriendo por el pasillo.

-¿Qué pasa rata?-le pregunto cuando llega con nosotros. Seguimos caminando con él siguiéndonos.

-En-en... ¡Uff!-suelta e inhala aire para recobrar compostura-En las noticias están diciendo de un peligro...

-¿Qué peligro?-interrumpe Tae curioso.

-En el bosque, están acechando animales muy peligrosos...

-¡Claro, Jungkook, dah!-reitero-Hay osos, lo más posibles que también halla serpientes-susurro lo último en modo suspenso, luego me río y Tae me sigue.

-Es en serio Jimin, los periodistas dicen que son algo grandes, con garras y pelaje pero no de algún oso. Han entrevistado a pocas personas que los han visto y dicen que son como perros grandes. Han echo hasta masacres muy grandes-replica miedoso.

Perros grandes...

Perro grande...

Aquellas palabras me hicieron recordar lo de ayer. Aquel perro negro y grande, y también aquel sueño raro de hace días.

-Wouh, la gente si inventa cosas-habla Tae y empieza una pelea con Kook.

La campana suena y me voy a clases dejando a los tortolitos en su pelea.

∆∆∆∆∆

A la hora del almuerzo me desvío a la biblioteca para buscar un libro de historia. Entro, encontrando el gran silencio, miro de reojo a la bibliotecaria y sigo mi rumbo al área de historia, encontrando una gran desgracia.

-Hola, Jimin-saluda serio.

-Hola.

Arrugo mi cara en disgusto observando al pálido recostado en los estantes.

Camino entre los estantes sintiendo sus ojos en mi, miro los estantes buscando el libro y lo encuentro pero había un problema.

Chasqueo la lengua malhumorado.

El libro estaba por encima de mi estatura actual, ni estirando el brazo lo alcanzaba.

-Mierda.

-¿Algún problema?-pregunta.

Metiche... Pienso.

-Nada que te incumba-respondo grosero y sin mirarle, arrugando más el rostro en molestia.

Estiro el brazo y me levanto de puntas pero no logro alcanzar el libro. Sigo intentando pero sigo en las mismas.

Escucho su risa, una muy linda y maldigo.