Min Yoongi, es un chico de baja estatura, cabello blanco, piel pálida, ojos achinados y negros.
Pero con una personalidad posesiva.
Jung Hoseok, un chico alto, cabello castaño y ojos claros.
Pero con una personalidad algo destructiva.
Y Park Jimin...
En menos de 2 horas habíamos llegado a nuestro territorio, que estaba demasiado alejado de la manada de Jung. Que casualmente pudimos ubicar gracias al amigo de Jimin. Tuvimos pocas complicaciones, nos llegaron a perseguir pero muy bien nuestros lobos los detuvieron.
Observé como Yoongi bajaba con delicadeza al humano y lo llevaba dentro de la gran cabaña en brazos; gire mi vista a Namjoon y él solo me miró encogiendo los hombros.
¿Por qué tanta importancia por ese humano?
Si entendía, que los humanos no podían saber de nosotros y que teníamos prohibido lastimar humanos, no a menos que sea estrictamente necesario pero ya lo que pasaba con este joven, era otro nivel.
Entramos a la cabaña y Yoongi no estaba en la sala de estar pero en segundos lo vimos bajar por unas pequeñas escaleras.
-¿Y el chico?-pregunta Namjoon, quitándome las palabras de la boca.
-Lo acosté, lo más seguro es que se levanté histérico ¿Podrías hacerle un té, Jin?-me pregunta a mi, a lo que solo asiento-Bien. Vamos a mi despacho-se da la vuelta y lo seguimos.
Ya dentro de la habitación.
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-Yoongi...-lo llamé y voltea a mirarme con su típica cara de culo.
-¿Que?-pregunta como si nada.
Levanto mis cejas y dejo mis manos en mi cintura, en una pose incriminatoria.
-Yoongi, estamos en graves problemas ¿sabes? Y todo por un humano insignificante que no tiene nada que ver con nosotros.
Namjoon se adelantó a mis palabras, hablando de manera seria y calmada, como buen líder que es.
Min Yoongi.
¿Humano insignificante?
Gruñó mi lobo, pero me contuve de dejarlo salir y que formará un alboroto innecesario.
-Hemos estado en busca de Jung Hoseok desde hace años y ahora sabemos como encontrarlo... Ese chico nos será de ayuda, porque Jung lo buscará y...
-Y te matará por separarlo de su alma gemela-interrumpió Jin mis palabras.
¡Alma gemela mis colmillos! Rugió demasiado fuerte mi lobo, muy cabreado.
Carraspee molesto y fruncí mi rostro.
-Lo mantendremos controlado. Si Jung hace más alboroto, cómo doblegar a un humano sin conocimientos de nuestro mundo puede ser condenado...
-A ese hombre no le interesa nada, Yoongi. Jung hará de todo por ese humano...
-¡Pues yo no dejaré que lo tenga!
Muy rápido y con descuido sentí el típico descontrol de mi cuerpo y mente. Mi lobo había tomado el control por un segundo hasta que luche por retenerlo, pero tarde, porque sus palabras furiosas fueron dichas con seguridad.
