Min Yoongi, es un chico de baja estatura, cabello blanco, piel pálida, ojos achinados y negros.
Pero con una personalidad posesiva.
Jung Hoseok, un chico alto, cabello castaño y ojos claros.
Pero con una personalidad algo destructiva.
Y Park Jimin...
-Discúlpenme, era un mensaje urgente-menciono apenado.
-Descuida muchacho-contesta el hombre, levantándose junto a su mujer e hija.
-La comida está lista, podemos ir al comer-comunica Seulgi.
Asiento y dejando pasar primero a las damas, voy a la par de Myungsoo. Entramos a un gran comedor, que estaba a la vuelta de la sala, con una gran mesa de 16 personas, un lindo candelabro y hasta chimenea.
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Nos sentamos, el señor Kim como cabecera del lado del vidrio, la señora Kim a la izquierda y Jennie y yo a su derecha. Detrás de la señora Kim, salieron unas 6 chicas de la que supongo es la cocina, no mas de 25 años de edad, todas humanas por su falta de olor lobuno.
-No sabía que dejaban que humanos habitarán en su manada señores Kim-comento encantado.
No muchas manadas dejaban que habitarán humanos corrientes, todo por el hecho de que no eran de mucha utilidad en éstas, no eran actos para las tareas de los Omegas o Alfas, además que estar entre lobos era muy complicado, no somos fáciles de llevar. La única forma de que un humano conviviera entre lobos, era porque estuviera emparejado con algún Alfa u Omega, todo echo por las decisiones de la Diosa Luna.
-Ah, si. Son bastantes... útiles en la cocina-responde la señora con un mínimo balbuceo.
-Si. Son eficaces en la cocina y en la limpieza, le pagamos bien y tienen muchos beneficios al trabajar aquí-continua el hombre como orgulloso de las niñas pero yo no me tragaba nada ese cuento.
Las chicas se fueron acercando, con platos y cubiertos, colocando todo frente a nosotros, también dejaron grandes bandejas en el centro de la mesa y cuando una de ellas estuvo cerca de mi, active mi olfato y con bastante disimulo la observé. Olía a miedo y tristeza, incluso observé, por debajo de sus ropas, alguna que otra marca rojiza, muy leves y nada notables, sus ropas de sirvientas tapaban todo pero para un lobo con buena visión era más fácil.
Las chicas sirvieron la comida de una manera tan mecánica, sin temblores ni titubeos y un rostro neutral. Se alejaron, formando una fila cerca del vidrio.
-Buen provecho, cariño-me dice Jennie muy sonriente, plantando un beso en la comisura de mi boca.
Deje ser el momento pero apreté la mandíbula, ella se dio cuenta pero no dejó de sonreír.
-Espero te guste Yoongi, hemos pedido que prepararán este platillo especialmente para ti. Un T-bone Steak con verduras horneadas y mas-dice Seulgi, muy contenta por su tono de voz.
