Autor: allways_always
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Los novios Jungkook y Seokjin disfrutan de un raro y tranquilo domingo en casa.
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Si hay algo mejor que despertarse con el sonido de la lluvia y los suaves ronquidos de Seokjin, Jungkook no sabe qué es. Nada calma su mente como una mañana tranquila sin necesidad urgente de salir de la cama.
Es temprano, todavía. Lo suficientemente temprano como para que Jungkook sepa que no debe despertar a Seokjin. Se contenta con leer un rato, así que coge su libro de la mesita de noche y apoya la cabeza en el cabecero. Si alguien le hubiera preguntado a Jungkook hace dos años cómo se imaginaba su vida, no habría respondido así: mañanas tranquilas con su novio, ningún deseo de salir de fiesta, ninguna resaca persistente de una juerga nocturna.
Se conocieron en la fiesta de un amigo hace un par de años, una de esas "fiestas para adultos" con vino y música baja y poco llamativa de fondo. Plantas en maceta, muebles a juego, charlas sobre el trabajo y los problemas con el coche. El tipo de fiesta de la que todos se burlaban hasta que encontraron carreras después de la universidad, empezaron a ganar dinero de verdad y sustituyeron los muebles de cartón y los pósters de los dormitorios por sofás hechos a medida y obras de arte enmarcadas. Jungkook era el más joven de su grupo de amigos, el más reacio a establecerse en la edad adulta.
Era extraño ver cómo sus amigos se emparejaban, algunos se casaban y se mudaban, formando familias. Se sentía un poco rezagado al verlos construir esas nuevas vidas. Acababa de empezar su primer trabajo asalariado, apenas empezaba a acostumbrarse a llevar traje al trabajo, a irse a la cama a una hora razonable. Intentó seguir el ritmo de sus amigos más jóvenes, saliendo de vez en cuando de fiesta con ellos después del trabajo, pero se dio cuenta de que no podría seguir así durante mucho tiempo.
("En algún momento tendrás que madurar", le dijo Namjoon una noche después de que lo recogiera borracho de un noraebang cuando no podía ver bien para llamar a un taxi. "¿Por qué no empiezas a salir con tus hyungs? Te arreglaremos".
Jungkook lo odiaba en ese momento, odiaba la insinuación de que era un chico tonto que necesitaba algo de orientación de sus amigos mayores. Pero mirando hacia atrás, está agradecido de que Namjoon lo tomara bajo su ala).
Dos años más tarde, estaba en el otro lado de las cosas: establecido en su carrera, en una relación a largo plazo, el co-firmante de un contrato de arrendamiento de apartamento. Hace años, no podía imaginarlo. Ahora, no puede imaginar su vida sin estas cosas. Sin Seokjin.
Había conocido a Seokjin durante un tiempo; era parte de su grupo de amigos mayores, pero no hablaban mucho al principio. No parecían tener mucho en común. Seokjin siempre parecía tan intimidante en las fiestas: su voz educada y seria, un vaso de vino en la mano, sus cejas fruncidas cada vez que escuchaba a alguien hablar. Parecía inabordable, no frío ni distante, pero sí tan superior a la ingenuidad de Jungkook que no sabía cómo hablarle.
Hasta una noche. Jungkook estaba en la cocina sirviéndose una bebida, esforzándose por encontrar algo que no fuera un vino excesivamente caro que supiera a tierra, y Seokjin se unió a él en la isla de la cocina para rellenar su bebida. "¿Lo estás pasando bien, Jungkook?" Siempre era amable. Siempre.
"Claro, hyung", respondió Jungkook, haciendo una mueca de dolor después de tomar un sorbo de su bebida.
"Hay cerveza en la nevera", ofreció Seokjin.
"Sí, pero no quiero ser el tipo que bebe cerveza en esta reunión de adultos", resopló.
Seokjin se rió y negó con la cabeza. "Bebe una cerveza, si quieres. Sólo bebo vino porque Namjoon cree que me gusta, y no quiero herir sus sentimientos. Si no, también sería cerveza para mí". Se apoyó en el mostrador y tomó un sorbo de su bebida. "¿Y qué quieres decir con reunión de adultos? Estás aquí, eres un adulto".
