Autor:almostsophie1
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Jeongguk se va a Kioto a pasar el semestre con planes de centrarse en la fotografía y, si tiene suerte, quizás hacer un amigo o dos a pesar de sus pésimas habilidades para hablar.
No planea conocer a Seokjin.
No planea enamorarse de él.
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"Echo de menos la comida coreana", dice Taehyung con voz apagada.
Jeongguk se muerde el labio mientras entrecierra los ojos en su portátil. "¿Ya?" No se molesta en volver a mirar a Taehyung, que entró en su habitación sin llamar hace aproximadamente cinco minutos y se dejó caer en la cama de Jeongguk, pulcramente hecha. "Sólo llevamos tres semanas aquí".
"Sí, pero aún así". Se oye un crujido, y Jeongguk tiene la sensación de que Taehyung se está metiendo bajo sus sábanas, con calcetines sucios y todo. "Piensa en ir los viernes por la noche a por barbacoa. Pedir carne para todo el piso de la residencia, pero comerla con dos amigos. Asándola a la perfección".
El estómago de Jeongguk retumba y frunce el ceño. "Gracias, hyung. Ahora yo también lo echo de menos". Jeongguk cierra la foto que tenía colgada en la pantalla de su portátil, una imagen del río Kamogawa desde cerca del centro de la ciudad que había tomado el fin de semana anterior.
"He encontrado un lugar cerca de la universidad", dice Taehyung en voz baja, como si estuviera revelando algún gran secreto.
Jeongguk se quita los auriculares que lleva colgados del cuello y gira la silla del escritorio para mirar a Taehyung. Su dormitorio es microscópico, así que sus rodillas prácticamente rozan el borde de la cama. "¿Está abierto?"
Taehyung, con la manta ya subida hasta la nariz, mira a Jeongguk con ojos grandes. "Hasta medianoche. Podemos coger el último autobús y cenar. Yo pago".
Jeongguk se levanta de la silla de un salto. "Vamos".
Taehyung se lanza hacia delante, deshaciendo completamente la cama de Jeongguk en el proceso, y aborda a Jeongguk en un abrazo. "Comida, comida, comida", canta al oído de Jeongguk, asegurándose de despeinar a Jeongguk antes de salir corriendo de la habitación. "Tengo que encontrar zapatos".
Jeongguk resopla mientras se arregla el pelo, coge su sudadera y se la pone por encima de la cabeza. Esto significa, por supuesto, que tiene que volver a arreglarse el pelo mientras camina por el pasillo del dormitorio internacional.
Puede oír a Taehyung moverse a unas cuantas puertas de distancia. Es la única persona que Jeongguk ha conocido que realmente pierde sus zapatos, ya que se los quita en lugares aleatorios y se olvida de ellos. Ha "extraviado" dos pares desde que llegaron a Kioto a principios de febrero, probablemente flotando en algún lugar de la residencia.
Jeongguk llega al final de las escaleras y saluda a la encargada del edificio, una mujer mayor con un marcado acento de Kansai a la que Jeongguk no puede entender a pesar de su buen nivel de japonés. Coge sus Timberlands de la taquilla y se los pone. El reloj sobre la puerta marca las 9:50, lo que les da unos cuatro minutos para llegar a la parada del autobús, o tendrán que hacer la media hora de camino hasta la universidad con el estómago vacío.
Taehyung se acerca a la puerta, poniéndose las zapatillas. "Vamos, Jeonggukie, nos lo vamos a perder".
El aire exterior es fresco, un poco húmedo por los recientes chubascos. Pero es una noche tranquila, sobre todo en su zona de Kioto. Jeongguk y Taehyung llegan a la parada del autobús justo cuando se oye el delator gemido del motor colina abajo.
