Autor:Douglass
https://archiveofourown.org/works/33940855/chapters/84404683
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Seokjin se encuentra en medio de un campo de lavanda, arrastrando una maleta hacia una vieja cabina telefónica. Seokjin, un novelista cansado y desesperado por la inspiración, inicia un viaje que le cambiará la vida cuando entra en la cabina y se acerca el teléfono a la oreja.
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Seokjin baja del autobús arrastrando su maleta. Hace una cortés reverencia al conductor del autobús, que le deja solo en una polvorienta carretera rodeada de campos de lavanda.
No hay un alma a la vista en kilómetros a la redonda.
Ojea el horizonte, y allí, más adelante, lo ve: una cabina telefónica de color púrpura brillante entre olas de flores de lavanda que cubren la ladera.
Seokjin tira de su maleta a regañadientes, levantando polvo por el camino, con los muslos ardiendo cuando finalmente llega a la cabina. Ajustando sus gafas, entrecierra los ojos para leer una única palabra pintada a mano sobre la puerta:
E P I P H A N Y
"¿Qué mierda estoy haciendo aquí?" Seokjin se burla. No es realmente una pregunta, sino un comentario sobre su situación en la vida.
Seokjin es un hombre acosado por las dudas, sin rumbo y desesperado por la inspiración tras un bloqueo de escritor de un año que ha mantenido en vilo a su editor.
Se limpia las palmas sudorosas en las caderas y abre la puerta de la cabina.
Extraño: no hay botones en el teléfono. Así que coge el auricular, se lo pone en la oreja y espera lo mejor.
El teléfono empieza a sonar...
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Dos semanas antes
Seokjin tiene un refugio en este mundo.
En realidad, dos.
El primer refugio de Seokjin es la librería más antigua de la ciudad, escondida en una pequeña calle de Seochon. Es fácil pasarla por alto: es una tienda discreta en una manzana llena de escaparates viejos.
Es el lugar perfecto para escabullirse, fuera de la vista.
Son raros momentos de paz para Seokjin, un hombre acosado por los fotógrafos de los tabloides y los columnistas de cotilleo sedientos de detalles salaces sobre sus hábitos de compra o su vida de pareja. Los autores, incluso los de gran éxito como Seokjin, no suelen estar tan mal. Pero después de ganar múltiples premios internacionales, se hizo rápidamente con una reputación de yerno de la nación, consiguiendo a menudo puestos de "celebridad invitada" en programas de televisión de éxito.