Autor:vastlyunknown
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Seokjin haría cualquier cosa por una broma. Jungkook está dispuesto a luchar con él por eso... o algo así.
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Seokjin no puede creer que se haya dejado acabar aquí. Hora punta, dos días antes de Navidad, navegando entre la multitud. Bueno... está más o menos siendo empujado, si es honesto, lo que sólo hace que su agravamiento sea mayor.
Como el trabajo es insoportable e ineludible durante las fiestas, se olvidó por completo de que la cena de Yoongi y Hoseok era esta noche y ahora está casi retrasado tratando de elegir un regalo para Yoongi.
Hoseok, bendito sea, envió su lista de deseos por correo electrónico hace semanas y la bolsa de Balenciaga que le regala Seokjin está bien envuelta y guardada en la cabina de su coche, junto con el resto de los regalos de sus amigos. Su novio, en cambio, es una auténtica pesadilla para las compras. A pesar de ser los mejores amigos desde hace casi una década, Seokjin sigue sin saber qué comprarle a Yoongi. Nunca necesita nada y todo lo que le apetece, lo compra sin esperar a que otros lo hagan por él.
Una vez, Seokjin pensó que había encontrado el regalo perfecto para él sin siquiera necesitar las pequeñas pistas de Hoseok. Estaba tan emocionado y orgulloso de sí mismo que no paraba de burlarse de Namjoon por ser el mejor amigo de Yoongi. Excepto que, durante una de sus cenas semanales, Yoongi mencionó casualmente que estaba pensando en comprar exactamente esa misma sartén. Seokjin no tuvo más remedio que amenazarle con asesinarle si volvía a pinchar en ese carro, arruinando así la sorpresa y la mitad de la diversión.
Un hombre terrible, ese Min Yoongi.
Así que, durante los últimos tres cumpleaños y navidades, Seokjin ha vuelto a los regalos de broma. Menos digno para los hombres de su edad, pero mejor que nada. El año pasado, para su cumpleaños, le compró a Yoongi una estrella, pero en lugar de ponerle su nombre, lo llamó Gloss; el nombre artístico de Yoongi de cuando solía rapear en el underground. Esto hizo que Namjoon y Hoseok se rieran mucho, lo que fue suficiente recompensa para Seokjin. Hoseok mandó enmarcar el certificado y a veces, sólo para tomar el pelo, le pide un deseo a Gloss. A Seokjin le parece divertidísimo, pero pierde su efecto cuando Yoongi se limita a mirar con cariño a Hoseok como si fuera la estrella.
Este año, sin embargo, ahogado bajo nuevos clientes en el trabajo, Seokjin había dejado la tarea de encontrarle a Yoongi un regalo ridículo para el último minuto hasta que... se olvidó por completo de ello. Sin embargo, ¡es totalmente culpa de Yoongi!
Como no es de los que se rinden, Seokjin se pasó la noche anterior recorriendo el infierno de las compras online y encontró en la página de H&M un par de manoplas muy bonitas con gatitos bordados. Seokjin se pasó al menos diez minutos riéndose al pensar que Yoongi los llevaría puestos antes de añadirlos a su cesta. Por desgracia, no podían ser entregados en veinticuatro horas. Lo cual. Por supuesto, no podían. ¿Por qué las cosas iban a ser fáciles?
Así que ahí está, en el H&M más grande de Seúl, sorteando a las adolescentes que ríen y a las madres que tratan de encontrar el jersey navideño perfecto para sus tías. Un empleado agotado le indica la zona de ropa exterior y Seokjin se dirige a ella, casi chocando con un expositor de jerséis en su camino.
Esa sección de la tienda es un completo desorden y Seokjin puede sentir un dolor de cabeza entre sus ojos. Considera la posibilidad de irse y darle a Yoongi una gran bolsa de nada, pero la sola idea le rompe el corazón, así que se recompone y empieza a buscar el par de guantes.
