Autor: bucephalas
https://archiveofourown.org/works/28399029
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Cuando Kim Seokjin se encuentra desamparado en Seúl, no tiene más remedio que tomar el siguiente autobús a Busan.
Allí conoce a Jeon Jeongguk, el hermano pequeño de su mejor amigo, una estrella del fútbol que se recupera de una lesión que ha puesto fin a su carrera.
El tiempo que pasan flotando en el océano durante un húmedo agosto de 1993 los une, y encuentran consuelo en la presencia del otro y una forma de seguir adelante a pesar de los desafíos de la vida.
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una nota rápida - jeongguk y yoongi son hermanastros por lo que tienen diferentes apellidos, pero se criaron juntos por lo que sólo se refieren el uno al otro como hermanos
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Busan, República de Corea
Finales de julio de 1993
A Jeongguk le dolía la rodilla donde estaba apoyada en una almohada, y lo ignoró. No pudo evitar escuchar a Yoongi al teléfono con Seokjin, paseándose por la cocina. El cable del teléfono fijo le restringía cuando se alejaba demasiado.
"Hey. Hyung. Hyung - respira profundamente, ¿hm? Puedes venir a quedarte aquí". Hubo una larga pausa. Jeongguk bajó el volumen del televisor. "Hyung, lo sé. Sé que no es lo ideal, pero sólo por el resto de las vacaciones de verano, ¿de acuerdo? Podemos resolver las cosas una vez que tengas un lugar donde quedarte. ¿Dónde estás ahora? Mm. Bien, ¿puedes coger el próximo autobús a Busan? ¿Por favor? Te recogeré en la estación Nopo. Bien, nos vemos pronto, hyung".
El teléfono sonó con fuerza en su soporte y Jeongguk se dio la vuelta en el sofá. "¿Todo bien?" Por supuesto, había oído lo suficiente para saber lo que había pasado, Yoongi exclamó en voz alta ' ¡No pueden echarte sin avisar!'
"En realidad no. Desahuciaron a Seokjin-hyung, al parecer no ha pagado el alquiler los últimos meses. Pero nunca dijo nada, el bastardo. Podría habérmelo dicho".
Jeongguk tarareó, frunciendo el ceño. "Quiero decir, no sé mucho, pero... ¿ha sido alguna vez del tipo que hace algo así?".
Yoongi lo miró fijamente antes de suspirar y frotarse las palmas de las manos en la cara. "Voy a preparar la habitación de invitados. Hyung llegará en tres horas".
Se alejó y dejó a Jeongguk con el zumbido de las noticias para hacerle compañía, dos presentadores hablando de lo último de la campaña anticorrupción de Kim Young Sam. Lo apagó: llevaban días cubriendo esto. Pero no se levantó, sino que se limitó a reclinar la cabeza contra los cojines y a mirar el ventilador que giraba sobre él.
Había oído hablar mucho de Kim Seokjin, de lo inteligente que era, de lo guapo que era, de lo testarudo y de lo independiente que era. Sin embargo, nunca se habían visto, llevaban unos años cruzándose, él y el mejor amigo de su hermano de la universidad. Un actor, de todas las cosas.
Sería una mentira para Jeongguk decir que no tenía curiosidad por conocerlo. Todo este escenario era estresante, sí, pero estaba ansioso por cualquier cosa que lo distrajera de su propia vida de saco triste.
Hace unos meses, justo cuando Jeongguk estaba a punto de marcar el gol de la victoria, un ligamento de su rodilla se rompió por segunda vez. Primero se sintió incrédulo, luego durante un tiempo se enfadó, se desesperó, se lamentó, antes de asentarse finalmente en una triste aceptación de la realidad.
