El dice que mi nombre es anhelo

Capitulo 18

~Alguien en quien confiar~

Advertencia 🚩🚩🚩: capitulo con gore y algo de manipulación emocional, se recomienda discreción.

Algo había cambiado en aquel corredor de pesadilla, Anhelo lo podía sentir. El ambiente se hizo pesado y el aire denso y difícil de respirar.
Había estado hiperventilando por el miedo y los deseos de escapar de sus agresores, pero ahora sentía que se le cerraban los ojos por la fuerza.
No tenía idea de lo que estaba ocurriendo, pero la distorsión o alteración de la realidad era notoria.
A la vez que esperanzadora, por el echo de horrorizar de ese modo a los Fae que querían dañarla.

La luz de su cuello dejo de brillar, pero eso de alguna forma sentía que era el indicador del acontecimiento siguiente.

Y justo así fué, pues, seguidamente unos pasos lentos, felinos y seguros empezaron a escucharse en el piso del corredor desde el inicio.

Se trató de incorporar sobre sus codos aún temblando.

-Buenas tardes señorita Liah, buenas tardes señor Lucius...
Podrían explicarme...¿Que hace mi esposa en el suelo con la ropa rota...?
...¿O quizás el por qué de sus gritos de auxilio?

Pregunto con su profunda voz que intentaba ser siniestramente condescendiente, más sin embargo estaba claramente distorsionada por la rabia.

Anhelo se incorporó cubriéndose y pudo observar a un Jareth que jamás había visto y esperaba no tener que volver a ver.

Había una especie de oscuridad que flotaba y ondulaba desde su interior, confundiendose con su vestimenta y su intimidante capa.

Su rostro anguloso y bello transfigurado de rabia e iluminado por una luz del mismo tono que la que había salido de la marca de su cuello pero esta vez proveniente de su mirada dispareja.

En sus labios se curvo una cruel sonrisa y estiró una mano hacia ella.
La cual no perdió un minuto y se puso en pie, tropezando con la tela rasgada de su fino vestido.
Corrió hasta el y lo abrazó enterrando la cara en su pecho helado, ahogándose en llanto, temblores y sollozos.

El la abrazo de vuelta; la sostuvo, la protegió.

-¿Y bien, bibliotecarios...? Estoy esperando...¿O que...? ¿Se han quedado sin lengua?

Pregunto la voz de Jareth con impaciencia mientras acariciaba la espalda de su mujer, consolandola.

-¡Ella me provocó Alteza! ¡Ella le dijo a mi hermana que quería saber cómo se sentía estar con otro hombre!

-Es cierto Jareth, ¡esa estúpida humana no te ama! ¡Ella misma me lo dijo! Me hice su amiga solo para sacarle la verdad, solo para que me mostrará su verdadera cara, no puedes castigarnos ni a mi ni a Lucius, solo hemos echo esto...¡en pos de nuestra lealtad hacia ti!

Se justifico Liah absurdamente

Jareth se carcajeo con una risa que hizo retumbar todo a su paso a manera de respuesta.

Anhelo sintió miedo de que les creyera, de que ahora fuera el quien la lastimara. Se encogió contra su pecho y la fuerza del abrazo se volvió aplastante: estaba aplastándola contra el, fundiendola contra si.
No podía respirar, tenía que apartarse de ahí, de ellos, de el, pero le sería imposible, lo sabía.
Si el quisiera lastimarla, si el les creyera...no tendría escapatoria alguna.

-Eso no es cierto Jareth están mintiendote, te amo, lo sabes, sabes que te amo, yo jamás querría estar con nadie que no fueras tú.

Balbuceo con la voz tremula, suplicando.